"Es un descanso para mí y para toda la familia", asegura Susana (nombre ficticio), que la semana pasada denunciaba en 20minutos.es que llevaba casi dos meses esperando para enterrar a su cuñado por problemas burocráticos.

El cadáver de su cuñado apareció el pasado 15 de junio en la Cañada Real y a pesar que tres días más tarde el Instituto Anatómico Forense confirmó que era él, la familia no tenía permiso para enterrarlo. La jueza había pedido que le reconstruyeran las huellas dactilares, proceso que tarda "normalmente dos meses".

Este lunes, por fin, Susana ha recibido una llamada del Anatómico Forense: ya pueden dar sepultura a su cuñado. El cuerpo será enterrado este martes a las 12.15 h en Rivas-Vaciamadrid.

"Me parece mucha coincidencia que salga la noticia en los medios y que se solucione así de rápido", sospecha. "Es indignante". Aun así, reconoce que está más tranquila: "Sé que ahora voy a tener un sitio al que poder llevarle flores a mi cuñado".