Rusia y Ucrania negocian un borrador que implica la renuncia de Kiev a la OTAN para que el Kremlin cese los ataques

Una mujer mayor, ayudada a huir de un edificio en llamas en Kiev.
Una mujer mayor, ayudada a huir de un edificio en llamas en Kiev.
Volodimir Zelenski / Telegram
Una mujer mayor, ayudada a huir de un edificio en llamas en Kiev.
El presidente Volodímir Zelenski reconoce que Ucrania no entrará en la OTAN y ésta era una de las condiciones exigidas por Putin para detener la invasión.
Atlas

¿Tres semanas han sido suficientes? Lo cierto es que parece haber una ventana para el optimismo. Tras 21 días de guerra, invasión y bombardeos, parece que Rusia y Ucrania están algo más cerca de la paz. Según informa Financial Times, las dos potencias habrían elaborado un borrador para terminar la guerra con quince puntos, entre los que está la renuncia de Kiev a entrar en la OTAN y que Ucrania se comprometa a no albergar bases militares ni armamento extranjero. Esto colmaría dos de las grandes peticiones de Moscú y el distanciamiento de la Alianza es algo que ya ha asumido el Gobierno de Volodimir Zelenski, como el mismo reconoció de nuevo este miércoles. Asimismo, el documento incluye que Kiev prometa no albergar bases militares o armas extranjeras a cambio de protección de aliados como EEUU, Reino Unido y Turquía. 

Con esto, parece verse algo de luz al final de un oscurísimo túnel, pero el líder de la delegación ucraniana, Mijail Polodiak, aseguró que se trata de la propuesta presentada por Rusia y que Ucrania "mantiene sus propias posiciones". Las claves para Kiev son un alto el fuego, la retirada de las tropas rusas y garantías de seguridad. Además, añade que Putin y Zelenski "podrían reunirse pronto" porque, dice, "es la única manera de resolver el conflicto". En este sentido, Rusia supedita el encuentro a un acuerdo previo, tal como apuntó el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.

Mientras, la parte bélica no se relaja. Y es que el Ejército ruso ha vuelto a bombardear este miércoles, según la parte ucraniana, un teatro en Mariúpol en el que había "cientos" de refugiados, aunque no se aclararon las cifras de afectados. Por su parte Moscú afirma que ha sido un ataque de falsa bandera del propio batallón neonazi Azov, que controla buena parte de la ciudad. Por el momento no hay mucha información sobre el ataque y sus consecuencias. 

El asedio se centró algunos barrios residenciales de Kiev, según el servicio estatal de Emergencia ucraniano (SES) y en otras ciudades no han parado de sonar las alarmas antiaéreas. Mientras, Rusia también acelera sobre Odesa, enclave fundamental para el Kremlin, pues cierra la salida al mar. Allí el ministro de Defensa ucraniano acusó a Rusia de bombardear la zona desde los buques. Por su parte, el Kremlin denunció que Ucrania planea "un ataque químico" de falsa bandera contra civiles.

Además, las autoridades ucranianas acusaron a Rusia de matar a 10 personas que hacían cola para comprar en la localidad de Chernijov. La OMS, sin ir más lejos, aseguró que se han producido un total de 43 ataques contra infraestructuras sanitarias en Ucrania desde el inicio de la guerra, si bien ha aclarado que aún no se sabe el número total de víctimas y de personas heridas. Mientras, la cifra de refugiados que siguen saliendo de Ucrania por unos endebles corredores humanitarios supera ya los tres millones, y la OIM alerta de que muchos (en su mayoría mujeres y niños) están expuestos a violencia sexual y trata. Polonia sigue siendo el principal país receptor. De hecho, su primer ministro, Mateusz Morawiecki, que junto a sus homólogos checo y esloveno se vio con Zelenski en Kiev, ha pedido más medidas a Occidente contra Rusia y ha reclamado "una Europa fuerte y decidida" frente a Moscú.

