Antonio Muñoz: "Sevilla reúne las condiciones para ser una ciudad bien posicionada en los próximos años"

El alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz.
El alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz.
FERNANDO RUSO
El alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz.
El alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz.
FERNANDO RUSO

Es alcalde de Sevilla desde el pasado 3 de enero, cuando recogió el testigo de Juan Espadas en la Plaza Nueva. Pero lleva años trabajando por la ciudad, fundamentalmente en cuestiones relacionadas con el urbanismo, el turismo y la cultura. Y es esta última la que quiere convertir en gran protagonista de su mandato. Antonio Muñoz (1959) charla con 20minutos.es sobre sus primeras semanas en la Alcaldía y sus planes de futuro para la capital hispalense.

¿Cómo valora su primer mes y medio como alcalde?

Tengo una enorme ilusión y responsabilidad, y estoy más que satisfecho con los input que estoy recibiendo de las asociaciones de ciudadanos en las distintas reuniones que estoy manteniendo. Tengo la sensación de que se ha iniciado una etapa nueva en la ciudad y veo mucha ilusión. Eso me hace sentir más sólido y seguro.

¿Cuál es el sello que quiere dar a la ciudad?

Me gustaría que, si en algún momento se me tiene que recordar por algo tras mi paso por la Alcaldía, fuera por el fomento de la cultura. La ciudad también tiene un recorrido amplio que desarrollar para ser más verde, más sostenible y un referente en la lucha contra el cambio climático. Y los barrios degradados que ocupan el ranking español de zonas más desfavorecidas, hay que resolverlo a medio plazo con el resto de administraciones, pero no voy a permanecer impasible.

¿Esto se resuelve con un plan a dos o a seis años?

Las próximas elecciones municipales serán en mayo de 2023. Las cuestiones que estoy planteando son de un proyecto de ciudad a medio plazo y que, por tanto, me llevan a un periodo de desarrollo que coincide con el próximo mandato. Incluso si hablamos de lo concerniente a las zonas desfavorecidas, sabemos que esto es un proyecto que requiere un horizonte temporal que supere el propio mandato de cuatro años. Porque, entre otras cosas, exige el compromiso de otras administraciones públicas y difícilmente vamos a poder torcer esa realidad si no tenemos la complicidad de la Junta de Andalucía y del Ministerio.

El alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz.

ANTONIO MUÑOZ

  • Nacido en La Rinconada en 1959, forma parte de la Corporación municipal desde 2011. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Málaga y MBA por el Instituto Internacional San Telmo (Sevilla).

¿Hay mucha desigualdad en Sevilla?

Sí. Hay una Sevilla que es la cara de la ciudad, la parte más seductora vinculada a su historia y a la ciudad turística. Y hay una periferia con unos barrios tremendamente marginales, que puede ser la cara B de la ciudad. Y, desde luego, la acción de gobierno no puede estar focalizada exclusivamente en la ciudad famosa y turística, porque nos estaríamos olvidando de los aproximadamente 94.000 sevillanos que viven en esas barriadas, una cifra superior de población a muchas capitales de provincia españolas.

Se adoptan muchas medidas en esos barrios, pero el problema parece enquistado. ¿Cómo lo solucionará?

La receta para sacar a esas barriadas del umbral de la pobreza es un compendio de medidas. Unas tienen que ver con la vivienda y la reurbanización de espacios públicos, porque hay personas que viven prácticamente en pisos cárceles sin ascensor. Y el espacio público donde desarrollan el día a día es bastante mejorable. Hay un déficit de zonas verdes, de plazas para la convivencia en algunos barrios. Y, sin lugar a duda, junto con estas intervenciones de vivienda o de reurbanización, que suelen ser las que consumen más presupuesto, no hay que olvidarse de la parte asistencial, de los servicios sociales. Estamos hablando en algunos casos de familias desestructuradas, con problemas económicos, con una alta cifra de absentismo escolar. Y también creo que la cultura puede ser, a la vista de la experiencia que estamos desarrollando en Factoría Cultural, una buena vía de integrar a buena parte de la población en actividades culturales para que ocupen el tiempo con otras actividades y puedan desarrollar alguna actividad profesional.

Háblenos de Factoría Cultural.

