Palo económico para el turismo, el lujo y el textil por el 'veto aéreo' cruzado entre Putin y la UE: así afectará a España

Una avión de la aerolínea rusa Aeroflot, en una imagen de archivo.
Una avión de la aerolínea rusa Aeroflot, en una imagen de archivo.
EUROPA PRESS
Una avión de la aerolínea rusa Aeroflot, en una imagen de archivo.
Una avión de la aerolínea rusa Aeroflot, en una imagen de archivo.
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La invasión rusa de Ucrania ha desatado una catarata de severas sanciones por parte de los países del bloque occidental para asfixiar la economía del país y lograr que cesen las hostilidades. En ese contexto, el pasado domingo España anunció que cerraría su espacio aéreo a las aerolíneas rusas, una medida a la que Rusia respondió con la clausura de sus cielos a las aeronaves españolas al día siguiente.

Una medida como esta podría haber tenido consecuencias dramáticas para el turismo español si hubiera ocurrido con Francia o Alemania, pero la situación geográfica de Rusia y sus escasos vínculos con España hacen pensar que el impacto de esta medida será limitado. No obstante, aunque a nivel general la economía española no se resentirá por los cierres aéreos -es mucho más temible la escasez de gas y de petróleo que podría derivarse del conflicto - sí que habrá sectores y zonas específicas del país que se verán perjudicadas. 

Aerolíneas: los rusos apenas suponen el 1% de los pasajeros

El primer sector que resultaría dañado por el cierre mutuo de los espacios aéreos es, evidentemente, el de las aerolíneas. Sin embargo, los efectos serán, incluso en el peor de los casos, bastante leves. "El impacto directo del conflicto bélico en el caso de España no va a ser muy grande, dado que antes de la pandemia el tráfico aéreo entre Rusia y España apenas representaba un 1% del total y, además, las rutas transiberianas tampoco eran demasiadas", explica Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), mayoritaria en el sector.

En 2019, salieron desde los aeropuertos españoles hacia Rusia un total de 2,4 millones de rusos, lo que representa apenas un 0,9% del total de desplazamientos registrados aquel año. Además, la pandemia ya había provocado un fuerte desplome de las llegadas de viajeros desde ese país, que el año pasado superaron por poco los 200.000. A esto hay que añadirle que las cifras de residentes españoles en Rusia -en 2021 había solo 2.400 censados- y de rusos en España (80.740) son escasas.

De hecho, las aerolíneas se muestran más preocupadas por la subida en los precios de los combustibles derivadas del conflicto y el impacto de la guerra en la confianza de los consumidores, que en el propio cierre de espacios aéreos. "Cuando hay un conflicto bélico, en muchos casos, los consumidores se lo piensan antes de reservar. Todavía es muy prematuro, pero es de esperar que si el conflicto bélico se extiende tenga un impacto sobre la demanda de transporte y la tan ansiada recuperación", añade Gándara.

"El impacto directo del conflicto bélico en España no va a ser muy grande. Antes de la pandemia el tráfico aéreo ambos países apenas representaba un 1% del total"

Turismo: los daños se concentran en la Costa Brava y la Costa del Sol

La segunda derivada de la sanción es el turismo, un sector estratégico para la economía española que antes de la pandemia aportaba más del 10% del PIB nacional. Para este sector, el visitante ruso es residual si se compara con nacionalidades como la británica o la alemana. Sin embargo, la ausencia de llegadas desde Rusia puede dañar a determinados segmentos locales del turismo.

"La cancelación de los vuelos afecta fundamentalmente a Barcelona, Málaga, Valencia, Alicante y Madrid", explica a este diario Bartomeu Deyá, vicedecano de la Facultad de Turismo de la Universidad de les Illes Balears (UIB). No en vano, en 2019 casi la mitad de los vuelos que salieron desde aeropuertos españoles al país despegaron del aeródromo de Barcelona-El Prat. Entre los primeros puestos también se encuentran el aeropuerto de Alicante-Elche, con 277.709 viajeros, Tenerife Sur (179.356), Palma de Mallorca (178.388) y Málaga-Costa del Sol (171.189).

"El turista ruso está sobre todo arraigado en la Costa Brava y la Costa del Sol. Estamos hablando de un turista no solamente vacacional, sino que en muchas ocasiones es residencial: hay gente tiene segunda residencia y pasa determinados momentos del año en España", prosigue Deyá. En estas zonas del país, sí que es importante "por su poder adquisitivo y su nivel de gasto". Entre las empresas que podrían verse más perjudicadas por la ausencia de rusos, el experto señala las compañías que dan soporte a jets privados o el alquiler de barcos de lujo y de mansiones.

"La cancelación de los vuelos afecta fundamentalmente a Barcelona, Málaga, Valencia, Alicante y Madrid"

El mercado ruso puede resultar muy goloso para esa industria del alto standing, pero en cuanto al gasto general no es significativo: apenas aportaba el 2,2% de los ingresos del sector en 2019, un porcentaje que en 2021 se había desplomado al 0,6%. Bartomeu Deyá señala que, aunque el turista ruso registró cierto auge hace diez años, después de la anexión rusa de Crimea en 2014 se frenó en seco por el efecto de las primeras sanciones. 

Comercio: textil y artículos de lujo

Respecto al comercio, tampoco se espera que los efectos del cierre del espacio aéreo sean demasiado apreciables, aunque como el caso del turismo sí puede dañar algunas actividades específicas. Entre ellas, destacan por encima del resto el comercio textil y los complementos textiles, explica Guillermo Rivas, Secretario General Asociación Española de Profesionales de Comercio Exterior (Acocex). "Zara muchas veces hace envío aéreo, también en vuelos regulares", destaca Rivas, quien señala también que la sanción puede dejar a "tiendas de un nivel medio-alto en las principales ciudades rusas desabastecidas".

En 2020, España vendió a Rusia productos textiles y complementos por valor de 239 millones de dólares, el segundo producto que más ingresos generó a las empresas españolas en ventas en el extranjero a ese país.

"Zara muchas veces hace envío aéreo  también en vuelos regulares y puede dejar a tiendas de un nivel medio-alto en las principales ciudades rusas desabastecidas".

Además, Rivas destaca que otros negocios como la relojería, la joyería y la bisutería también dependen del tráfico aéreo para vender en Rusia. "Nos vamos a encontrar que determinadas compañías tienen un problema, porque prácticamente el 95% de su tráfico internacional a Rusia es por vía aérea. A una empresa muy concreta le puede hacer bastante daño, pero a nivel nacional no nos hace tanto como el textil o los complementos", añade. 

Por el lado de las importaciones, los problemas tampoco vendrán por el cierre de los cielos. "No hay productos significativos de Rusia que vengan por vía aérea", explica Rivas. "Las mercancías que llegan suelen ser transformados metálicos y son sectores que no utilizan el tráfico aéreo. La población rusa no es importante numéricamente en España y el tipo de negocio de la inversión rusa que hay en España tampoco genera un trasiego continuo de mercancía por vía aérea" concluye.

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