La increíble historia de amor (de película) de la recién fallecida condesa viuda de París

  • Micaela Cousiño y Quiñones de León murió el pasado día 13 de marzo, algo más de tres años después del hombre de su vida, Enrique de Orleans.
Enrique de Orleans y Micaela Cousiño y Quiñones de León.
Enrique de Orleans y Micaela Cousiño y Quiñones de León.
Patrick Berniere / GTRES
Enrique de Orleans y Micaela Cousiño y Quiñones de León.

Todas las historias de amor con final feliz se asemejan, pero cada historia de amor es única en su especie. Al menos para sus protagonistas. Y para los amantes, valga la redundancia, de este tipo de relatos. El caso de Enrique de Orleans y Micaela Cousiño y Quiñones de León es paradigmático: puede parecer como esas películas de Hollywood acerca de que nunca es tarde para encontrar a tu media naranja, pero en su caso hubieron de pasar por toda una exposición pública por divorcios, años de espera y hasta un improbable regreso de la monarquía a Francia (habida cuenta de cómo acabaron los últimos).

Como cuentan desde Vanitatis, la que fuera esposa del difunto conde de París murió el pasado domingo 13 de marzo a la edad de 83 años en su domicilio de la capital francesa situado en la rue de Miromesnil. Hacía tres años, en enero de 2019, a los 85, que había fallecido su marido. Curiosamente perdía la vida el mismo día en el que se cumplía el 226º aniversario de la muerte de Luis XVI, último monarca de Francia.

"Su alteza real la Princesa Micaela, con quien mi padre se casó en segundas nupcias, murió el domingo 13 de marzo. Les mando a su hijo, Alexis Francis-Boeuf, y a sus seres queridos mis más sinceras condolencias", ha anunciado su hijastro Jean, el mismo "heredero" de la corona gala que, denunciando a una fundación estatal, reclamó el año pasado un millón de euros y parte del patrimonio histórico.

Micaela Cousiño y Quiñones de León, su nombre de soltera, nació en Vichy, en el centro del país vecino, el 30 de abril de 1938. Sus padres fueron Luis Maximiliano Cousiño y Sébire, heredero de una notable familia chilena de políticos y filántropos, y Antonia Quiñones de León y Bañuelos, marquesa de San Carlos. En 1961 se casó con Jean-Robert Boeuf, de quien se divorciaría cinco años más tarde, en 1966, no antes de tener un hijo, el susodicho Alexis Francis-Boeuf, en 1964. Trabajó en una radio francesa, de ahí dio el salto a una agencia de noticias, más tarde recalaría en una empresa de publicidad en Madrid e, importante, su siguiente trabajo sería en una editorial parisina.

Fue entonces, el 21 de enero de 1974, cuando conoció al príncipe Enrique de Orleans, gracias al escritor André Couteaux. Hablando en plata: saltaron chispas. Un flechazo en toda regla, tal y como se ha encargado de recordar la revista del corazón gala Point de Vue recordando las palabras del marqués de París sobre aquel entonces: "La invité a cenar a la noche siguiente. Más tarde nos fuimos a bailar y nos despertamos juntos la mañana siguiente".

Entre 1976 y 1978, mientras Micaela era responsable de comunicación de Raymond Barre, primer ministro y ministro de Economía y de Finanzas durante la presidencia de Valéry Giscard d'Estaing, Enrique de Orleans se divorciaba de su primera esposa, la duquesa Marie-Thérèse de Württemberg, con quien se había casado el 5 de julio de 1957 y madre de sus cinco hijos. Otra curiosidad: en 1960 se casarían su hermano menor, Carl, duque de Württemberg, con la hermana menor de Enrique, la princesa Diane de Orleans.

¿Pero quién era Enrique de Orleans? Nacido en Bélgica el 14 de junio de 1933, fue el "heredero" al trono francés tras la muerte de su padre, también llamado Enrique. Su madre era Isabel de Orleans-Braganza. Eso sí, en su lucha por la corona gala hubiese tenido competencia, dado que hasta tres nombres se disputan la monarquía del país vecino en caso de que regresara. Ahora lo son su hijo, Jean de Orleans, Luis Alfonso de Borbón, duque de Anjou y bisnieto de Francisco Franco y de Alfonso XIII de España, y Juan Cristóbal Bonaparte, príncipe Napoleón y tataranieto de Napoleón I.

Es importante saber que hubo una época en la solo hubo dos contendientes, dado que cuando Enrique de Orleans se divorció de Marie-Thérèse tras 27 años de matrimonio perdió sus derechos dinásticos, los cuales no recuperaría hasta 1996. Antes, en 1990, su ya esposa Micaela recibió el título de princesa de Joinville -y no llegaría ser condesa de París, con tratamiento de alteza real incluido, hasta el año 2003-.

Micaela y Enrique se habían dado el "sí, quiero" por primera vez el 31 de octubre de 1984 en Burdeos. Fue una boda por lo civil y tendrían que esperar varios años a poder ponerse las alianzas delante del altar de una iglesia. Antes, la Santa Sede hubo de anular el primer matrimonio del conde de París y una vez lo hizo, la pareja eligió la iglesia de Saint-Jean-Baptiste de l'Uhabia, en Arcangues, al lado de Biarritz, para, entonces sí, tener una boda por todo lo alto el 26 de septiembre de 2009.

El amor hubo de comenzar a ser más allá de la muerte tras el fallecimiento de Enrique. "Tenía la sensación de haber caído: ya no veía nada ni entendía nada", comentó Micaela Point de Vue. El funeral por la condesa viuda de París tendrá lugar la mañana del próximo martes 22 de marzo.

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