54 años viviendo de alquiler en la misma casa de Carabanchel, la propietaria del piso fallece, su heredero no quiere seguir arrendando y aprovecha un error de 800 euros en el pago de los gastos de la comunidad para denunciarles. La pareja de ancianos abona la deuda, pero ya es tarde: el juez ha dictado una orden de desahucio por impagos. Esta es la historia de José Manuel y María, de 78 y 82 años, vecinos la calle Vía Carpetana 109 que desde este viernes están en la calle.

Europa Press

Crónica de un desahucio al segundo intento

Todo el vecindario del distrito 21 de Madrid estaba convocado desde las 6:00 de la mañana por el Sindicato de Vivienda de Carabanchel para impedir el desahucio. Ya lograron su cometido hace algo más de un mes. Fue el pasado 12 de enero, cuando las autoridades trataron de efectuar el desalojo sin alternativa habitacional para los octogenarios.

En aquella ocasión, vecinos y miembros del sindicato lograron impedir el paso de los agentes a la vivienda. "La fuerza popular ha parado el desahucio. Juntas somos imparables", celebraron la hazaña en Twitter. Pero la fuerza de la justicia no se dio por vencida tan fácilmente y el desahucio de José Manuel y María fue aplazado para este viernes 18 de febrero. Los protagonistas tenían un mes más de aliento, así lo confesaban a 'Público': "Nos dan un mes. Os podéis imaginar cómo estamos. Nerviositos". 

Algo más de 30 días después, al filo de las 7 mañana de este viernes, la policía ha procedido con el segundo intento. Esta vez, un cordón policial ha impedido acercarse a nadie a la entrada al edificio. En la zona, más de una decena de furgones policiales custodiaban la operación. 

EP 

Así, antes de que el sol saliera en Carabanchel, los agentes han derribado la puerta del portal a golpe de ariete. A continuación han empezado a desalojar a los activistas que los esperaban en el portal. De todo ello, daban parte las redes sociales con vídeos e imágenes que mostraban la pugna entre policías y manifestantes con harina, empujones e insultos de por medio.

Arriba estaba esperando José Manuel. Solo, su mujer- una señora con una una invalidez del 65%- había preferido resguardarse en casa de un hijo. Cuando la policía ha entrado a la vivienda, su marido no ha opuesto resistencia y ha abandonado pacíficamente la vivienda. Atrás dejaba media vida. 

¿Y ahora qué?

La pareja firmó un contrato de renta antigua en 1968 y por error, a José Manuel se le olvidó desembolsar la factura de la comunidad que pagaba a plazos. Recibió varias misivas del juzgado, pero al no entenderlas bien, decidió no darles mayor importancia. Nunca imaginó que, el mayor de los herederos de la propietaria que falleció hace un tiempo, aprovecharía el despiste para demandarle -contra la voluntad del resto de los herederos. Y lo que es peor, que un juzgado ordenaría un auto de desahucio por su demora en el pago de la deuda.

Sobre esto, este jueves José Manuel ha comentado a los medios una vez ha sido desalojado de su vivienda: "(Fue) un fallo que ya he repuesto. Hace tiempo que lo pagué. Lo metí en el juzgado ese dinero".

Ahora, José Manuel y María se enfrentan a un futuro incierto. Llevan más de dos años en la lista de espera de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS) para recibir una vivienda pública, pero ya no pueden esperar más..