Con todo, Zelenski mantiene su mensaje y su alerta a Occidente. Este miércoles se dirigió con otro emotivo discurso al Congreso de Estados Unidos, y en sus minutos de intervención tuvo una interpelación directa al presidente Joe Biden. "Eres el líder de la nación, tu gran nación. Deseo que seas el líder del mundo. Ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz", sostuvo. Asimismo, comparó la situación que vive su país con un 11-S "cada día" e insistió en la necesidad de una zona de exclusión aérea contra Rusia, algo que Occidente sigue sin valorar por el riesgo de que desencadene "la Tercera Guerra Mundial". La Alianza, de hecho, volvió a rechazar tras la reunión de los ministros de Defensa de los países miembros una intervención militar en territorio ucraniano, aunque estos asumen que "hay que prepararse para una guerra larga" y en ese escenario Estados Unidos anunció el envío de un nuevo paquete de 800 millones de dólares de ayuda militar.

"Eres el líder de tu gran nación. Deseo que seas el líder del mundo. Ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz"

En el choque de relatos, Vladimir Putin mantiene el suyo. El presidente ruso insiste en que la invasión está "plenamente justificada" y además "está desarrollándose con éxito". El Kremlin se apoya en lo ya sabido: "Un ataque [de Ucrania] contra el Donbás y después contra Crimea era cuestión de tiempo". En este sentido, además, Putin también puso el foco en los aliados de Kiev. "Ucrania, alentada por Estados Unidos y varios países occidentales, se ha preparado deliberadamente para un escenario de fuerza, para una masacre sangrienta y una limpieza étnica en el Donbás", sentenció. 

"El pueblo ruso siempre será capaz de distinguir a los verdaderos patriotas de los traidores y escupirlos como si se tratara de una mosca que entra accidentalmente en su boca", añadió, dejando de nuevo clara la crudeza de sus discursos. Y, de hecho, tuvo un intercambio muy duro con el propio Biden, que le calificó de "criminal de guerra", unas palabras que el Kremlin calificó como "intolerables e imperdonables".

La guerra también cuenta con una vertiente informativa y en ella Zelenski entró de lleno con la aprobación de una ley que impide "la propaganda rusa" en los medios de comunicación y en los partidos políticos ucranianos. Así se recoge en un comunicado del Parlamento, en el que avisan además que la vulneración de esta norma conlleva desde multas hasta un cese obligado de la actividad. Para Ucrania, la batalla de la comunicación es decisiva, de ahí que el presidente haya mantenido en todo momento una presencia muy intensa en las redes sociales.

En lo que a la energía se refiere, Occidente no quiere que Ucrania se quede a oscuras por culpa de Rusia y por eso este miércoles la UE aprobó sincronizar su red eléctrica con la ucraniana. La sincronización incluye también a Moldavia, ya que junto con Ucrania constituyen una isla energética. Así, la red europea proveerá apoyo a los sistemas energéticos ucraniano y moldavo para que sean más estables. Era una medida prevista para dentro de unas semanas pero cuya implementación se ha acelerado por el delicado escenario bélico. La desconexión de la red eléctrica ucraniana de la rusa se produjo a finales de febrero, lo que aumenta el riesgo de apagones en el país, tras lo cual Ucrania y Moldavia pidieron acelerar el proyecto de interconexión de redes eléctricas con la UE que lleva en marcha desde 2017.

La ONU, a través de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ordenó este miércoles a Rusia detener inmediatamente la ofensiva militar contra Ucrania, y lo hizo con una resolución que salió adelante con 13 votos a favor y 2 en contra. Fue el propio Gobierno de Zelenski quien llevó el caso ante la CIJ alegando que Rusia no podía alegar que se estaba produciendo un genocidio en Ucrania. Kiev acusaba a Moscú de violar la Convención para la Prevención y la Sanción del Genocidio (1948), ratificada por ambos países.

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