Cuarto episodio de Drag Race España y llueven de nuevo las críticas positivas, en esta ocasión por el maxirreto, una adaptación travesti del popular musical de los Javis La llamada, reconvertida aquí en La llamadrag.

De hecho, para darle el protagonismo necesario, en este programa se prescindió del minirreto y fueron directos al grano, la prueba principal, con los Javis en el papel de directores y una versión drag de su historia en la que se aumentó el número de personajes a nueve.

El reparto quedó con Marina en el papel de la protagonista, Mary Cron, Diamante Marybrown como su amiga Sus Annal Romero, Estrella Extravaganza como Mila Gritos, Sharonne como Sor Bernarda y Onyx como la madre fundadora en forma de cuadro viviente.

El resto de participantes interpretaron al cuarteto de las musas: Jota Carajota como Carisma, Sethlas como Autenticidad, Juriji como Talento y Venedita Von Dash como Carácter.

El resultado fue una hilarante revisión de la popular obra con infinidad de referencias al mundo LGTB y la cultura pop, desde la mención de conocidos locales madrileños como el Black & White o el LL hasta un guiño al Lluvia de estrellas de Bertín Osborne o bromas sobre concursantes de la primera temporada como Dovima e Inti.

Tras el reto, llegó la pasarela, en la que las reinas debían mostrar dos looks en uno. Algunas como Sharonne y Marina ofrecieron momentos muy vistosos con sus respectivas revelaciones, otras como Onyx, Jota o Diamante se quedaron un poco más cortas.

Por otro lado, Sethlas y Estrella decidieron ir más allá del doble cambio: la primera pasó por el bautizo, la comunión y el matrimonio para acabar en la noche de bodas, la segunda sirvió, con su simpatía habitual, tres looks icónicos de Marilyn Monroe. 

Finalmente, Estrella Extravaganza fue elegida ganadora, con Marina y Sharonne pisándole los talones muy de cerca. En el bottom quedaron Juriji y Jota Carajota, que se enfrentaron en el lip sync final, donde debían interpretar Balocesto, de La Prohibida, que era la invitada especial de la semana. 

Nuevamente se produjo aquí la parte más deslucida del episodio, con Jota Carajota haciendo exactamente lo mismo que recriminaba a Samantha Ballentines la semana anterior: quitarse la peluca y destrozarse el vestuario.

Juriji no fue especialmente buena, pero resultó menos caótica y aunque también acabo tirada por los suelos y sin peluca, esto último sin querer, consiguió hacerse con la victoria y seguir en el programa.

Para el próximo capítulo... ¡el esperadísimo Snatch Game!