Fue un equipamiento que, por parte de alguna fuerza política y por buena parte de la sociedad, no se entendió, porque podría estar en el centro de cualquier ciudad europea y, sin embargo, está en una zona periférica de la ciudad como es el Polígono Sur. Allí, más que la gente vaya a ver una película, una obra de teatro o una exposición, lo que estamos intentando es que los niños se acostumbren a ir a leer, hacer los deberes, realizar talleres de guitarra o de cantar. Y lo están haciendo. Factoría Cultural lo que nos da muchas veces son brotes verdes en cuanto a la esperanza de que la cultura puede ser un buen vehículo para sacar a la gente de esa marginalidad. Pero son distintas piezas del puzzle. Hay problemas los pisos cárceles, problemas de pisos de marihuana, hay también un tema de inseguridad en algunos puntos, un problema de limpieza en otros… al final es un compendio. 

¿En este punto qué le pediría a otras administraciones?

Un compromiso presupuestario con un plan de la Junta y la Administración central. No podemos resolver esos problemas con convocatorias anuales, donde los equipos de asuntos sociales se contratan, terminan el periodo de la convocatoria, hay un periodo sin esos equipos y hay que esperar otra vez la convocatoria de la Junta o del Ministerio para volver a presentarnos. Tenemos una situación excepcional en ese tipo de barrios y eso requiere medicinas especiales. No podemos estar poniendo tiritas, y la medicina especial es un compromiso permanente con una plantilla permanente. Y eso, desgraciadamente, no ocurre, porque hay programas que pueden durar seis meses o dos años, pero hay interrupciones y eso se paga caro.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, durante una entrevista con 20minutos.
El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, durante una entrevista con 20minutos.
FERNANDO RUSO

¿Cuáles son las potencialidades de Sevilla?

Si el siglo XIX fue el momento de los grandes imperios y el XX el de los Estados, el XXI es el de las ciudades medias. Cuando uno analiza las ciudades europeas económicamente más pujantes, saltan a la vista Lyon, Hamburgo, Munich, Florencia, Oporto, Nápoles... Y creo que Sevilla, en ese entramado, puede desempeñar un papel mucho más protagonista. Somos una capital de tamaño medio donde se vive muy bien, y se puede vivir mejor si corregimos algunos déficits. Somos una ciudad para la inversión privada. Y en un momento donde se habla de los nómadas digitales y donde el teletrabajo va a tener un mayor protagonismo, creo que por los propios condicionantes de vivir en Sevilla -una ciudad en la que puedes ir andando a muchísimos sitios, que tiene una oferta cultural atractiva, con su carril bici, su climatología-, la ciudad reúne las condiciones para estar bien posicionada en los próximos años. En el turismo ya somos una potencia, pero desde el punto de vista industrial no somos ni muchísimo menos un páramo. Soy tremendamente optimista con respecto al futuro de la ciudad.

Muchas voces critican que el centro se está convirtiendo en un parque temático. ¿Cree que el turismo puede ser un problema?

Siempre se señala a Venecia, Barcelona y Ámsterdam como prototipos del fenómeno de la contestación que los ciudadanos de esas ciudades han tenido con respecto al desarrollo y al crecimiento exponencial del turismo en sus respectivas calles. Nosotros no tenemos ese problema, pero en algunas zonas, una vez que se cierre el paréntesis de la pandemia y la recuperación turística en Sevilla sea un hecho, tenemos que tener en nuestra agenda de trabajo las posibles molestias que se puedan producir como consecuencia de esas aglomeraciones, básicamente en el barrio Santa Cruz. Por tanto, sin que en este momento sea un problema, sí que tenemos que ir diseñando, planificando y programando determinadas medidas para que haya el mínimo de externalidades negativas para los ciudadanos.

¿Qué medidas?

Ampliar el espacio turístico donde desarrolla la experiencia el visitante, que está excesivamente concentrado en el entorno de la Catedral, el Alcázar, el Archivo de Indias y el barrio de Santa Cruz. Generar otros puntos de atracción, y Sevilla tiene argumentos suficientes para generar flujos hacia la zona norte, Triana y el PCT Cartuja. En la medida en que vayamos dispersando esos flujos, las molestias pueden ser menores.

"Hay una Sevilla seductora y una cara B de la ciudad, la de los barrios marginales"

¿Está de acuerdo con quienes critican que se hagan tantos hoteles y viviendas turísticas que expulsan a los vecinos del centro?

Supone un problema, pero no con los hoteles, que en la mayoría de los casos no son viviendas residenciales, sino edificios abandonados. Las viviendas turísticas sí me preocupan, ahí sí se está produciendo una canibalización en detrimento de la residencial. Nosotros hemos adoptado algunas medidas urbanísticas que puedan suponer un freno, porque mi opinión es que en este momento hay camas más que suficientes desde el punto de vista de las viviendas turísticas en Sevilla. Pero como estamos en una economía de mercado y en un sistema de libertad de empresa, aquellos ayuntamientos que han intentado frenar, limitar con moratorias este tipo de fenómeno, normalmente han tropezado en los tribunales con los principios que se consagran en la Unión Europea de libertad y unidad de mercado. Lo que sí se puede hacer es una regulación, que en el caso de Sevilla no existía, para que al menos pueda suponer no una eliminación, pero sí una restricción.

