Putin toma la mayor central nuclear de Europa en Zaporiyia y busca 'apagar' la capacidad energética de Ucrania

Rusia toma la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa
Rusia toma la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa
Europa Press
Rusia toma la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa
La toma de la central de Zaporiyia por las tropas rusas.
Atlas

Vladimir Putin quiere dejar a Ucrania completamente a oscuras para que no reaccione a la invasión y por eso ha dado un giro a la guerra mirando ya a la energía. La muestra más clara de esto, altamente peligrosa, fue la toma de la central de Zaporiyia por parte de las tropas rusas. De hecho, el mundo estuvo en vilo después de que las fuerzas del Kremlin atacasen las instalaciones de la central nuclear más grande de Europa y provocaran un importante incendio. Se ha convertido, de hecho, en un símbolo tanto de la resistencia ucraniana, pues estuvo defendida durante horas por civiles, como de las intenciones de Moscú, que tiene capacidad para apretar el botón nuclear.

La guerra en Ucrania se ha hecho ya casi costumbre después de más de una semana de choque. Kiev, que hace nada era una ciudad europea más, ahora es un ring de combates. Y es que Rusia se sigue centrando en las grandes ciudades para cercar a los ucranianos y poder asaltar al final directamente al Gobierno de Volodimir Zelenski, que habría sobrevivido ya a tres intentos de asesinato por parte de mercenarios rusos. La capital, Járkov y Mariupol siguen siendo las joyas de la corona para un Putin que insiste: "Iremos hasta el final".

El plan de Moscú cuenta también con un componente de desgaste para minar las esperanzas de Ucrania. Por ahí va el giro hacia la energía que ha dado Rusia con la toma de centrales nucleares, pues Zaporiyia se ha unido a una maniobra que se hizo hace días en Chernóbil. "¡Europa debe despertarse ya! La central nuclear más grande de Europa está en llamas, se están desconectando ahora mismo unidades nucleares. Si explota es el fin de Europa", comentó el propio Zelenski en un cruce de acusaciones con Moscú. El Kremlin asegura que el incendio en la central se debió a una "provocación" por parte de Kiev y niega el ataque. Dice que solo actuaron en respuesta a "saboteadores ucranianos".

El paisaje es de una guerra que recuerda los peores tiempos de Europa, pero este viernes parece haber más calma que en días anteriores dada la teórica apertura de corredores humanitarios acordada por las partes en su segundo encuentro. El alto al fuego es una condición sine qua non para ayudar a los civiles a salir del país y se espera que se pueda respetar durante las próximas jornadas de conflicto. El establecimiento de corredores humanitarios requiere una negociación pormenorizada de todos los detalles si se quieren evitar problemas y errores que torpedeen el cometido para el que se instauran, que no es otro que permitir salir de una determinada zona a la población y hacer llegar ayuda humanitaria a la misma para quienes decidan quedarse.

Eso sí, las versiones sobre la dinámica de la invasión, como es lógico, chocan. Moscú asegura que Ucrania ya está rodeada e incide en que no frenará su ofensiva hasta lograr el objetivo -que, se entiende, es deponer al Ejecutivo de Zelenski-, pero el lado ucraniano asegura que sigue aguantando. "Nuestros defensores han contenido al enemigo en gran parte de las direcciones. En algunas, las Fuerzas Armadas han llevado a cabo operaciones de contraofensiva con éxito", sostuvo el ministro de Defensa de Ucrania Oleksiy Reznikov, aunque destaca que los encarnizados enfrentamientos siguen en Sumy y Chernígov en un intento por proteger a Kiev.

"Hemos dejado claro que no vamos a entrar en Ucrania, con tropas ni tampoco con aviones en el espacio aéreo"

El hecho de que la guerra se complique más y más con el paso de los días y la opción de que Rusia pase a usar todo su arsenal no hace cambiar la posición de la OTAN. No habrá tropas ni aviones aliados en Ucrania, que no forma parte del bloque. Así lo confirmó el secretario general Jens Stoltenberg este viernes, cuando además cerró la puerta a una zona de exclusión aérea sobre Ucrania. 

"Hemos dejado claro que no vamos a entrar en Ucrania, con tropas ni tampoco con aviones en el espacio aéreo. La única forma de implementar una zona de exclusión es mandar aviones de la OTAN e imponerla derribando aviones rusos", dijo. Eso supondría entrar en una guerra con Rusia de forma directa. En todo caso, el secretario de Estado de EE UU, Anthony Blinken, tiene claro que si la guerra llega a zona aliada los países "están preparados".

Kiev, en cambio, insiste en que es una medida necesaria y el ministro de Exteriores incluso repartió responsabilidades. "Nuestro Estado está listo para luchar, continuamos luchando contra la invasión rusa, pero necesitamos ayuda para repeler los ataques en el aire. Si no, tendréis que compartir la responsabilidad por la muerte y el sufrimiento de la población civil ucraniana, que está muriendo bajo los ataques de los aviones rusos", avisó Dymitro Kuleba, que, como Zelenski, apunta que la alternativa a esa exclusión es "seguir armando" a los civiles y a las tropas ucranianas. "Entendemos la desesperación, pero si hacemos eso acabaremos teniendo una guerra total en Europa, generando más sufrimiento", respondió Stoltenberg a este respecto.

Vladimir Putin bajo el ruido de una guerra cruenta y que evoca tiempos muy oscuros no modifica ni un ápice ni su posición ni su discurso. ¿Repetirá la maniobra con otros países como muchos temen? Él insiste en que no, pero en la última semana su credibilidad ha quedado reducida a cero, como avisó el presidente francés Emmanuel Macron. Pero pide a Occidente que no "escale" en lo que el Kremlin considera "ataques" contra Rusia. "Quiero enfatizar nuevamente: no tenemos malas intenciones hacia nuestros vecinos y les aconsejaría que no escalen la situación, que no impongan restricciones", esgrimió, según la agencia TASS. Y celebró que Rusia puede salir ganando incluso con las sanciones: "Nos reforzaremos porque adquiriremos nuevas capacidades".

Por otra parte, Putin desveló que la tercera ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania tendrá lugar este fin de semana, en una conversación con el canciller de Alemania, Olaf Scholz. Así lo han trasladado ambas partes, que han acordado volver a dialogar sobre la situación en Ucrania "pronto". En un comunicado, el Gobierno alemán ha mostrado "mucha preocupación" por la situación y ha hecho un llamamiento a las autoridades rusas para "cesar" todos los combates "de inmediato" y permitir el acceso humanitario a las áreas en disputa.

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