El proceso ha funcionado, según defienden el profesor José María Moreno (diseñador del programa) y el edil de Ciencia y Tecnología, Ricardo Cavero, pero el resultado no convence a buena parte de los vecinos: 30.000 euros se destinarán a eliminar 16 barreras arquitectónicas en el cruce de Salvador Allende y Pablo Ruiz Picasso (en Picarral), y 15.000 1 a mejorar columpios.

Las entidades vecinales votaron que la supresión de barreras era la prioridad del distrito, y le debía corresponder el 50% de la inversión. Le seguían, como actuaciones más demandadas, la mejora de zonas verdes (20%), los potreros (20%) y la limpieza (10%). Para estas actuaciones no llegará presupuesto y la mayoría de los barrios no podrán disfrutar de las mejoras que se derivan de la inversión en obras menores.

Los vecinos deben ratificar el resultado en el pleno de la Junta de Distrito que se celebrará a fin de mes. Todos acatarán la decisión, porque así lo acordaron antes de poner en marcha el sistema. Aún así, consideran que el ordenador ha acertado y que el fallo está en la decisión política y la reducida partida presupuestaria que les dejaron gestionar. Aún así, están dispuestos a repetir el proceso en 2006, si les dejan, con más dinero.