Rusia ensombrece los avances de las negociaciones con nuevos bombardeos y Ucrania pide más armas a EE UU

Vehículos militares destruidos cerca de la estación de ferrocarril en Trostyanets, Ucrania.
Vehículos militares destruidos cerca de la estación de ferrocarril en Trostyanets, Ucrania.
EFE/EPA/ROMAN PILIPEY
Vehículos militares destruidos cerca de la estación de ferrocarril en Trostyanets, Ucrania.
Vehículos militares destruidos cerca de la estación de ferrocarril en Trostyanets.
EFE / ATLAS

La paz está lejos, el alto el fuego también e incluso un respiro. Rusia asedia y Ucrania resiste. El optimismo con el que fueron recibidos los avances diplomáticos de este martes han sido tapados con una nueva noche de alarmas antiaéreas y estruendo de proyectiles. El anuncio por parte de Moscú de reducir sus operaciones militares en Kiev y Chernígov no significaba un cese de las hostilidades en el país, donde se han producido nuevos bombardeos. Como ya alertó hace días el Gobierno ruso, sus tropas se centrarían ahora en el Donbás y una de sus ciudades estratégicas, Mariúpol, está a escasos días de ser tomada por completo. La conquista de Donetsk y Lugansk es el gran objetivo ruso, al ser un territorio considerado independiente por el Kremlin.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania han afirmado este martes que Rusia ha retirado unidades militares de las regiones de Kiev y Chernígov para concentrar sus esfuerzos en el este del país, pero ha alertado de que esta acción busca "engañar" al liderazgo militar de Ucrania. No obstante, en este sentido, el alcalde de Chernigov sostuvo que los ataques siguen, en "otra prueba de que Rusia siempre miente". En el caso de Kiev, Ucrania sí reconoce una "retirada parcial" de tropas rusas. Asimismo, Rusia ha anunciado un alto el fuego en Mariúpol este jueves para evacuar a los civiles.

"Tiene como objetivo engañar al liderazgo militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania y crear una idea falsa sobre la negativa de Rusia de cercar Kiev", han dicho en un informe, agregando que la llamada "retirada de tropas" es en realidad una rotación de unidades individuales. Frente a esto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, charló con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, durante una hora para explorar nuevas vías de enviar armas a Ucrania. Kiev, de hecho, pide refuerzos de material militar para hacer frente a la ofensiva rusa, que continúa.

"En la dirección de Donetsk, los invasores rusos continúan disparando. Llevaron a cabo ataques aéreos y con misiles en las áreas de Kreminna y Mariúpol. El enemigo centró sus principales esfuerzos en tomar el control de los asentamientos de Popasna y Rubizhne (Lugansk), así como en la captura completa de Mariúpol. No tuvo éxito", han dicho las Fuerzas Armadas ucranianas. Precisamente, Ucrania ha denunciado que en Mariúpol fue atacada la sede de Cruz Roja.

Asimismo, han explicado que las tropas rusas han bombardeado con artillería las posiciones de las unidades ucranianas cerca del pueblo de Stepnogorsk y las ciudades de Orijove y Hulyaipole en la región de Zaporiyia. "En las áreas de las aldeas de Novokarlivka y Luhivske, el enemigo continúa llevando a cabo equipos de fortificación de las posiciones ocupadas e instalando campos de minas. No se han registrado cambios significativos en las zonas operativas del mar Negro", han zanjado.

Mientras tanto, las alarmas antiaéreas se ha vuelto a escuchar en la noche de este martes en las ciudades de Kiev, Yitomir, Járkov, Dnipro y Poltava. Además, en la región de Lugansk, un gasoducto de alta presión ha resultado dañado debido a un bombardeo de las tropas rusas, ha asegurado el jefe de la administración militar regional de Lugansk, Sergii Haidai, tal y como recoge la agencia de noticias Ukrinform. 

Según Haidai, en la tarde de este martes un proyectil ha golpeado un gasoducto de alta presión cerca de Proletarsk. Así, como resultado de los daños en el gasoducto, 35.000 personas de las localidades de Lisichansk, Privillya, Novodruzhesk, Bilohorivka, Zolotarivka y Shipylivka se han quedado sin suministro de gas.

