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Aunque no visibles, las aguas subterráneas son fundamentales para el planeta y nuestras vidas.
Aunque no visibles, las aguas subterráneas son fundamentales para el planeta y nuestras vidas.
Agbar

Aguas subterráneas: clave invisible frente al cambio climático

  • Agbar vuelca sus esfuerzos en la gestión sostenible de este recurso, fundamental para el futuro de las personas y del planeta.

El agua dulce en estado líquido del mundo es, en su mayor parte, invisible. Sin embargo, sigue siendo imprescindible para la vida allá donde se encuentra: en los acuíferos, yacimientos subterráneos que alimentan ríos, manantiales, lagos y humedales. Estas aguas ocultas son en muchas ocasiones el único recurso hídrico del que disponen poblaciones en lugares áridos; un tesoro oculto vital para hacer frente a los duros efectos del cambio climático.

Por ello, el Día Mundial del Agua, que se celebra hoy 22 de marzo, hace referencia a ese recurso bajo el lema Aguas subterráneas: hacer visible lo invisible, que llama a ser consciente de la importancia de su protección como base del suministro de agua, tanto para su consumo como para sistemas de saneamiento, agricultura, industria y ecosistemas naturales.

Estas aguas se encuentran hoy amenazadas por los efectos del cambio climático, como sequías cada vez más frecuentes, que generan riesgo de agotamiento de estas fuentes subterráneas de agua en territorios como la cuenca mediterránea, muy afectada por el calentamiento global. En España, la sequía ha provocado que las reservas de agua de los embalses se encuentren a una capacidad del 44%, 15 puntos medios que la media en los últimos 10 años, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, con todos los peligros que esto supone.

Las aguas subterráneas se nutren, principalmente, de la lluvia y la nieve, que se infiltran en estos depósitos naturales a través del suelo. Este ciclo natural, que no puede ser acelerado, supone que exista riesgo de sobreexplotación, es decir, que a través de pozos y otros sistemas se extraiga más agua de la que se recarga. Otro de los peligros a los que se enfrentan estas aguas es el de la contaminación: la actividad humana obliga, en ocasiones, a procesos de regeneración largos y difíciles. Por otro lado, el desconocimiento de su existencia hace que desaprovechemos este recurso hídrico vital. 

Potenciar el uso del agua generada es clave en la lucha contra el cambio climático, permitiendo, entre otras finalidades, recargar los acuíferos.
Potenciar el uso del agua regenerada es clave en la lucha contra el cambio climático, permitiendo, entre otras finalidades, recargar los acuíferos.
Agbar

Gestión para la sostenibilidad

El grupo Agbar, con más de 150 años de trayectoria en gestión del agua y salud ambiental, se encarga hoy de prestar servicio a 37 millones de personas en España y América Latina, en un total de 1.200 municipios. Desde su posición, está comprometido a preservar todas las fuentes de agua, incluyendo las subterráneas; para ello, apuesta por una gestión avanzada y sostenible basada en la optimización en la extracción de recursos, vigilando la sobreexplotación y promoviendo acciones de recarga de los acuíferos para aliviar la presión de los ecosistemas hídricos.

Uno de los ejemplos de su trabajo se encuentra en el delta del río Llobregat, cuyos acuíferos son fundamentales para la administración del agua a todo el área metropolitana de Barcelona. A lo largo del tiempo, su uso intensivo en industria y consumo humano supuso una degradación del sistema acuífero, lo que llevó a un descenso de su capacidad de almacenamiento y una entrada de agua marina, haciendo peligrar esta fuente de suministro. 

Para hacer frente a esta situación, se puso en marcha en el acuífero principal una línea de pozos para inyectar agua regenerada procedente de la depuradora del Baix Llobregat, alimentando el acuífero de forma sostenible y creando una barrera a la intrusión salina. En total, Aigües de Barcelona inyectó en 2021 un total de 679.105 metros cúbicos de agua regenerada, el equivalente a 200 piscinas olímpicas.

Agbar se compromete con la gestión sostenible de todos los recursos hídricos, incluidas las aguas subterráneas
Agbar se compromete con la gestión sostenible de todos los recursos hídricos, incluidas las aguas subterráneas
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Tecnología para salvar el agua

Otra de las iniciativas de Agbar en lo referente a los acuíferos es Cetaqua. Este centro tecnológico de agua encabeza un proyecto de gestión avanzada y colaborativa de los acuíferos, denominado proyecto GOTHAM, que busca acotar la predicción de los balances hídricos de los acuíferos y anticipar la demanda de agua, especialmente la procedente de la actividad agrícola, dentro de una zona de alto estrés hídrico como es el Campo de Dalías, en Almería.

En este proyecto, el objetivo principal pasa por predecir, con herramientas digitales basadas en la Inteligencia Artificial (IA), la disponibilidad y la demanda de este recurso hídrico, además de su impacto en la sostenibilidad de las masas de agua subterránea en el Poniente almeriense. Hidralia, la empresa del grupo en Andalucía, será colaboradora en este proyecto de innovación junto a los ayuntamientos de Roquetas, La Mojonera y Adra, como responsable de la gestión del ciclo urbano del agua en cada uno de los municipios. 

Otra de las grandes problemáticas de los acuíferos en Europa es su mal estado y la bajada de calidad de las aguas debido a la alta concentración de nitratos por el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios en agricultura y ganadería. Las tecnologías actuales desarrolladas para paliar este problema, por su parte, suponen un impacto ambiental negativo debido a su energía consumida y sus residuos generados. Frente a esto, Cetaqua, junto a Aguas de Murcia y Aquatec, parte del grupo Agbar, ha emprendido el proyecto LIFE Nirvana, con un proyecto piloto en el acuífero de Zarandona (Murcia) en el que se aplica una tecnología innovadora para reducir nitratos en las aguas. 

Mediante la inyección de nanopartículas de hierro, con capacidad de potenciar la transformación del nitrato en nitrógeno gas y convertir los pesticidas en compuestos más biodegradables, se promueve una gestión más sostenible de los recursos, reduciendo la concentración de nitratos y contribuyendo a la recuperación del buen estado químico de las aguas subterráneas. Del mismo modo, esta acción incrementa el volumen de agua subterránea apta para otros usos.

Hidraqua, empresa perteneciente también al grupo Agbar y encargada de gestionar el ciclo del agua en la Comunidad Valenciana, da servicio por su parte a más de 20 municipios abastecidos exclusivamente con aguas subterráneas. Por ello, la compañía se ha especializado en la gestión avanzada de pozos para la extracción de agua, identificando los más significativos e instalando sensores para su control y seguimiento en variables como caudal, volumen producido, con sumo, demanda de energía, presión o profundidad del agua captada, usando para ello tecnologías punteras desarrolladas por Agbar para la gestión optimizada de sondeos y captación del agua subterránea. 

Estas aguas subterráneas, aunque invisibles, son muy valiosas. Protegerlas es imprescindible. 

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