La inesperada igualdad entre Macron y Le Pen marca unas elecciones francesas bajo la sombra de la abstención

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la candadidata al Elíseo, Marine Le Pen, en la televisión francesa.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la candadidata al Elíseo, Marine Le Pen, en la televisión francesa.
EFE / EPA / LUDOVIC MARIN
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la candadidata al Elíseo, Marine Le Pen, en la televisión francesa.

Los colegios electorales franceses abren este domingo sus puertas a los 48 millones de franceses que elegirán al próximo presidente de la República para los siguientes cinco años entre los 12 candidatos que se postulan al Eliseo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Francia. La abstención puede marcar la suerte de los candidatos, en especial de los dos grandes nombres en esta primera ronda.

Los favoritos para seguir adelante en el proceso electoral y llegar a la segunda votación, que se celebrará el 24 de abril, son el actual jefe del Estado francés, Emmanuel Macron, y la ultraderechista Marine Le Pen, como ya ocurriera en los comicios de 2017, en los que Macron le ganó la partida a la líder de Agrupación Nacional con el 66,1% de los votos que le alzaron como el mandatario más joven de Francia desde Napoleón Bonaparte.

Entonces, Le Pen solo recibió la confianza del 33,9% de los votantes, una diferencia abismal respecto al resultado cosechado por Macron que hoy contrasta con la máxima igualdad que reflejan los últimos sondeos sobre la intención de voto en las elecciones, las últimas a las que se presentará la aspirante de extrema derecha.

La ciudadanía gala tendrá tiempo de decidir su voto durante este sábado, jornada de reflexión en todo el país, pero también de cuestionarse el resto de interrogantes que plantean los comicios, entre ellos, qué ocurrirá con la derecha moderada y el partido socialista cuando se conozcan los resultados, o si el candidato de izquierda Jean-Luc Mèlenchon puede arrebatarle la plaza a Le Pen en la segunda vuelta.

La oportunidad más clara de Le Pen

Las últimas encuestas para medir la intención de voto de cara a la segunda vuelta dan la victoria a Emmanuel Macron, pero con un ajustadísimo margen respecto a su rival, ya que sería reelegido con entre el 51 y 51,5% de los votos respecto a los entre 49 y 48,5% obtenidos por Marine Le Pen, según los datos de las demoscópicas Ifop y Harris, respectivamente. Unos resultados que convierten estas elecciones en la oportunidad más clara de Le Pen de convertirse en la primera presidenta de Francia.

Esta suma equidad entre ambos se ha producido en los últimos días como consecuencia directa de varios factores que han influido en la imagen que los votantes ven de ambos líderes.

La guerra en Ucrania ha jugado un papel fundamental en la campaña de ambos líderes. La invasión rusa provocó que el presidente francés experimentase una importante subida tras sus intervenciones diplomáticas en ambos países, lo que ha devuelto a Francia al primer escalón de la política internacional, al mismo tiempo que las opciones de Le Pen se reducían por su relación con el presidente de Rusia, Vladímir Putin.

Así, los sondeos del 9 del marzo situaban a Macron en la delantera con una enorme distancia respecto a la ultraderechista, 31,5% de los votos frente al 18,5%. A partir de esa fecha, la tendencia alcista del mandatario se detuvo mientras Le Pen comenzó a despegar.

Las escasas apariciones del presidente durante la campaña electoral sumadas a la insistencia de la candidata de Agrupación Nacional de criticar el encarecimiento de la vida para las clases más pudientes desde la llegada de Macron al Eliseo, la atenuación de su programa electoral en temas como la inmigración, el antieuropeismo o las uniones civiles entre personas del mismo sexo y el apoyo al aborto, así como el descenso de la popularidad de su principal competidor en la extrema derecha, Éric Zemmour, han desembocado en el olvido del vínculo entre Le Pen y Putin, el fortalecimiento de la visión de Macron como un líder alejado de la gente, y en la posterior subida de la aspirante a la presidencia en los sondeos.

Mèlenchon, al asalto de Le Pen para la segunda vuelta

Aunque la presencia de Marine Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones está prácticamente garantizada, según indican los últimos datos que le conceden el 24% de los votos por los entre 26 y 27% de Macron, aún existe la pequeña posibilidad de que esa plaza sea para el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mèlenchon, el único candidato de la izquierda que parece llegar con vida.

Mèlenchon sigue la estela de la ultraderechista con una intención de voto de entre el 17 y el 18% en su tercera candidatura en unos comicios presidenciales. Él continúa siendo optimista asegurando públicamente que cree que puede hacerse con la plaza para la votación del 24 de abril y hace hincapié en el voto útil en el electorado izquierdista como la herramienta para lograrlo. 

El Partido Socialista teme su final

Mèlenchon es la única alternativa de la izquierda que aún tiene opciones de llegar al Eliseo, pues la fragmentación del voto ha pasado factura al resto de alternativas de ideología similar, como demuestra la intención de voto de apenas un 5% para el líder de los verdes, Yannick Jadot, el 3% para el candidato del Partido Comunista Francés, Fabien Roussel, y el 2% de la socialista Anne Hidalgo.

Estos datos suponen un auténtico varapalo para el Partido Socialista, pues si no alcanza mínimo el 5% podría tener que enfrentarse a unas hipotéticas futuras elecciones sin ayudas del Estado. En la alcaldesa de París muchos veían la salvación del Partido Socialista tras el chasco de las pasadas elecciones, cuando Benoît Hamon obtuvo un 6,4% apenas cinco años después de la victoria de François Hollande, pero su campaña no ha obtenido los frutos esperados.

La derecha moderada, herida en estas elecciones

Mientras tanto, la derecha moderada francesa tampoco atraviesa sus mejores momentos en la política gala, pues todo parece indicar que por segunda vez consecutiva no tendrá candidato en la segunda vuelta

No solo eso, ya que Los Republicanos, con Valérie Pécresse postulándose a la presidencia, podrían incluso cosechar los peores datos en su historia. Los últimos sondeos les dan una intención de voto del 9%, muy lejos de los resultados obtenidos en 2017, cuando François Fillon estuvo a punto de arrebatarle el puesto a Le Pen a pesar de haber sido salpicado por la corrupción. Tan solo medio millón de votos le privaron de luchar directamente contra Macron.

Récord de abstención

La participación para estos comicios podría convertirse en la peor desde 2002, pues han sido varios los sondeos que han arrojado que podría producirse una abstención de alrededor del 28,4%.

Las encuestas han reflejado que el interés por las elecciones ha decaído considerablemente como consecuencia de la pandemia y la guerra en Ucrania, y a casi dos tercios de los franceses les interesan poco o nada con un 12% de los ciudadanos sin conocimiento alguno sobre las mismas.

El papel de las personas que aún no han decidido a quién votarán jugará un papel fundamental en los resultados finales, pues se estima que se trata de un tercio de la población.

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