El próximo miércoles 20 de abril, una vez pasada la Semana Santa y con todo el mundo ya de vuelta, las mascarillas contra el coronavirus dejarán de ser de uso obligatorio en interiores públicos como establecimientos comerciales o lugares de trabajo (si así lo ratifican los servicios de riesgos laborales). En los centros sanitarios, residencias de mayores y medios de transporte sí seguirá siendo imperativo llevarlas puestas para acceder.

"Las sonrisas vuelven a nuestras calles", celebraba la ministra de Sanidad, Carolina Darias, el pasado mes de junio de 2021, cuando el Gobierno flexibilizó por primera vez el uso de las mascarillas en pandemia. Entonces se relajaba su uso al aire libre y siempre y cuando hubiera un metro y medio de distancia de seguridad. La ola ómicron obligó a volver a imponerlas antes de Navidad, una medida que fue muy cuestionada por su escasa eficacia para frenar los contagios en un momento en el que la transmisión volvía a estar descontrolada y las reuniones se producían principalmente en interiores. 

Mes y medio después, el pasado 8 de febrero, el Gobierno volvió a levantar la obligación de llevarlas en la calle, pero las mantuvo en interiores. Hasta este miércoles, cuando entrará en vigor el real decreto que el Gobierno prevé aprobar en el Consejo de Ministros del día anterior, el próximo 19 de abril. Estos son los aspectos clave de la nueva normativa para las mascarillas contra el coronavirus:

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¿Cuáles serán las excepciones?

A falta de que se conozcan los detalles de la norma cuando se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el próximo miércoles 20 de abril, cuando entrará en vigor, las excepciones que ya ha trasladado el Ministerio de Sanidad es que el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio para acceder a los medios de transporte (sin especificar si será para todos los tipos de medios de transporte públicos), en los centros sanitarios, como por ejemplo centros de salud y hospitales, y centros sociosanitarios, como residencias de mayores o centros de día para tercera edad.

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En estos lugares, tanto ciudadanos como trabajadores tendrán que seguir llevando cubiertas la boca y la nariz para acceder a los mismos. Estas excepciones apuntan a la protección de la población más vulnerable a la covid, que son las personas mayores de 60 años o inmunocomprometidas. "Las mascarillas dejarán de ser obligatorias en interiores, salvo en algunos supuestos en los que nos parecen absolutamente imprescindibles", explicó Darias a principios de mes cuando anunció la medida.

¿Y en el trabajo, qué pasará?

En las empresas, apuntó Darias, serán los servicios de prevención de riesgos laborales los encargados de dictaminar la forma de proceder en cada compañía. Estos departamentos son los encargados de velar por la seguridad de las plantillas, entre las que se pueden encontrar personas de mayor o menor vulnerabilidad a la covid, según su estado de salud y antecedentes clínicos.

"La Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta recomienda que la necesidad del uso de mascarillas en el entorno laboral sea valorada por los servicios de prevención de riesgos laborales en función de los resultados de una evaluación de riesgo específica. Se recomienda su uso siempre que el trabajo deba realizarse a distancia interpersonal de menos de 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada del espacio", indica la propuesta de la Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta del Sistema Nacional de Salud.

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Según los expertos consultados por 20minutos al anuncio de esta medida, la covid al final no deja ser en el trabajo "un riesgo más de naturaleza biológica" frente a la cual "el empresario deberá evaluar el riesgo que existe en su centro de trabajo y en función de eso decidir qué medio de protección se pueden utilizar". "Si la evaluación determina que hay riesgo de contagio, la empresa puede y debe obligar a que se siga usando mascarilla", aseveraba Rodríguez Elizalde, profesor de la Universidad Europea y especialista en riesgos laborales.

En los centros escolares

Respecto a los colegios, la posición de la Ponencia es que los escolares dejen "ya" de usar la mascarilla en el aula, como ya lo pueden hacer cuando están al aire libre, como durante los recreos en el patio. Además, la ministra respondió durante la rueda de prensa en la que anunció la medida que "en los ámbitos escolares, en ningún caso" tendrían que llevar el alumnado la mascarilla.

En este sentido, el conseller catalán de Salud, Josep Maria Argimon, ha asegurado que Cataluña va a adelantar al día 19 la retirada de mascarillas en las escuelas, un día antes que el resto de Comunidades, de manera que los alumnos podrán dejar de llevarlas ya el primer día de vuelta al colegio después de las vacaciones de Semana Santa.

Hace unas semanas, un grupo de pediatras de la Asociación Española de Pediatría propuso que fueran los escolares de Primaria y Secundaria (en Infantil no es obligatorio llevar las mascarillas porque no han cumplido aún los seis años) quienes fueran los primeros en empezar a prescindir de las mascarillas a modo de "prueba" previa antes de retirarlas en la población general y dado que son el grupo de población de menor riesgo frente a la covid. Finalmente, Gobierno y Autonomías han optado por retirarla a todos los grupos de edad al mismo tiempo.

¿Y qué piensan los expertos?

La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) emitió un comunicado al respecto, cuando se anunció la medida el pasado 6 de abril, en el que exponía que "el anuncio del fin de mascarillas en interiores en una fecha determinada, sin que sepamos a priori cómo estará la situación en ese momento, no puede ser una medida basada en la evidencia epidemiológica de ese momento, sino en otras cuestiones" que "también deben ser contempladas, sin duda, pero requieren ser explicitadas al tomar la decisión para que sea comprendida por la ciudadanía".

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Asimismo, los especialistas en salud pública piden hacer hincapié en las situaciones en las que la Ponencia sigue recomendando el uso de la mascarilla en interiores y temen que este paso pueda interpretarse como un mensaje equivalente a "ya no hay necesidad de ninguna medida".

"Sería muy conveniente que, en determinadas situaciones, se mantuviera el uso de mascarillas en interiores, y también otras medidas que tienden a olvidarse, como la ventilación o evitar aglomeraciones en espacios cerrados, fundamentado en la necesidad de proteger a las personas vulnerables", agregan desde la SEE, que también cree "necesario" que "se explique mejor en qué circunstancias debe ser algo más que una recomendación el uso de la mascarilla en interiores".

¿En qué situaciones es una recomendación?

Que no sea obligatorio llevar mascarilla en interiores no quiere decir que se prohíba su uso. Cada cual puede seguir llevándola siempre que le haga sentirse más seguro o segura. Las autoridades sanitarias de la Ponencia apelan al "sentido común" para seguir haciendo un "uso responsable" del cubrebocas cuando, por ejemplo, nos encontremos en espacios públicos concurridos, en aglomeraciones o en centros comerciales, tiendas y supermercados con gran tránsito de personas.

El uso de la mascarilla se ha recomendado también en cines, teatros, salas de conciertos y museos, así como en los demás espacios en los que se sirve comida y bebida (bares, restaurantes y locales de ocio nocturno). Sanidad se refiere a los cines, teatros o las salas de conciertos como espacios cerrados en los que el riesgo de transmisión "puede ser alta" si se juntan muchas personas y se permanece en ellos durante un largo periodo de tiempo.

Tanto Sanidad como los servicios de salud de buena parte de los territorios de España piden "prudencia y cautela" a los ciudadanos, ya que, como recuerda en cada comparecencia Darias, "la pandemia sigue entre nosotros".