
Kiko Jiménez acudió este jueves a Sálvame para contar "los desprecios" que Ana María Aldón habría sufrido en su presencia por parte de Gloria Camila y Rocío Flores, quienes le habrían hecho la cruz por apoyar a Rocío Carrasco.
El joven compartió que, durante su noviazgo con la hija de José Ortega Cano, apreció varios gestos desagradables en los encuentros familiares. En sus palabras, una muestra de ello eran "las caras" que Rocío Flores le dedicaba a la tertuliana de Viva la vida cada vez que pedía su asiento cuando ponían la mesa.
Jiménez también recordó el enfado de Gloria Camila cuando regresaron a la casa de Ortega Cano después de un tiempo: "Cuando volvimos se encontró con que habían cambiado la decoración y había un cuadro en la chimenea que era de Ana María y Ortega Cano. Pilló un rebote y dijo '¿quién se cree que es, Rocío Jurado, como para colgarse aquí donde estaba antes mi madre'?".
El novio de Sofía Suescun apuntó que la exconcursante de Supervivientes sentía que no era "valorada" en la familia del extorero, y que, según le contaron recientemente, a raíz del documental de Rocío Carrasco, Rocío, contar la verdad para seguir viva, la situación familiar habría empeorado.
"Hay muchas desavenencias entre ellos, no atraviesan su mejor momento", comenzó. Y luego sentenció: "Ana María Aldón se cree a Rocío Carrasco, por supuesto. Y eso no se encaja muy bien". Unas palabras tras las que Jorge Javier Vázquez dijo que "Ana María tiene una serie de reticencias hacia Rocío Flores", y que ya habría decidido dar el paso de divorciarse.
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