Cuando dio comienzo la invasión de Rusia a Ucrania muchos analistas temían que el conflicto sería una rápida debacle para las tropas locales ante el apabullante poderío bélico ruso.

Pero contra esas previsiones, Ucrania ha resultado ser un hueso muy duro de roer para Rusia, y en más de 50 días de conflicto, las tropas de Putin no han conseguido avances en sus objetivos, más allá de sembrar de muerte y destrucción el país.

La defensa de Ucrania está siendo muy potente y en parte, se debe al uso de material bélico de gran efectividad. Prueba de ello son los drones que el ejército local está empleando contra los acorazados rusos.

En un vídeo difundido por Aerorozvidka, una unidad de voluntarios aficionados de las Fuerzas Terrestres de Ucrania que se especializa en la guerra con drones, se aprecia cómo un tanque ruso es destruido por los proyectiles lanzados por un dron.

Las bombas logran su objetivo pese a que los tanques de batalla de 44,5 toneladas de Putin están equipados con una armadura de 40 mm de espesor. Su problema es que la parte superior de los tanques está equipada con una armadura más delgada por razones de movilidad, lo que los hace muy vulnerables a los ataques aéreos.

Aunque las autoridades rusas no ofrecen datos fiables acerca de sus bajas, Putin ha perdido aproximadamente 20.000 soldados en solo 52 días de guerra en Ucrania, es decir, unos 400 al día.