¿Quién es quién en la crisis de Ucrania? Más allá de Putin y Biden... están Lavrov, Blinken, Stoltenberg o Zelenski

Anthony Blinken y Sergei Lavrov, antes de la reunión en Ginebra.
Anthony Blinken y Sergei Lavrov, antes de la reunión en Ginebra.
MARTIAL TREZZINI
Anthony Blinken y Sergei Lavrov, antes de la reunión en Ginebra.

Hay dos caras que se han convertido en las figuras visibles en la crisis en torno a Ucrania: Vladimir Putin y Joe Biden. Ambos lideran las dos potencias que en realidad se enfrentan en una especie de Guerra Fría 2.0 que amenaza con escalar en los próximos días. Rusia y Estados Unidos juegan una partida en la que Kiev simplemente se parece haber convertido en la pieza clave. 

Para Moscú, Ucrania es la joya de la corona en el ideario pos soviético del Kremlin; para Washington se ha convertido en el elemento propicio para revitalizar la OTAN tras el fracaso en Afganistán. Pero más allá de los presidentes, la crisis incluye a muchos nombres que son igual o más importantes que ellos. ¿Quién es quién en la crisis entre Rusia y Ucrania?

Joe Biden y Vladimir Putin

Necesitan poca presentación ambos. Vladimir Putin lleva en el poder de forma ininterrumpida desde el 2012 como presidente ruso, y antes ocupó el cargo de primer ministro, después de haber sido también presidente entre el 2000 y el 2008. Su régimen es uno de los más firmes a lo largo del mundo y ha convertido Rusia en una autocracia que pelea por ser una potencia mundial pero que todavía no tiene la capacidad económica de China o Estados Unidos. A cambio, quiere ser un actor estratégico clave a través de la presencia militar.

En el otro lado está Joe Biden. El que fuera vicepresidente de Obama llegó a la Casa Blanca tras imponerse a Donald Trump en 2020 y desde entonces su popularidad ha estado en entredicho. A nivel internacional, de hecho, su principal golpe fue la retirada fallida de Afganistán, que precisamente puso en entredicho el liderazgo global de EE UU. Ahora, por tanto, confrontan dos formas de ver el mundo: Putin quiere un esquema de esferas de influencia; Biden busca que Estados Unidos no pierda el puesto de cabeza del dibujo mundial, y todo ello pese a que su prioridad no iba a ser Rusia sino China.

Volodímir Zelenski

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, es, ni más ni menos, que un outsider de la política. Y es ese perfil alejado de la corrupción el que le hizo ganar las elecciones en 2019. El que hasta su entrada al poder fuera actor y humorista, tiene unos postulados muy cercanos a Occidente y es partidario tanto de la entrada en la Unión Europea como de la OTAN, precisamente una de las líneas rojas más importantes que pone Rusia. Zelenski no está en la órbita de Putin y su posición es muy delicada en esta crisis. No obstante, desde el inicio ha tratado de trasladar un mensaje de calma a los ciudadanos y mantiene niveles de aprobación más que aceptables.

Anthony Blinken

Blinken es una figura fundamental en el lado de Estados Unidos. El secretario de Estado de Biden ya ocupó puestos de responsabilidad internacional con Barack Obama y ahora, de facto, es quien lidera las negociaciones diplomáticas con Rusia para tratar de encauzar la crisis. Su carrera es innegable y ha trabajado con Bush y con Clinton, aunque han sido las delicadas situaciones que ha enfrentado EE UU en Afganistán y ahora en Ucrania las que le han puesto en primera fila. Es, con todo, la mano derecha de Joe Biden.

Sergei Lavrov

Blinken esa Biden lo que Sergei Lavrov es a Putin. La voz de Moscú en el mundo se escucha a través de un diplomático de Rusia Unida, el partido gobernante, que tiene muchísimo callo en situaciones delicadas. De hecho, fue el representante de Moscú ante Naciones Unidas durante diez años (entre el 2004 y el 2014). El ministro de Exteriores ruso ha jugado un papel fundamental en anteriores crisis de este nivel, como la guerra de Siria o el inicio precisamente del conflicto con Ucrania y la anexión ilegal de Crimea, en 2014. Es uno de los pocos hombres de confianza de Vladimir Putin, que mantiene un séquito muy cerrado.

Jens Stoltenberg

El secretario general de la OTAN ya está de salida y dejará el cargo en apenas unos meses para presidir el Banco de Noruega, país del que fue primer ministro durante ocho años (entre el 2005 y el 2013) y antes ya había ocupado ese asiento, pero de forma mucho más breve. También fue ministro de Finanzas. Como líder de la Alianza Atlántica camina de la mano de Estados Unidos, y ha tenido que hacer frente a la reciente crisis en Afganistán y ahora a la delicada situación con Rusia.

Emmanuel Macron

El presidente francés se ha convertido en el mediador europeo en esta crisis, y tiene tres motivos para asumir ese papel: ya en 2017 consideró que la OTAN estaba "en muerte cerebral", es el principal defensor de la autonomía estratégica de la UE, que la haría más independiente de EE UU, y Francia celebra elecciones presidenciales en abril, para las que es claro favorito. Ha hablado con Putin en cinco ocasiones y se vio con él en Moscú de forma presencial, aunque de ese encuentro no sacó toda la ventaja que buscaba. Además, ha encontrado en el contexto actual una oportunidad para 'superar' a Alemania en el liderazgo europeo (puesto que Francia, asimismo, ocupa ahora mismo la presidencia de turno del Consejo de la UE).

Josep Borrell

El exministro español es el Alto Representante para la Política Exterior de la UE y ejerce como el tercer actor en una crisis en la que la Unión busca una versión alternativa a las de Rusia y Estados Unidos. La herramienta de la que disponen los 27 son las sanciones, y aseguran que ya hay un paquete de "duras" medidas restrictivas contra Moscú. Borrell aboga por la calma tensa frente al relato más drástico de Washington. Como Macron, es también partidario de una UE menos dependiente de las directrices de la Casa Blanca.

Alexandr Lukashenko

Es, seguramente, el mayor aliado de Putin. El presidente bielorruso está considerado como "el último dictador de Europa" y está sostenido por Moscú. Así, Bielorrusia se ha convertido en un 'espacio de entrenamiento' para las fuerzas rusas, en unos movimientos que se entienden como una manera de presionar tanto a Ucrania como a Occidente. El régimen bielorruso, además, ya orquestó hace solo unos meses una campaña de migración masiva para desestabilizar a la UE con una crisis en la frontera con Polonia.

Xi Jinping

El presidente chino es quien mira la crisis desde la distancia y tratando de aprovechar la 'libertad de movimiento' que le da que Estados Unidos se esté centrando en Rusia. Pekín ha dado su apoyo a Moscú pero no quiere entrar en conflictos internacionales que le frenen en su carrera hacia convertirse en la primera potencia mundial.

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