Regresan los penúltimos vecinos a sus casas tras siete meses evacuados y se quejan de la falta de suministros esenciales

  • Los barrios de El Remo y Charco Verde han recuperado a sus antiguos habitantes tras siete meses de evacuación. 
  • La falta de agua, el mal estado de las viviendas o el mal acceso a los centros de salud son algunas de las preocupaciones de los vecinos.
Los vecinos de los barrios de El Remo y Charco Verde, en La Palma, han podido volver este miércoles a sus viviendas, de las que llevaban evacuados desde el comienzo de la erupción el 19 de septiembre de 2021.
Regresan a sus viviendas los vecinos de los barrios de El Remo y Charco Verde, en La Palma.
EFE/Luis G. Morera
Los vecinos de los barrios de El Remo y Charco Verde, en La Palma, han podido volver este miércoles a sus viviendas, de las que llevaban evacuados desde el comienzo de la erupción el 19 de septiembre de 2021.

Los vecinos de los barrios de El Remo y Charco Verde, en La Palma, han vuelto este miércoles a sus viviendas, de las que llevaban evacuados desde el comienzo de la erupción volcánica - el 19 de septiembre de 2021 -, por lo que el área de exclusión se limita ahora a la zona comprendida entre Puerto Naos y La Bombilla. 

El regreso ha resultado agridulce para muchos que, aunque celebran la apertura del acceso sin necesidad de permisos y sin límite de tiempo, no consideran que en el estado actual de El Remo sea posible mantener un estándar de vida adecuado, sin suministro de agua y servicios municipales

A la llegada al pequeño pueblo costero, una montaña de enseres y basura apilada recibe a los vecinos con su potente olor junto a la playa y los barcos pesqueros varados en la arena, una imagen casi estática de no ser por el movimiento del mar y el pasar de algún gato silvestre. 

El vecindario de El Remo ha quedado separado por las coladas de la erupción en Cumbre Vieja de buena parte del municipio de Los Llanos de Aridane, lo que imposibilita establecerse de nuevo en este barrio pesquero debido a las largas distancias hasta el lugar de trabajo o escolarización de las familias aquí residentes. 

Los vecinos de los barrios de El Remo y Charco Verde, en La Palma, se habitúan a la nueva situación.
Los vecinos de los barrios de El Remo y Charco Verde, en La Palma, se habitúan a la nueva situación.
EFE/ Luis G. Morera

Esta es una de las principales preocupaciones de Mauro José, vecino de El Remo, al que Efe encuentra durante la descarga de garrafas de agua desde su vehículo hasta su vivienda. “Casi dos horas he tardado en llegar hasta aquí desde el Valle de Aridane, antes no tardaba ni veinte minutos”, relata. 

Mauro José ha regresado para comprobar el estado de su vivienda, junto a su mujer y su hijo, equipado con fregonas, cubos, trapos y otros enseres de limpieza para devolver a su morada el estado en el que la dejó hace más de seis meses. 

“Tenemos trabajo por hacer, han aparecido grietas en la estructura y las paredes están cubiertas por una capa de salitre y ceniza que no sale fácilmente”, apunta Mauro. 

El Cabildo de La Palma, a través del Plan de Emergencia Insular, ha dado el visto bueno para la vuelta segura a la localidad de El Remo, donde hay censadas 196 personas y en las zonas hábiles de los alrededores, unas 140 más, según indica la administración insular. 

Pese a ello, la falta de suministros como agua potable y servicios como la recogida de basuras o el acceso a un centro médico cercano es un obstáculo insalvable para vecinas como Eli Armas, la cual conversa con Efe mientras aspira la ceniza de sus ventanas. 

Una vecina de El Remo limpia las ventanas de su casa este miércoles.
Una vecina de El Remo limpia las ventanas de su casa este miércoles.
EFE/ Luis G. Morera

Eli, que además regenta un quiosco en primera línea de la playa de la barriada, confirma que la reapertura de su negocio en las condiciones actuales no es viable debido a la falta de servicios esenciales. “Desde la oficina técnica municipal nos dijeron que tendríamos agua en una o dos semanas”, añade. 

A esta vecina le preocupa especialmente el acceso a un centro de salud - el más cercano en el municipio vecino de Fuencaliente -, no solo por los habitantes del barrio de avanzada edad o con problemas de salud, como es el caso de sus padres, “sino también por los surfistas que vienen a la playa y más de una vez salen del agua con una herida abierta”

Samuel Camacho tenía su segunda residencia en este barrio pesquero, que ahora será su vivienda habitual, ya que su anterior propiedad, en Las Manchas, quedó sepultada bajo las coladas del volcán

Samuel ve "el barrio bien, sobre todo comparado a zonas de Las Manchas, aquí no hay tanto que limpiar, pero hay muchas cosas que faltan”. 

Para Samuel, la principal inquietud es la seguridad ante robos, ya que desde las administraciones se ha recomendado ventilar las propiedades, lo que en muchos casos implica dejar las ventanas abiertas. 

“Sí, tienes la alegría de venir libremente, pero igual que entramos los vecinos puede venir cualquiera con malas intenciones, y yo por aquí no he visto ningún policía”, explica Camacho, y se pregunta, “¿quién te dice que no vienes un fin de semana y encuentras tu casa vacía?”. 

Las últimas localidades que se mantienen inaccesibles son las de La Bombilla y Puerto Naos debido a que la presencia de gases nocivos para la salud se ha mantenido tras casi cuatro meses desde el final de la erupción, por lo que el Cabildo Insular controlará los puntos de acceso a los mismos hasta que la situación sea favorable.

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