¿Qué tipo de medidas?

Hemos adoptado una serie de medidas que suponen que todos los requisitos urbanísticos que se le exigen a un hotel, lo tenga una vivienda turística. Si un hotel no puede estar a partir de la tercera planta, una vivienda turística tampoco. Esta regulación, que hemos hecho desde nuestro ámbito competencial, que es el urbanismo, tiene que estar acompañada por un endurecimiento de las regulaciones turísticas, que es competencia de la Junta de Andalucía. Creo que el fenómeno ha crecido y ha cambiado lo suficiente como para que haya una regulación que endurezca esas condiciones.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, en uno de los balcones del Ayuntamiento.
El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, en uno de los balcones del Ayuntamiento.
FERNANDO RUSO

Otro problema es la limpieza. ¿Qué medidas va a adoptar?

He modificado el organigrama de gobierno, porque parto del convencimiento de que Sevilla puede estar más limpia. Hemos contratado 170 personas y reorganizado el sistema en algunos aspectos. Y hemos hecho una escucha activa con los vecinos. Hemos fijado también como prioridad en este momento, que dentro de seis meses pueden ser otras, la limpieza de los contenedores, que era una queja vecinal, y la recogida de naranjas. Y hay otro aspecto, que a nosotros nos gusta llamar las zonas de sombra, donde a veces no se sabe dentro del Ayuntamiento si eso lo tiene que limpiar Lipasam o Parques y Jardines, por poner un ejemplo. Así, se crea una coordinación en la Alcaldía, porque el vecino no tiene por qué pagar los platos rotos de esa descoordinación que pudiera existir en algunos casos. Pero no todo depende de Lipasam, hace falta muchísima colaboración ciudadana y de sectores como la hostelería o los apartamentos turísticos.

Muchos vecinos critican la falta sombra en Sevilla y acusan al Ayuntamiento de arboricida. ¿Qué tiene que decir?

Sevilla necesita sombra, pero es totalmente injusta la etiqueta de arboricida, porque hemos plantado desde que estamos en el gobierno 25.000 árboles, una media de 5.000 por año, y vamos a seguir plantando esa cantidad. Lo que hay es un balance de los que se quitan por razones de mortandad o del desarrollo de algunas infraestructuras, y los que se plantan. Y el balance es tremendamente positivo. Hemos firmado un convenio con la Escuela de Arquitectura de confort climático, que lo que intenta es ir extendiendo las sombras, de la mano de los árboles, de los toldos y del uso de otros materiales, también en el suelo, como hicimos en la avenida del Greco o en la de la Cruz Roja. Lo que quiero decir es que el confort climático o política de sombras está en la acción del gobierno. Y este año, por ejemplo, vamos a tener la novedad de la ubicación de los toldos en la avenida de la Constitución, que es una avenida amplia, muy transitada y quizá necesite esa sombra.

"Sevilla puede encontrar en la cultura buena parte de su futuro económico, igual que en el turismo"

¿Qué planes tiene de movilidad?

Es una de las auténticas asignaturas pendientes de la ciudad. He provocado un encuentro entre la ministra [de Transportes] y la consejera de Fomento para la ampliación del metro, tras años de abandono por parte de las Administraciones. Lo que reclamo como alcalde es que el metro tiene que ser un punto y seguido, no podemos tener esas interrupciones que llevan años entre una línea y otra. Los sevillanos están hartos del enfrentamiento político y yo me he empeñado en que haya entendimiento.

¿Y lo hay?

Sí, la ministra dijo que cofinanciaría en el mismo porcentaje que la Junta. Por tanto, lo que espero es que el proyecto técnico se pueda licitar de la manera más inmediata.

¿Y en cuanto a otras infraestructuras?

Antes de un mes deben empezar las obras de ampliación del tranvía. Y estamos pendientes de la aprobación definitiva del tranvibús, un sistema mixto entre el tranvía y el bus, que se desarrolla por una plataforma privilegiada y que comunicará Santa Justa con Sevilla Este y el centro. No va a sustituir al metro, es complementario. Entendemos que a la línea 2 todavía le queda. Nosotros vamos a defender la conexión con Sevilla Este y, mientras tanto, podemos tener una solución que reduce los tiempos de movilidad entre este barrio y el centro.

