Nadie olvida que fue el propio príncipe Harry quien confirmó, en la entrevista que concedieron los duques de Sussex el año pasado a Oprah Winfrey, que la relación con su padre, el príncipe Carlos de Inglaterra, se había visto muy resentida desde que se habían marchado él y su esposa, Meghan Markle, de Londres para instalarse en California. Además, una de las más graves especulaciones fue que el heredero al trono era el responsable del comentario racista sobre Archie antes de que este naciera.

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Aquello se desmintió por parte de la familia real británica (aunque nunca aclararon quién dijo aquellas palabras, algo que se espera resuelva el príncipe en su futura autobiografía), pero quedó un resquemor que poco a poco han ido intentando limar las dos partes. Sobre todo Carlos, de quien ahora se puede decir que no solo no se olvida de su hijo sino que también tiene muy presente a su nuera en su día a día.

Y todo se debe a un evento en Clarence House, donde por ahora viven (están a la espera de mudarse dentro de poco, muy probablemente a Buckingham Palace). Allí, Camila de Cornualles ha mantenido un encuentro esta semana con tres laureadas deportistas británicas por el Día de la Mujer: Kat Cordiner, Abby Johnston y Charlotte Irving.

Las cámaras, entre fotografías y vídeos, han podido captar la decoración que tienen Carlos y su esposa en el salón principal de su actual residencia oficial. Y entre los diferentes retratos que hay de varios miembros de los Windsor, hay uno que ha llamado poderosamente la atención de los seguidores. Uno, además, muy especial para el hijo de Isabel II.

Se trata de una imagen en blanco y negro del día de la boda del príncipe Harry y Meghan Markle. Y es que la duquesa, debido a la ausencia de su padre, Thomas Markle, por las consabidas desavenencias, fue acompañada hasta el altar por el príncipe Carlos. Y justo la entrada de la novia en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor con su suegro a su lado es la fotografía que tienen los herederos en su salón.

Además, hay otra imagen muy curiosa. Se trata de un retrato de su hijo Harry en solitario, durante los Invictus Games de 2014, unos juegos de los que se ha mostrado profundamente orgulloso, ya que él mismo los fundó para apoyar a los veteranos de guerra de los países de la Commonwealth.