¿Tu gato necesita perder peso? Consejos para animarle a moverse y hacer ejercicio

  • La obesidad incrementa el riesgo de padecer enfermedades como diabetes mellitus, artritis o problemas cardíacos.
  • Los expertos recomiendan unos 30 minutos al día de ejercicio repartidos en 3 o 4 momentos.
Según los últimos estudios el sobrepeso afecta ya a un 44% de los gatos.
Según los últimos estudios el sobrepeso afecta ya a un 44% de los gatos.
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Según los últimos estudios el sobrepeso afecta ya a un 44% de los gatos.

Cada vez más la obesidad es un problema que se acrecienta no solo entre los seres humanos sino también entre las mascotas. Perros y gatos no escapan al sobrepeso y según los últimos estudios ya afecta al 51% de los perros y el 44% de los gatos.

Pero, ¿qué factores influyen en este incremento de la obesidad en el caso de los gatos? Por un lado, la raza - el gato común europeo de pelo corto es por ejemplo una de las de mayor predisposición a sufrirla-, el estado fisiológico - como estar esterilizado-, determinados trastornos endocrinos como el hipotiroidismo, el hiperadrenocorticismo (o Síndrome de Cushing) o la diabetes mellitus, el sexo (los machos felinos son más propensos a tener kilos de más) y la edad (a mayor edad, más se ralentiza el metabolismo).

Sin embargo, también hay factores ajenos al estado físico y de salud del propio felino que afectan a este aumento de la obesidad. Un estudio realizado recientemente por Purina, revelaba que uno de cada tres propietarios de mascotas no reconoce cuando su animal tiene sobrepeso lo que sugiere, según la compañía dedicada al cuidado de las mascotas, “una falta de capacidad por su parte para detectar esta problemática”.

Los veterinarios advierten que la obesidad incrementa el riesgo en el animal de padecer enfermedades tales como diabetes mellitus, problemas del tracto urinario inferior (FLUTD), artritis y artrosis, enfermedades cutáneas, lipidosis hepática, intolerancia al ejercicio y problemas cardíacos. Razones todas ellas importantes para intentar vigilar mejor su peso, detectar a tiempo la existencia de algún problema y acudir al veterinario para tratarlo.

Por un lado, el control de la dieta del felino, con una alimentación sana y equilibrada va a ser fundamental para conseguir esa pérdida de peso pero además, como cuidadores, contamos con otra gran baza en nuestra mano: fomentar la actividad física y los juegos con nuestra mascota. En el caso de los felinos, los expertos recomiendan dedicarle unos 30 minutos al día repartidos en 3 o 4 momentos de unos diez minutos aproximadamente cada uno. ¿La razón? Por regla general un gato no jugará mucho tiempo seguido por lo que es preferible no saturarlo y jugar varias veces al día para que le resulte más divertido y atractivo. Si somos constantes con estas prácticas es posible ver resultados en uno o dos meses.

¿Qué tipo de juegos podemos realizar con el gato? Las posibilidades son infinitas y muchas de ellas no requieren, además, de grandes presupuestos. Podemos dividirlas en tres grandes grupos:

Juegos de inteligencia

Los juegos de inteligencia son un buen recurso para conseguir que el felino se ponga en forma. La mayoría de ellos ofrecen un incentivo - que puede ser un trozo de comida, hacerse con un juguete, un sonido que le gusta...- que motiva enormemente al gato a moverse para conseguirlo. Uno de los más populares es el llamado kong, un juguete que el gato debe agitar y mover para lograr sacar las golosinas que lleva dentro (recomendable en este caso, claro, que sean light). También los hay algo más complejos como los carriles o circuitos de juego y caza.

Ejercicio activo

En este tipo de ejercicio es fundamental la implicación del cuidador ya que se convierte en una especie de entrenador para conseguir la motivación del minino. Se recomienda utilizar como complemento juguetes que le gusten especialmente al gato - los que hacen ruidos, tienen sonidos o luces les suelen encantar- pero también podemos recurrir a recursos caseros sencillos, baratos y muy atrayentes como bolitas de papel de plata, un rollo de papel higiénico, un ovillo de lana, una goma elástica, el movimiento de una cuerda o algo que le guste escondido debajo en una caja que se desliza por el suelo.

Aprovechemos el instinto cazador del gato, al que por naturaleza le gusta perseguir y atrapar todo lo que se mueva delante de él. Y precaución, mucho cuidados con objetos pequeños que pueda ingerir o bolsas de plástico que pueden suponer un peligro de asfixia. Tampoco se recomienda un uso excesivo de los punteros láser ya que el animal se suele frustrar al perseguir algo que nunca puede cazar.

Si hay espacio en la casa y habilidades para el bricolaje también se puede crear un circuito específico con pasarelas y estanterías fijas en la pared o invertir en alguno de los múltiples modelos que se venden en tiendas especializadas.

Ejercicio pasivo

Y por último, aunque no menos eficaz, se puede conseguir que el gato se ejercite casi sin darse cuenta aprovechando los recursos propios de una vivienda. Por ejemplo, si se vive en una casa de dos plantas repartir su porción de comida en dos para que tenga que subir y bajar las escaleras, colocar su comedero en un mueble con cierta altura para que tenga que saltar si quiere comer, esparcir sus juguetes favoritos por diferentes puntos y habitaciones de la casa para que tenga que moverse para encontrarlos... Y por supuesto, si hay posibilidad y ganas de cuidarle como se merece, otro compañero felino de juegos puede ser otra estupenda opción para incitarle al juego y el movimiento.

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