PERFIL | El momento Feijóo: el 'delfín' de Fraga valora ya coger el tren de Génova tras dejarlo pasar en 2018

El presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
El presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
EFE
El presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Llega el momento de Alberto Núñez Feijóo. Cuando el núcleo duro del PP se desmorona y las opciones para sustituir a Pablo Casado al frente de la dirección nacional del PP comienzan a agotarse, su figura emerge como la de un 'salvador' capaz de recuperar el prestigio de la siglas del partido. 

Si Isabel Díaz Ayuso o Juanma Moreno, líderes en la Comunidad de Madrid y Andalucía, respectivamente, han descartado públicamente su candidatura por la presidencia nacional de la formación, Feijóo no ha hecho más que amagar un paso adelante. "Todos debemos estar a la altura de las circunstancias y tomar decisiones, yo entre ellos", dijo una de tanta veces este martes, insinuando la posibilidad de dejar de la presidencia de la Xunta de Galicia para convertirse en la alternativa a Pedro Sánchez en Moncloa.

Feijóo es la excepción que confirma la regla. En su caso, es la segunda vez que pasa el tren de la dirección nacional del PP frente sus ojos. En la primera, decidió no subirse: fue en 2018, cuando mediada su tercera legislatura al frente de la Xunta, anunció al borde del llanto su renunció a suceder a Rajoy al frente del PP nacional. "Para mí, ser presidente de Galicia, como le dije a los gallegos cuando les pedí su confianza, es la mayor de mis ambiciones políticas", dijo el 18 de junio de aquel año desde un hotel de Santiago de Compostela, antes de argüir que los gallegos habían votado por él en 2016 y por "coherencia", no podía abandonar su puesto "sin haber completado" su "compromiso".

La historia se repite, ese mantra sí que lo cumple. Ahora, cuando le quedan también dos años de mandato al frente de la comunidad gallega, Feijóo tiene la oportunidad de convertirse ex novo en candidato a presidir a los populares. Muchas voces en el seno del partido entonaron su nombre después de sus primeras declaraciones sobre "volver a unir al partido" tras la guerra abierta entre Ayuso y Casado. 

Alberto Núñez Feijoo (Orense, 10 de septiembre de 1961)

En el seno del partido, muchos barones y afiliados señalan a Feijóo como su candidato predilecto para tomar los mandos de cabina del PP. A su juicio, sus muchos kilómetros recorridos y las grandes dotes que ha demostrado para sortear todo tipo de obstáculos lo convierten en el 'maquinista' ideal ahora que asola la tormenta sobre el partido.

Al menos por el momento, a Feijóo siempre le ha sonreído la climatología en política. Desde que concurriera por primera vez a las elecciones del parlamento gallego allá por 2009, el líder del PPdeG solo ha conocido la victoria. En trece años ha revalido hasta cuatro veces su presidencia en la urnas, en todas ellas sumando mayoría absoluta. De hecho, actualmente, es el único de los barones del PP que puede presumir de mantener a Vox como una fuerza meramente testimonial en el panorama político autonómico. 

Su historia evoca, irremediablemente, los ecos de su antecesor al frente del PP gallego, Manuel de Fraga. De él fue conselleiro de Infraestructuras en su último gobierno (2006), y sobre él, ha mostrado en más de una ocasión el orgullo que supone pertenecer a la formación que fundó, hace más de tres décadas, Fraga, “uno de los padres de la Constitución”. Ambos podrían compartir a partir de ahora un asunto no menos importante: ser candidato a la presidencia del Gobierno de España.

Su perfil es el de un político veterano, acostumbrado a capitanear nutridas plantillas de trabajadores, como la que dirigió al frente de Sociedad Estatal Correos y Telégrafos en su preámbulo a la carrera política (2001-2003). Feijóo es un político de vieja guardia, siempre cuestionado por la oposición y con algunos fantasmas agitando su armario.

Por ejemplo, su nombre ha sido vinculado en más de una ocasión a un personaje a Marcial Dorado: el narcotraficante condenado en 2009 a seis años de prisión por blanqueo de capitales procedente del tráfico de drogas cometido por una organización de la que él era el jefe. Una foto de ambos subidos a un yate que surcaba las aguas de la ría de Vigo ha acompañado al líder gallego durante todos sus años de mandato. Para muchos, esta imagen forma parte de un extenso álbum de momentos compartidos cuando el de Orense era el número dos de Sanidad en el Gobierno de la Xunta. 

Preguntado por Jordi Évole por el caso, el líder gallego renegó de la amistad que muchos le achacaban. "Es importante señalar que entre el señor Dorado y yo no hay ni una amistad estrecha ni ancha, ni tampoco hay una relación directa, sino que le conozco a través de un compañero de la Xunta de Galicia", puntualizó. 

Pese a todo, a sus 60 años, Feijóo ha sido capaz de salir triunfante de todas las pugnas políticas que ha librado hasta la fecha y ahora podría cosechar su última gran victoria. De Madrid a Galicia, algo más de 500 kilómetros le separan de poder convertirse en el próximo presidente del PP. 

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