A todo estos se suman las bicis eléctricas, los patinetes… ¿Es parte de la estrategia de lucha contra el cambio climático?

Claro, hemos aprobado el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de la ciudad. Es la primera vez que Sevilla cuenta con un documento estratégico de estas características. Y eso conlleva, no solo estos sistemas de transportes (metro, tranvía, tranvibús). Ahora mismo, somos un ejemplo en movilidad personal, con los patinetes eléctricos, las bicicletas eléctricas y los casi 180 km de carril bici. Sevilla es un referente en el fomento del uso de la bicicleta. Ciudades nórdicas de Europa y de EEUU han venido a conocer la experiencia de Sevilla, que tiene una orografía muy propicia para ello. Y, por supuesto, en la medida en que todo esto vaya avanzando, supondrá una reducción del uso del coche privado, como están haciendo todas las ciudades, en el acceso al Casco Histórico.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz.
El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz.
FERNANDO RUSO

¿Qué proyecto pendiente es su prioridad?

Me imagino a Sevilla a muy corto plazo con unos equipamientos culturales de primer nivel. Artillería, un gran contenedor de industrias culturales, una incubadora de la creatividad artística de la ciudad; Atarazanas, proyecto desbloqueado y cuyas obras han empezado recientemente; y Altadis, que será un complejo turístico y cultural. O las Naves de Renfe, donde se ha intervenido para construir una incubadora de empresas. Nuevos motores que suponen un relanzamiento de la actividad cultural y empresarial, un antes y un después. Este tipo de proyectos, de rehabilitación del patrimonio con una vocación vinculada al emprendimiento o la cultura, son los que más me gustan.

Cuando acabe el mandato, ¿qué cambio le gustaría que se viera en Sevilla?

Pretendo que haya una mejora en la gestión de los servicios públicos, que es lo primero que nos demandan los vecinos. Estamos trabajando con mucho ahínco en la simplificación administrativa y en la tramitación para obtener una licencia de obra o de actividad, y eso ya es una realidad, porque en este siglo XXI, con el uso de las nuevas tecnologías, tiene que ser casi una obligación moral por parte de los gobiernos hacerle más fácil a los ciudadanos su relación con la administración. Quiero que quede claro el apoyo a la Cultura y quiero pasar página a esos déficits históricos de hace años.

Es el primer alcalde que asume otra delegación, en su caso Cultura. ¿Por qué?

Cada ciudad tiene su seña de identidad, y esta ciudad ha sido siempre tremendamente creativa. No solo en el ámbito del flamenco, sino en cualquier disciplina artística, Sevilla siempre ha sido cuna de innumerables artistas. Y pongo el cine como ejemplo. Sevilla siempre ha sido plató de películas famosas y tiene muchísimos actores, actrices y directores. La diferencia es que ahora mismo hay músculo empresarial, hay un entramado económico vinculado al cine. Creo que Sevilla puede encontrar en la cultura buena parte de su futuro económico, igual que lo está encontrando en el turismo, puede ser un sector muy pujante desde el punto de vista económico. Y cultura no es solo ir a disfrutar del teatro o de la música, tiene que tener un carácter horizontal en la acción de gobierno, por eso está en Alcaldía.

"Sevilla necesita sombra, pero es totalmente injusta la etiqueta de arboricida"

¿Por qué ha elegido el aniversario de la Expo del 29 como hito?

Porque creo que necesitamos un proyecto de ciudad con mayúsculas en el que alinear a las instituciones públicas y privadas, necesitamos un argumento para reivindicarle a la Junta y a los ministerios que cumplan más con Sevilla. Despertar una ilusión colectiva y elevar nuestro estado de ánimo. La Exposición Iberoamericana del 29 supuso, con sus sombras, una inyección de modernidad en la ciudad. No vamos a celebrar otra exposición universal, ya lo hicimos en el 92 y creo que sacamos una buena nota, pero lo que sí podemos hacer es alinearnos todos y que el 29 pueda suponer una nueva incorporación, más si cabe, a la modernidad.

¿Qué espera de las próximas fiestas de la primavera?

Creo que vamos a tener Semana Santa y Feria, espero que la situación pandémica vaya prácticamente desapareciendo. Y me hago eco de las enormes ganas que veo en las calles de Sevilla para celebrar la Feria y la Semana Santa. Como me decía una señora, dos años de luto son muchos años ya, y un tercero sería un exceso. El luto es un año. Ya llevamos dos sin poder disfrutar y yo creo que, dentro del sentido común y de la mesura, vamos a tener unas grandes fiestas de la primavera este año.

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