Muere a los 107 años la secretaria que mecanografió la lista de Schindler

  • Transcribió el listado de empleados con el que el industrial salvó a más de mil judíos durante la II Guerra Mundial.
Un empleado que muestra el original de la lista de Schindler en el Servicio Internacional de Rastreo de la Cruz Roja en Bad Arolsen, Alemania.
Un empleado que muestra el original de la lista de Schindler en el Servicio Internacional de Rastreo de la Cruz Roja en Bad Arolsen, Alemania.
UWE ZUCCHI / EFE
Un empleado que muestra el original de la lista de Schindler en el Servicio Internacional de Rastreo de la Cruz Roja en Bad Arolsen, Alemania.

Mimi Reinhardt, la mujer que mecanografió la famosa lista de empleados con la que el industrial alemán Oskar Schindler pudo salvar a más de un millar de judíos durante la II Guerra Mundial, falleció el pasado viernes a los 103 años de edad, según ha informado su nieta. 

Reinhardt, que trabajaba como secretaria de Schindler, fue la encargada de confeccionar las listas de trabajadores judíos del gueto de la ocupada ciudad polaca de Cracovia que eran reclutados para trabajar en la fábrica del empresario, salvándolos así de la deportación a los campos de exterminio nazis. La historia se hizo mundialmente conocida gracias a la película La lista de Schindler, dirigida por Steven Spielberg en 1993, y que ganó siete premios Oscar.

“Mi abuela, tan querida y única, falleció a la edad de 107 años. Descanse en paz”, escribió su nieta, Nina Reinhardt, en un mensaje a la familia.

Nacida en Austria en 1915, y también judía, Mimi Reinhardt fue contratada por el propio Schindler, para quien trabajó hasta 1945.

Después de la II Guerra Mundial, Reinhardt se mudó a Nueva York, y en 2007 decidió irse a vivir a Israel con su único hijo, Sasha Weitman, quien entonces era profesor de sociología en la Universidad de Tel Aviv.

"Un corazón de oro"

Oskar Schindler, fallecido en 1974, fue nombrado por el museo del Holocausto Yad Vashem de Israel miembro de los "Justos entre las Naciones", un honor para los no judíos que intentaron salvar a judíos del exterminio nazi.

Las listas que Mimi Reinhardt compiló para él, y en las que se incluyó a sí misma, ayudaron a salvar a unas 1.300 personas.

"Yo solo mecanografié la lista, hice lo que me dijeron", dijo Reinhardt al diario israelí Haaretz cuando se mudó a Israel, añadiendo que Schindler "no era ningún santo" —en referencia a que el industrial pertenecía al partido nazi y frecuentaba socialmente a los líderes nazis—, "pero arriesgaba su vida haciendo lo que hacía". "Era humano, y debió de haber tenido un corazón de oro", añadió.

Mimi Reinhardt murió en una residencia de ancianos en la ciudad israelí de Herzliya.

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