Tampoco es que el título deje lugar a dudas: para Jennette McCurdy, quien saltara a la fama por encarnar el personaje de Samantha Sam Puckett en la serie de televisión de Nickelodeon iCarly, una de las mejores cosas que pudo ocurrirle es que su madre, Debra McCurdy, falleciese en 2013. Así, I’m Glad My Mom Died ("Me alegro de que mamá muriera"), se titula el libro de memorias que saldrá a la venta en agosto y en el que relatará los abusos a los que fue sometida por su progenitora, "obsesionada con convertirla en una estrella" infantil.

McCurdy, que el próximo mes de junio cumplirá 30 años, ha concedido una entrevista al portal Nylon y en ella ha explicado qué se podrá encontrar en su biografía. "Para mí ha sido importante explorar aquel abuso emocional y psicológico que sufrí durante tanto tiempo como intérprete joven e inexperta", ha comenzado diciendo.

"Siento que no tuve ni las herramientas, ni los procedimientos ni el apoyo necesarios para hablar por mí misma en aquel entonces, por lo que este libro es una forma de honrar toda esa experiencia y dar altavoz a mi antigua yo, así como de alentar a los jóvenes a hablar por sí mismos en entornos donde quizá están condicionados a dar siempre la razón a los demás sencillamente", ha explicado.

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La actriz ha detallado algunas de las prácticas a las que era sometida por su madre, quien perdió la vida a causa de un cáncer: una de las que recuerda con mayor dolor es que, hasta los 17 años, su madre le realizaba periódicamente exámenes vaginales y mamarios, así como no le permitía bañarse sola.

Asimismo, tanta fijación tenía en que su hija triunfase por encima de su felicidad, que le tenía restringida su ingesta calórica, obligándola a pesarse hasta cinco veces al día. Esto, es fácilmente deducible, le provocó a la joven Jennette una enorme ansiedad, desórdenes alimenticios de los que ya habló (padeció anorexia) y ciertas adicciones que ha conseguido superar gracias a ir a terapia.

También ha añadido que, debido al exhaustivo y férreo control que su madre ejercía sobre ella, Debra estaba al frente de su trayectoria artística y, directamente, de su vida, pues tenía acceso a sus diarios, a sus correos electrónicos y a su cuenta corriente. Si no participó hace unos años en el reencuentro que se hizo de la serie fue porque solo de pensarlo le hacía revivir los abusos.

Cuando perdió a su madre, Jennette trabajaba en un spin off de su personaje en la serie Sam y Cat, junto a Ariana Grande, ficción que solo hizo por complacer las ansias de éxito de Debra. "Me fue muy difícil admitir que perderla fue, para mí, tan devastador como a su vez liberador", ha admitido.

Antes de ser un libro, I’m Glad My Mom Died, que ha ido escribiendo como expiación tras alejarse un tiempo de la interpretación y centrarse en su carrera musical, era una serie de pequeñas piezas de teatro que se ha presentado en varias ciudades estadounidenses.