El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha dejado en libertad, bajo fianza de 6.000 euros, a Mariano Pedro Ordóñez Canti, detenido el pasado sábado en San Sebastián en una manifestación prohibida de la izquierda abertzale.

En el auto pertinente, el magistrado le imputa un delito de enaltecimiento del terrorismo por gritar Gora ETA y otro de atentado contra la autoridad, por resistirse al arresto por parte de la Ertzaintza, según quedó recogido en el atestado policial.

El detenido se abalanzó sobre los agentes golpeándoles con las manos a la vez que les insultaba diciéndoles, entre otras cosas, txakurrak (perros). Tuvo que ser reducido a la fuerza, "lo que evidencia que su intención, en ningún momento, era pacífica", según el auto.

Evidente "gravedad de los hechos"

Durante su declaración, según la defensa, el manifestante aseguró que no atacó a nadie y que tampoco gritó consignas en favor de la organización terrorista, ya que se limitó a corear los lemas con los que había sido la convocado la manifestación.

Garzón destaca en su auto "la gravedad de los hechos" y "la frecuencia de acciones similares en apoyo de una organización terrorista que comete delitos gravísimos contra la vida y el patrimonio público y privado", y da cinco días al imputado para pagar la fianza.

También prohíbe al imputado que salga del territorio nacional y ordena que comparezca cada quince días en el juzgado más próximo a su domicilio. Garzón explica que el objetivo de la marcha era "expresar el apoyo y enaltecer a la organización terrorista".

Por eso, "la fuerza pública tenía obligación legal de impedir su celebración", añade. La marcha fue convocada después de que Garzón y el Gobierno vasco prohibieran otra que pedía la independencia de Euskadi. Esta segunda convocatoria también fue prohibida.