Aunque hayan dejado de lado sus obligaciones reales, no quiere decir que hayan dejado de formar parte de la jet set mundial. Ni mucho menos. De hecho, más bien al contrario: el príncipe Harry y Meghan Markle son hoy en día tanto o más celebrities que cuando solo se ocupaban de sus asuntos como duques de Sussex. Y lo próximo puede asistir a una de las bodas que promete ser toda una reunión de la crème de la crème internacional.

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Se trata de la boda de Brooklyn Beckham, primogénito de David y Victoria Beckham, quien contraerá matrimonio el próximo sábado 9 de abril con su prometida, la modelo Nicola Peltz, en Palm Beach, Florida. Una boda cuya lista de invitados es por ahora un secreto, a pesar de que unas declaraciones de Mel B, quien fuera compañera de Victoria en las Spice Girls, han puesto sobre aviso a todos los fans del papel couché.

Según le ha contado la cantante al programa Lorraine Today, tanto el exfurbolista de Manchester United y Real Madrid como la diseñadora y empresaria tienen intención de invitar a sus propias amistades a la celebración del enlace de su hijo fotógrafo, por lo que cabe la posibilidad de que los duques de Sussex hagan acto de presencia en la Costa Este. Concretamente en Montsorrel, la millonaria mansión familiar de la familia Peltz.

La razón es bien simple: el príncipe Harry conoce a los Beckham desde hace muchos años y estos a su vez también congeniaron muy bien con la exactriz, quien en más de una ocasión ha lucido creaciones de la diseñadora en varios compromisos importantes, como cuando, aún embarazada de su primer hijo, Archie, utilizó un premamá de Victoria apara el acto religioso por el día del Commonwealth en 2019.

De hecho, el afamado matrimonio fue a la boda del nieto de la reina Isabel II en el castillo de Windsor en 2018, por lo que sería casi un 'hoy por ti, mañana por mí' que David y Victoria optaran por enviarles la invitación.

GTRES

Además, Harry y Meghan no tendrían que afrontar ninguna polémica por no haber estado en el homenaje por el primer aniversario de la muerte del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, dado que el enlace tendrá lugar en terreno norteamericano, un vuelo mucho más corto desde su casa en Santa Mónica y lejos de la polémica del hijo del príncipe Carlos y Lady Di acerca de la poca  protección que recibe en suelo británico.