Tras su paso por quirófano el pasado jueves, Anita Matamoros ya se encuentra mejor. Y es que la hija de Kiko Matamoros y Makoke se vio obligada a someterse a una operación de boca debido a los fuertes dolores que estaba sufriendo.

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La influencer ha reaparecido en sus stories de Instagram y ha explicado que se siente bien, aunque todavía no tiene las fuerzas suficientes para cumplir con su rutina habitual. 

Por este motivo, en lugar de hacer deporte de forma intensa, se ha decantado por una sesión de pilates y por realizar actividades que no requieren demasiado esfuerzo, como pensar en la decoración de su casa, donde está incorporando distintos tipos de plantas.

La joven ha pasado hasta en cuatro ocasiones por quirófano para solucionar la dolencia que arrastra en la boca desde pequeña, cuando sufrió una caída con la que perdió un diente y un nervio.

"Ese hueco vacío cada vez se iba hundiendo más y la encía se iba retrayendo. Se me estaba poniendo de un color oscuro y, si lo dejas pasar, acabas perdiendo el hueso", contaba a sus seguidores hace dos años, a la espera de recibir un injerto.