Después de casi cuarenta años encerrado en una vitrina en la sede central de la Caixa, en la Diagonal barcelonesa, el tapiz que Joan Miró diseñó para la entidad en 1980, una de las Meninas de este género que pergeñó, ha iniciado hoy lunes su proceso total de restauración a la vista del público.

Con sus batas blancas, de las que destacaba la estrella azul de la obra mironiana, la conservadora científica de la Fundación la Caixa, Anna Vila, y la conservadora y restauradora de tapices, Marina Blanch, han empezado esta mañana, ante los medios de comunicación, el descosido de los hilos de su parte inferior y la aspiración de algunas zonas de la monumental pieza.

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Anna Vila ha comentado que la obra, de lana, algodón y cáñamo, se encuentra en "buen estado de conservación", pero las fibras se han ido deshidratando y quieren ver exactamente en qué estado se encuentran los colores.

Cuando estos trabajos terminen, la obra quedará expuesta durante un mes en CaixaForum, aunque la directora general adjunta de la Fundación "la Caixa", Elisa Durán, ha dejado caer que se podría ampliar este plazo de tiempo, antes de regresar el tapiz al vestíbulo de la sede central de la institución, donde se colocará en una nueva vitrina al quedar obsoleta la de 1984.

La obra es uno de los siete grandes tapices que Miró, ya mayor, realizó durante los años setenta, elaborados según la técnica experimental que desarrolló con el tapicero tarraconense Josep Royo, entonces un hombre en la treintena, con lanas de diferentes grosores.