Mañueco quiere un gobierno en solitario en Castilla y León, pero Vox mantiene la "esperanza" de cogobernar

Alfonso Fernández Mañueco (derecha) y Juan García-Gallardo (izquierda).
Alfonso Fernández Mañueco (derecha) y Juan García-Gallardo (izquierda).
EFE
Alfonso Fernández Mañueco (derecha) y Juan García-Gallardo (izquierda).
Mañueco no marca líneas rojas tras una reunión "agradable" con Vox.
Europa Press

La distancia entre el PP y Vox disminuye a medida que se necesitan y sus escaños conforman cada vez más mayorías. A pesar de que Mañueco se inclina por un gobierno en solitario, tras ganar las elecciones, Vox reclama su parte del pastel como segunda fuerza, aunque admiten que la distancia entre ambos "aún es muy grande".

El presidente en funciones de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha dicho que quiere "un gobierno en solitario fuerte, estable y que también permita mayor agilidad y eficacia a la hora de la gestión e impulso del futuro de Castilla y León. Vamos a seguir trabajando por las personas de la Comunidad".

Ha manifestado su intención de "agotar" esa ronda de diálogos con todas las fuerzas con representación en las Cortes, ya que tiene las "manos libres" para "explorar todas las posibilidades".

Ha desvelado que desde Vox se han emplazado a realizar un segundo encuentro para "explorar y elaborar un programa de legislatura", ya que, según ha reconocido "podría haber oportunidades de avanzar en esa dirección".

Asegura que, a pesar de no haber marcado "líneas rojas", Mañueco ha hablado de "principios básicos que no pueden ser obviados", ha afirmado, en referencia a un "autonomismo útil, crucial y básico, la apuesta por la cohesión y defensa de la integridad territorial y la defensa firme de la igualdad en todos sus ámbitos".

Un segundo encuentro

Por su parte, el líder de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha reconocido este miércoles la distancia que separa a su partido con el PP, y sospecha que les quieren dar "un trato distinto" al que dieron a Ciudadanos en el acuerdo anterior en esta comunidad, aunque mantienen "la esperanza sobre la posibilidad de un acuerdo de gobierno".

"El mandato de los ciudadanos es cristalino y hay que jugar esas cartas", ha dicho García-Gallardo que ha evidenciado que la mayoría absoluta en las Cortes de Castilla y León está en 41 escaños para recordar a renglón seguido que el PP solo tiene 31.

En este sentido, el partido de Abascal tiene claro que "si Vox no entra en el Gobierno para cambiar el rumbo de la comunidad", votarán en contra de darle a Mañueco un gobierno libre de cargas durante los próximos cuatro años.

En este sentido, las negociaciones son y serán cara a cara, pues García-Gallardo ve a Mañueco como "único interlocutor", sin interferencias desde Génova, que en estos días vive una situación delicada.

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