Estamos en el océano Glacial Ártico, muy al norte de Europa, casi en el fin del mundo. Aquí está el archipiélago Svalbard (“costa fría” en noruego antiguo). Se trata de un grupo de islas que forman la parte más septentrional del reino de Noruega. Sólo tres de sus islas están habitadas: Spitsbergen, isla del Oso y Hopen.
En las islas Svalbard encuentran su hábitat especies emblemáticas del Ártico como la beluga, el oso polar, la morsa... y las semillas. Porque aquí, en Spitsbergen, se ubica Svalbard, el arca de Noé vegetal, que atesora (esa es la palabra) la mayor colección de la biodiversidad agrícola global, salvaguarda de la base de la alimentación mundial.
Es la mayor colección de la biodiversidad agrícola global, salvaguarda de la base de la alimentación mundial
Hablamos de un tesoro de inmenso valor: un almacén subterráneo de semillas de miles de plantas de cultivo de todo el mundo, construido para salvarlas ante la posibilidad de una catástrofe global. Guarda más de un millón de muestras de semillas de diferentes cultivos de casi todos los países del mundo.
El Banco Mundial de Semillas de Svalbard fue inaugurado en 2008, pero para nosotros es ahora noticia porque España ha anunciado el depósito allí de más de mil semillas. La casualidad es que el anuncio llega justo hoy que el mundo vuelve a sentir un escalofrío porque alguien (en este caso Rusia) vuelve a hablar (léase amenazar) de armamento nuclear y de las consecuencias de utilizarlo. Eso sería una catástrofe global.
"Aunque puede tener papel en caso de catástrofe mundial, se considera que su valor reside mucho más en proporcionar respaldo a las colecciones individuales en caso de que las muestras originales, y sus duplicados en los bancos de genes convencionales, se pierdan debido a desastres naturales, conflictos humanos, cambios en las políticas, mala gestión o cualquier otra circunstancia", resume la web de la Cúpula de Svalbard.
Un mecanismo de protección
Porque, efectivamente, no es que este arca de Noé noruego sea el único en el mundo. Antes al contrario muchos países desarrollados tienen el suyo. Es el caso español. España va a depositar allí más de mil semillas, pero este envío no supone una sustitución del nuestro, sino que constituye un mecanismo de protección adicional.
"Su valor reside más en proporcionar respaldo a las colecciones individuales de semillas de cada país"
"Sólo una vez ha hecho falta recurrir al banco de Svalvard para solicitar semillas, con ocasión de regenerar las muestras del banco que existía en Siria, que fue destruido por la guerra”, explica Luis Guasch, investigador del INIA-CSIC y director del Centro de Recursos Fitogenéticos de este instituto.
Un equipo de investigadores del INIA-CSIC ha seleccionado más de mil variedades vegetales de la colección nacional que serán depositadas en Svalbard. Por primera vez, esta instalación incorporará variedades procedentes de España, país de gran riqueza en biodiversidad al ser puente entre Europa, Iberoamérica y África.
"Sólo una vez ha hecho falta recurrir a Svalvard: fue para regenerar las muestras del banco de Siria, destruido por la guerra”
Las primeras 1.080 variedades españolas ya están preparadas en congeladores para hacer su viaje hasta el archipiélago Svalbard. De ellas: 300 son cereales de invierno, 114 de las cuales corresponden a trigos; 510 son leguminosas, de las que 189 son judías; 200 son hortícolas, 81 de ellas tomates, y 108 variedades de maíces. Allí estarán por un periodo de unos 10 años, que puede irse renovando.
Seguro, gratuito y a largo plazo
El sistema español de conservación de recursos fitogenéticos, de semillas y plantas de vivero, se creó en 2006. Se basa en un sistema de duplicados o copias de seguridad de las colecciones activas o de intercambio. El envío de parte de la colección a la Cúpula de Svalbard no supone una sustitución de este sistema de seguridad, sino que constituye un mecanismo de protección adicional.
El arca de Noé de Svalbard tiene un propósito humanitario y forma parte del sistema internacional de conservación de la diversidad fitogenética guiado por la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Ofrece un almacenamiento seguro, gratuito y a largo plazo de los duplicados de semillas de todos los bancos de genes y de las naciones que participan en el esfuerzo conjunto de la comunidad mundial para garantizar el futuro suministro de alimentos del mundo.
Cuando se creó la Cúpula de Svalbard España hizo una aportación económica extraordinaria a la FAO, pero esta es la primera vez que envía semillas.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios