A poco más de dos semanas para que comience la Semana Santa de este año, el Ayuntamiento de Sevilla ya ha empezado a perfilar las medidas específicas de seguridad que regirán en la que es una de las celebraciones más esperadas del año y con más afluencia de personas, con el objetivo de evitar altercados vividos en años anteriores. De nuevo, volverá a imperar la 'ley seca' durante el paso de las cofradías y los bares tendrán limitado su horario durante la Madrugada, aunque con excepciones.

Así lo recoge el Plan Específico de Coordinación para la Semana de Pasión de 2022, la primera que se celebrará tras la pandemia del coronavirus, que establece que, de forma "excepcional", en los bares de las calles Álvarez Quintero, Argote de Molina, Placentines, Bilbao y Plaza Nueva "se permitirá -en la Madrugada del Viernes Santo- la apertura hasta su horario máximo permitido", es decir, más allá de la 1.00 horas, cuando el resto de los establecimientos deberán estar "completamente cerrados", según lo fijado por la Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores, salvo que los negocios tengan un horario más restringido, en cuyo caso tendrán que cerrar antes. 

En el edicto relativo a las normas de funcionamiento de los locales de hostelería durante la Semana Santa, publicado este miércoles en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y consultado por este medio, tras su adelanto en ABC, se fijan tres requisitos indispensables para que los locales de las mencionadas calles puedan permanecer abiertos más allá de la una.

El primero es que los clientes tendrán que estar sentados en el interior, en las mesas y sillas autorizadas, sin "superarse el aforo permitido". En segundo lugar, no podrán servirse bebidas alcohólicas; y, por último, los establecimientos tendrán que contar con un servicio de vigilancia prestado por "vigilantes de seguridad", que pertenezcan a empresas autorizadas para este tipo de trabajos.

Alcohol no, refrescos sí

En cuanto a la venta de alimentos y bebidas, la resolución municipal establece también que, durante toda la Semana Santa, "no podrán expenderse bebidas susceptibles de ser consumidas en la vía pública" -en cualquier tipo de envase (vidrio, latas, plásticos o similares)-, ni hielo en los establecimientos con acceso directo por las calles en las que discurran desfiles procesionales, "desde una hora antes de la llegada de la cruz de guía a la altura del local hasta la finalización del paso de la cofradía".

No obstante, no se incluyen en esta prohibición la venta de agua y refrescos en envases de plástico de 500 cc de capacidad máxima, y la de café, lácteos e infusiones en vasos de cartón para consumo unipersonal.

Las normas entrarán en vigor el 8 de abril, Viernes de Dolores, a las 12.00 horas, y regirán hasta las 18.00 horas del 17 de abril, Domingo de Resurrección. El Ayuntamiento, además, deja claro que, en un contexto de pandemia, "independientemente de lo dispuesto" en el edicto, "serán de obligado cumplimiento las normas más restrictivas que, derivadas de la actual situación de crisis sanitaria, pudieran imponer las administraciones estatal, autonómica y municipal".