Día Mundial del Agua #22M | Consumo sostenible para evitar la sequía

En España, el 75% del suelo sufre riesgo de desertificación por la falta de agua.
En España, el 75% del suelo sufre riesgo de desertificación por la falta de agua.
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En España, el 75% del suelo sufre riesgo de desertificación por la falta de agua.

El pasado mes de enero fue el más seco en España en los últimos 17 años. La Agencia Estatal de Metereología (AEMET) registró un valor de precipitación media sobre la península de 16 litros por metro cuadrado, un 26% menos de lo normal si se toma como referencia la media de lluvias en los últimos cuarenta años. Además, el primer mes del año cerró con unas temperaturas máximas que quedaron 2,1 grados centígrados por encima de los valores normales en el conjunto de España.

La falta de agua y el aumento de las temperaturas avecinan la que podría ser, según indican los expertos, la siguiente sequía histórica de España y ponen de relieve, más que nunca y coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Agua, la necesidad de gestionar el agua de una forma más sostenible.

133 litros por habitante y día es el consumo medio de agua en los hogares españoles, según datos del INE

Según el Monitor de sequía meteorológica de AEMET,a comienzos de este mes de marzo tan solo País Vasco, Cantabria, Asturias, Navarra, la zona norte de Aragón y algunos puntos en la costas de Cádiz y Almería se libran de la falta de agua, de acuerdo con el indicador SPEI (que muestra la severidad de la sequía meteorológica, teniendo en cuenta la precipitación y la demanda de agua por parte de la atmósfera). La peor parte se la llevan el interior de Murcia y Comunidad Valenciana y también la meseta central.

Ante esta realidad, algunos expertos ya apuntan a las restricciones de consumo, especialmente en el regadío, puesto que según datos de la FAO cerca del 70% del agua extraída en España se destina a la agricultura. En torno al 14% se dedica al consumo municipal (133 litros por habitante y día, indica el Instituto Nacional de Estadística) y el restante va al uso industrial.

A la escasez, que afecta a España y a otros tantos rincones de todo el planeta de manera mucho más severa, se añade otra problemática aun mayor: la ONU prevé que de aquí a 2040 la demanda de agua aumentará en un 50%, debido al aumento de la población mundial, el desarrollo de la industria y una mayor producción agroalimentaria.

Cambio climático

"El cambio climático agrava la situación en las zonas en las que más escasea el agua y creará escasez en las regiones en las que todavía abunda el agua hoy", advierte el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2020, que no solo incide en la cantidad, sino en la calidad de la misma: "La calidad del agua se verá afectada negativamente por el aumento de sus temperaturas, la menor cantidad de oxígeno disuelto y, por consiguiente, la menor capacidad de autodepuración de los depósitos de agua dulce", explican.

Por otra parte, "las inundaciones y una mayor concentración de contaminan tes durante las sequías aumentarán el riesgo de polución del agua y también el de contaminación patogénica".

El 70% del agua dulce que se extrae en España se dedica en la actualidad a la agricultura

Urge tomar medidas

Aunque las consecuencias del cambio climático se producirán en gran parte en las zonas tropicales, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU pone de relieve los crecientes retos para el regadío, la energía hidroeléctrica, los ecosistemas y los asentamientos humanos en la región europea.

Así, remarca como acciones clave para conseguir una adaptación más eficaz y más resiliencia a los eventos extremos la mejora de la eficiencia hídrica y la aplicación de estrategias para el ahorro de agua; la monitorización de datos sobre la cantidad y la calidad del agua y la reducción del riesgo de desastre hidrológico. En esa línea, el pasado mes de enero la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, anunció la puesta en marcha del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para digitalizar el sector del agua en España.

Dotado con cerca de 3.000 millones de euros y con un desarrollo previsto entre 2022 y 2026, este plan aspira a transformar y modernizar los sistemas de gestión del agua, tanto para el ciclo urbano del agua, como para el riego y los usos industriales.

Más en concreto, el plan incluye la digitalización de la gestión del agua en España; la creación de un banco de datos compartido; la incorporación de técnicas de big data para la gestión de datos del agua y la analítica avanzada para la planificación y toma de decisiones de gestión.

Según la ministra, este desarrollo TIC supondrá una mejora de la eficiencia en el uso, la reducción de pérdidas en las redes de suministro y el ahorro en el consumo de agua y energía, además de mejorar la seguridad del suministro de agua y contribuir a que aumente la seguridad de las infraestructuras hidráulicas.

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