Además, una oficina de la misión de asesoramiento de la Unión Europea en Ucrania fue bombardeada por Rusia este martes, según confirmó Josep Borrell, el Alto Representante de la UE para Política Exterior: "Los locales de su oficina sobre el terreno en Mariúpol han sido alcanzados recientemente por un bombardeo ruso. La oficina y el equipo han sufrido daños importantes. Ningún miembro de la misión o contratista ha resultado herido".

También en la ciudad de Chernígov se han escuchado bombardeos, lo que ha alertado por la promesa rusa de reducir sus operaciones en la zona. No obstante, el jefe de la delegación rusa en las negociaciones con Ucrania, Vladimir Medinski, aseguró tras las conversaciones de este Martes entre Rusia y Ucrania en Estambul que la reducción de estas operaciones militares "no significa un alto el fuego". Es por ello que, pese a la retirada de tropas de algunas zonas, los bombardeos se han seguido produciendo. A esto hay que unir las doce víctimas mortales en otro ataque ruso sobre un edificio en la localidad de Mikolaiv.

El Donbás, el gran objetivo

La conquista de las regiones separatistas del Donbás es uno de los grandes objetivos de Rusia. Días antes de iniciar la invasión en Ucrania Putin reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk, lo que le sirvió como excusa para iniciar el conflicto con el objetivo de "liberarlas". 

La reducción de las acciones militares en Kiev o Chernígov no excluye que las tropas trusas continúen con su avance en el este. Durante estas cinco semanas de guerra esta región ha sido ampliamente conquistada y ya queda una localidad de Lugansk, el oeste de Donetsk y Mariúpol por ser tomadas. 

El Ministerio de Defensa de Reino Unido ha asegurado en la noche de este martes que es "muy probable" que Rusia busque desviar su poder de combate en el norte de Ucrania a su ofensiva en las regiones de Donetsk y Lugansk en el este del país.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos coincidió el pasado viernes con la intención declarada por el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia de centrar sus operaciones ofensivas en el este de Ucrania tras constatar una ralentización del movimiento por tierra de las tropas rusas en torno a la capital.

La situación en la zona sigue siendo preocupante por la intensidad de los combates y bombardeos. Las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk han denunciado este miércoles la muerte de dos personas en un ataque con artillería por parte del Ejército ucraniano contra la localidad de Gorlovka. 

Se abren tres corredores humanitarios

Este miércoles ambos bandos han llegado a un acuerdos para abrir tres corredores humanitarios para la evacuación de civiles. "Pedimos a las fuerzas ocupantes que cumplan sus compromisos y permitan el paso de las columnas humanitarias a través de los puestos de control. En el camino de vuelta a Zaporiyia, la gente de Berdiansk y Melitópol podrán unirse a las columnas humanitarias con sus propios vehículos", ha dicho La vice primera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk.

Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de no permitir la correcta salida de civiles por estos corredores. Pese a ello, este martes pudieron salir más de 1.600 personas a través de los corredores abiertos.

Con todo, el jefe de la delegación rusa que negocia con Ucrania el fin de la guerra, Vladimir Medinski, ha asegurado este miércoles que Kiev está "dispuesta" a cumplir con los "requisitos fundamentales" de Moscú en materia de seguridad, que implican que su país vecino no entre en la OTAN. Medinski ha resaltado en declaraciones a la televisión rusa que si se cumplen estos "requisitos", la "amenaza" de que la OTAN "cree un punto de apoyo en territorio ucraniano se eliminará", ha recogido la agencia de noticias rusa Interfax.

En este escenario, más de cuatro millones de personas han salido de Ucrania desde que Rusia inició su invasión, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que ha confirmado este miércoles una cifra que ya anticipó poco después del arranque de la ofensiva militar. Naciones Unidas advirtió de que habría entre cuatro y cinco millones de refugiados y, con decenas de miles de salidas diarias, el de Ucrania se ha consolidado ya como el éxodo más rápido registrado en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. En total, más de diez millones de ucranianos han tenido que abandonar sus hogares en apenas un mes.

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