El paro de los transportistas ahoga a todos los sectores: "Puede provocar una rotura en la cadena de suministro"

LUGO, 17/03/2022.- Más de 2.000 agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en Galicia están actuando para facilitar el tránsito de camiones entre los piquetes que secundan el paro del transporte. EFE/ Eliseo Trigo
La Guardia Civil facilita el paso de camiones. 
EFE/ Eliseo Trigo
LUGO, 17/03/2022.- Más de 2.000 agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en Galicia están actuando para facilitar el tránsito de camiones entre los piquetes que secundan el paro del transporte. EFE/ Eliseo Trigo

Un día más, el paro de transportistas en protesta por los altos precios del combustible se prolonga y ahoga a buena parte de la cadena de suministros. Las señales de alarma llegan cada vez con más fuerza desde la práctica totalidad de los sectores, que alertan de "problemas inminentes", a medida que transcurren las jornadas y no hay una solución a la vista. El estancamiento de la situación ha propiciado una crisis transversal, con industrias que ya han disminuido o suspendido su actividad y que demandan medidas urgentes.

El paro en sí mismo, convocado por una plataforma minoritaria sin representación en la patronal, y la violencia desatada por los piquetes en las carreteras son las dos causas de estas dificultades de suministro: algunos conductores han secundado la convocatoria y otros, que desearían trabajar, temen por su seguridad al subirse al camión. Así lo explica Francisco Aranda, presidente de UNO, la Organización Empresarial de Logística y Transporte.

"El escenario es muy inquietante. Si seguimos teniendo esta inseguridad en las carreteras, cada vez va a haber menos gente que se atreva a ejercer su derecho a trabajar. Eso puede llevar a una rotura definitiva en la cadena de suministro, lo podemos ver en lo lineales de cualquier supermercado", avisa ante la disminución de la actividad Francisco Aranda, presidente de UNO, la patronal española de logística.

"Esto puede llevar a una rotura definitiva en la cadena de suministro, lo podemos ver en lo lineales de cualquier supermercado"

Por eso, elevan al Ejecutivo dos reivindicaciones. "La primera, que el Ministerio del Interior garantice tanto el derecho al para como el de trabajar con seguridad a quien quiera hacerlo. La segunda, que llevamos meses pidiéndola como organización, que el Gobierno haga algo para reducir la desbocada factura que tenemos de combustible", explica el presidente de la patronal de logística.

"No podemos esperar dos semanas. Las medidas tienen que ser inminentes. Las empresas se están desangrando", dice en referencia a la fecha del 29 de marzo, que el Gobierno se ha dado para reducir la factura de la luz, el gas y el combustible. De hecho, el paro ha ocasionado ya la pérdida de 600 millones de euros al sector primario, industria y distribución alimentaria, que teme el despido de 100.000 personas.

Por su parte, FACUA considera que se trata de una estrategia para erosionar al Ejecutivo y buscar consecuencias políticas. Además, están preocupados por la posibilidad de que empresas de distribución estén aprovechando la coyuntura, de paro del transporte, de guerra en Ucrania y de subida de la factura de la luz, para intentar legitimar subidas de precio que, "en realidad, pueden ser maniobras especulativas", apunta su secretario general y portavoz, Rubén Sánchez.

Efectos en la industria alimentaria

A pesar de que "todos los sectores" se están viendo afectados, Aranda apunta que son los que manejan productos perecederos y que no pueden hacer stock aquellos más perjudicados. "Son los que están en situación de mayor emergencia. Es el caso de quienes trabajan con frutas y hortalizas o con pescado fresco, que no se puede almacenar. Cuando una empresa envía varios productos que necesitan ir refrigerados y se rompe la cadena de frío, quedan inutilizados. Lo intentas otra vez, pero, si vuelve a ocurrir, ya no hay una tercera. Las pérdidas son terribles", subraya.

"Los que están en situación de mayor emergencia son quienes trabajan con frutas y hortalizas o con pescado fresco, que no se puede almacenar.

En este sentido, los pescadores han alertado de que el paro está causándoles "gravísimos perjuicios", con la perdida de cientos de toneladas de género en la altura y el amarre de numerosas flotas en el caso de la bajura, ante la imposibilidad de comercializar sus capturas. Por eso, el sector ha instado al Gobierno a adoptar medidas inmediatas para revertir la situación de "inviabilidad" de su actividad por la brusca alza de los costes de energía o el gasóleo como las adoptadas desde este jueves en Francia, que ayuda a estos profesionales con 35 céntimos por litro de carburante.

