Perros con ladridos excesivos: "Al lado de una persona que mande mucho callar a su perro habrá un perro ladrador"

Un perro ladrando en el interior de una casa.
Un perro ladrando en el interior de una casa.
Dahancoo / PIXABAY
Un perro ladrando en el interior de una casa.

Como las personas, existen perros más escandalosos que otros, unos 'hablan' más y otros menos, lo importante es que estén bien educados y que el ladrido no sea un signo de ansiedad o estrés. Y, ¿cómo le puedo enseñar a ladrar menos? Muy fácil, con paciencia y conociendo el origen del ladrido del animal.

La educadora canina y creadora del podcast Hablemos de perros Sonia Losada explica que los principales motivos por los que un perro ladra son el miedo, para pedir atención o por un ladrido reforzado. "En cualquiera de los casos, lo peor que podemos hacer es ponernos a hablarles, tenemos que dejar de hacer eso porque no es buena idea", defiende la educadora canina.

Miedo, atención y ladridos reforzados

"Cuando un perro te ladra por miedo te está pidiendo que te alejes y, de no escucharlo, es posible que sienta que debe huir o morderte para defenderse", relata en el podcast. "Especialmente, cuando el perro es pequeño y se pone a ladrar la gente se pone a hablarles cosas como '¡Ay, qué mala leche tiene!' o '¿Pero qué te pasa?', y estas reacciones incrementan ese miedo. Por eso, es una pésima idea", añade.

Otro motivo por el que un perro suele ladrar es por llamar la atención. "Puede ser para pedirte mimos, que le acaricies, comida, juguetes... Y puede convertirse en una pataleta, como las que tienen los niños", compara Losada. "Por eso, si le hablas le estás dando un reforzador, es decir, le estás dando la atención que te está pidiendo por lo que, ¿qué hará el perro la próxima vez que quiera algo de ti? Ladrar".

"En este caso, para que deje de ladrar bastará con tener paciencia y empezar a trabajar las señales de calma. Lo miras, le apartas la mirada y lo ignoras, pero no le hablas", enfatiza la educadora. "Si al perro ya lo has respondido muchas otras veces a ese tipo de ladridos, es posible que entonces ya hablemos de ladridos reforzados, la tercera causa por la que estos animales ladran".

Si le hablas, aunque sea para mandarlo callar, ya le estás haciendo caso

La educadora canina explica que un ladrido reforzado es aquél que siempre hemos atendido. "Por ejemplo, los perros que le ladran al timbre. Mucha gente tiene perros que hacen esto y, durante años les mandan callar sin conseguir que obedezcan, ¿por qué? Porque si le hablas, aunque sea para mandarlo callar, ya le estás haciendo caso y, como le haces caso, el perro pues seguirá ladrando", detalla.

"Para terminar, solo comentar que, normalmente, cuando hay estrés hay ladridos. En Londres, por ejemplo, donde la gente es más calmadita, los perros no son tan ladradores y es que, la atmósfera se termina contagiando. Es como cuando entras a un bar donde hay mucho ruido y terminas a hablando a gritos, en comparación con un restaurante donde está todo el mundo hablando en voz baja y hay un ambiente relajado", explica Losada. 

"Al lado de una persona que mande mucho callar a su perro habrá un perro que ladre mucho", afirma la educadora. "Por eso, lo mejor que podemos hacer para que nuestro perro ladre menos es girarnos, callarnos y no darles importancia. Así, poco a poco irá bajando la intensidad de los ladridos", concluye.

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