No obstante, en general, considera que las precipitaciones han resultado "bastante beneficiosas" para el sector agrario, salvo en algunas zonas y producciones.

La precipitación acumulada en marzo, uno de los más lluviosos de los últimos 50 años, ha superado los 1.000 litros/m2 en algún punto y ha llegado a valores superiores a los 500 en otros muchos municipios. Aunque las lluvias se han repartido por todo el territorio, las mayores acumulaciones se han centrado en el interior del norte de Alicante y sur de Valencia, y algunas zonas de Castellón, concretamente en las comarcas del Comtat, l'Alcoià, Marina Alta, Safor, Vall d'Albaida, Ribera Alta o la Plana Baixa.

Aparte de las precipitaciones acumuladas, el principal causante de los daños es la gran cantidad de días en los que no ha salido el sol y ha habido humedad constante, ha señalado la organización en un comunicado. Los daños se han dado así por una combinación de lluvias, exceso de humedad, viento y cielos cubiertos y tanto en cultivos de regadío como de secano.

Entre las principales cosechas, se encuentran en los cítricos pendientes de recolectar con el 29%, seguidos por la fruta de verano (melocotones, albaricoques y ciruelos) con el 26%, almendros con el 21%, olivos con el 15%, cereza con el 5% y hortalizas con el 4%.

La Unió destaca como efectos positivos de este episodio de lluvias el ahorro de riegos y de energía, la recarga y recuperación de los acuíferos que aseguran la continuidad del riego en los pozos y el llenado de embalses que "nos asegura una reserva de agua muy importante y un alivio para alejarnos del periodo de sequía en el que estábamos inmersos". De hechos, en algunas zonas se aseguran reservas para más de dos años.

Además, las lluvias han limpiado también las sales acumuladas en las raíces de los árboles, han supuesto una gran mejora de los pastos para la ganadería extensiva y para el cultivo del cereal han sido clave para salvarlos tras venir de un invierno cálido y sin lluvias.

Por contra, también han provocado daños por inundación en las parcelas situadas en las zonas más hondas, con pérdida de producción y, si se alarga en el tiempo, problemas de asfixia radicular en cultivos leñosos o perdida de cultivos hortícolas.

Como resultado de la combinación de lluvias y ausencia de días soleados con el exceso de humedad, habrá problemas fitosanitarios (aumento de enfermedades fúngicas), falta de cuajado o caída de flor, fruta pequeña y depreciación comercial por afecciones en la piel en determinadas producciones como por ejemplo cítricos.

AYUDAS

La Unió reclama una serie de ayudas para las personas afectadas por este episodio de ayudas, como la concesión de ayudas directas, el reparto gratuito de producto fungicida cicatrizante, la condonación del IBI de las parcelas cultivadas y construcciones en ellas, la bonificación de las cuotas de la Seguridad Social durante un año, el establecimiento de préstamos con interés subvencionado y también una serie de actuaciones y ayudas para las cooperativas comercializadoras afectadas.

La organización agraria solicitará a Agroseguro la agilización urgente de la peritación de las parcelas siniestradas y que se ajusten a la realidad de los daños del cultivo.

La Vall d'Albaida, la Costera y la Marina Alta son las comarcas más afectadas en fruta de verano. La producción de cereza, sobre todo en la zona productora del norte de Alicante se da, igual que en el albaricoque, casi por perdida y también se observan daños en los nísperos de la comarca de la Marina Baixa.

Las patatas tempranas y las cebollas de las comarcas de l'Horta, Camp de Túria o Ribera Baixa se han visto muy afectadas y la producción, bien por inundación o por mildiu debido al exceso de humedad, se verá muy mermada. También está muy afectado el plantel de hortalizas de verano y hortalizas de la familia de las brasicas como coles y brócoli, que se han visto muy afectadas en el Camp d'Elx y la Vega Baja.

En cuanto a los almendros, las comarcas centrales son las más afectadas por la falta de cuajado. Fundamentalmente en la Vall d'Albaida, la adversa climatología ha provocado fuertes ataques de "repilo" y que muchos olivos hayan tenido una fuerte caída de la hoja que ha puesto en peligro la producción de la campaña próxima que seguro tendrá una merma importante. En cítricos, caqui, viña y cereales la lluvia ha sido muy bien recibida.

TRASVASE

Según Asaja Alicante, el agua caída en la provincia ha permitido que los regantes no abran el grifo en todo el mes, que se consolide una "muy comprometida" cosecha de cereales, el lavado de frutos y hojas y la humidificación del suelo.

Asimismo, la lluvia alivia el estrés hídrico de la provincia y da margen a las administraciones para "atender las peticiones de los agricultores respecto al Tajo-Segura y el Júcar-Vinalopó en la próxima aprobación de los planes de cuenca", según el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu.

El temporal ha dado una tregua al campo en su año más difícil, pero le ha pasado la factura a los productores de la Marina Baixa y la Montaña donde el exceso de agua raja nísperos y pone en peligro el 30% de la cereza.