No obstante, no son los únicos damnificados dentro de la industria alimentaria. El sector cárnico también ha denunciado "grandes problemas" en la cadena por el bloqueo de algunas carreteras del país, que están impidiendo "constantemente" la entrada y salida de vehículos de empresas y centros logísticos, así como la recogida de mercancía. Además, desde el inicio, están experimentando grandes complicaciones para alimentar al ganado ante la ausencia de pienso, que no llega, y la actividad de los mataderos se ha reducido al mínimo.

También se está viendo muy afectado el sector lácteo, que a mitad de semana ya avisó de que la mayor parte de sus integrantes paralizaría su actividad el jueves por las dificultades para recibir insumos y para distribuir los productos. En esta línea, se ha expresado el presidente de la Federación Regional de Industrias Lácteas de Cantabria, Álvaro Ortiz, que ha advertido de que, si el paro y la acción de los piquetes persisten, los supermercados estarán "totalmente desabastecidos en dos o tres días" en lo que a su género se refiere.

Estas complicaciones han llegado también a los mercados. En Mercamadrid, el principal centro alimentario de España, la disminución de la llegada de frutas y hortalizas a lo largo de la semana ha sido del 50% y sigue sin poder reexpedir producto. En Mercabarna, sin embargo, la llegada de verduras y pescado se mantiene alrededor del 80% -a pesar de la falta de artículos procedentes del sur, como fresas o pimientos-, gracias a productos alternativos o de otras regiones.

Afectación en otros sectores

Tampoco escapan a los efectos del paro bares y restaurantes, donde empiezan a escasear los productos frescos, según ha señalado la patronal Hostelería de España. Las trabas en el transporte han agravado la crisis iniciada por la pandemia de COVID-19, que, en los últimos meses, se ha visto empeorada por la guerra en Ucrania y el aumento generalizado de los costes. La subida del recibo de la luz y de algunas materias primas, como el aceite, ya habían atosigado a estos establecimientos, y esta coyuntura aumenta las dificultades.

En concreto, los hosteleros andaluces alertaron este viernes de los "problemas inminentes" que va a acarrear para el sector la huelga de transportes a nivel nacional, sobre todo relacionados con la falta de suministros e incluso la rotura de 'stock' o existencias para el normal funcionamiento de la empresas.

Del mismo modo se expresa, en declaraciones a Efe, el director general de Cerveceros de España, Jacobo Olalla, que ha exigido "contundencia" para evitar acciones violentas en las carreteras. Estos comportamientos por parte de los transportistas pueden llevar a la falta de suministro en bares y restaurantes, donde estos productos representan entre el 25 y el 40% de la factura en bebidas.

También el sector de la construcción está padeciendo las consecuencias y Fadeco Contratistas, patronal andaluza que agrupa a más de 1.500 empresas en la región, ha pedido al Gobierno tomar medidas "urgentes" para evitar "la caída" del sector de la construcción y realizar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en "miles de empleos".

Por todas estas afectaciones, la solicitud al Ejecutivo de soluciones inminentes para poner fin de manera inmediata a estas dificultades se ha convertido en un clamor entre las asociaciones y las patronales.

Negociaciones atascadas

Por el momento, no parece que el Gobierno y los transportistas que promueven y secundan el paro se encaminen al entendimiento. El presidente de la plataforma convocante, Manuel Hernández, censuró este viernes los "intentos por criminalizar" al colectivo y pidió de nuevo "firmeza y unidad" a los conductores, a quienes instó a "no venirse abajo ni desmoralizarse".

Por su parte, varios miembros del Ejecutivo han solicitado que termine el "boicot" por parte de los transportistas, como la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que ha asegurado que el abastecimiento está garantizado. En términos similares se ha expresado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que ha tildado de personas "violentas e irresponsables" a los conductores que secundan el paro.

A su vez, el titular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Planas, ha asegurado que el diálogo no es posible "bajo la violencia y la coacción" y ha calificado de "ilegal e inmoral" la actividad de los piquetes. En este escenario, el ministro ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de quienes "boicotean" y "perturban la distribución" de mercancías.

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