De mares revueltos a abordajes piratas: así son los caladeros internacionales donde faenan los buques españoles

Localización de los caladeros donde faenan los buques españoles.
Localización de los caladeros donde faenan los buques españoles.
Carlos Gámez
Localización de los caladeros donde faenan los buques españoles.

Más allá de playas, chiringuitos y turistas en busca de vitamina D, el mar es también sinónimo de vida, trabajo o alimento en España... y en ocasiones como la de este martes de sufrimiento y tragedia. Cada día cientos de buques pesqueros españoles cruzan los mares de todo el planeta, en busca de uno de los grandes manjares de la cocina nacional.

España, país de navegantes y buen pescado, es uno de los grandes productores de pesca industrial del mundo, donde cinco países (China, Taiwán, Corea del Sur, Japón y España) acaparan más del 80% de la pesca en alta mar. La pesca marítima genera en España una facturación de más de 33.000 millones de euros anuales y 31.900 puestos de trabajo, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) correspondientes a 2019.

Pese a ello, las condiciones de algunas de las travesías son en ocasiones una pesadilla para los tripulantes y sus familias. Lugares turbulentos como el caladero de Terranova, donde se ha producido el naufragio del Villa de Pitanxo que ha dejado nueve muertos y 12 desaparecidos esta semana, o el de algunas costas africanas, donde los piratas acechan a las embarcaciones comerciales, se convierten en un peaje difícil de asumir.

Más allá de las costas españolas

Aunque para conseguir buen pescado no sea indispensable alejarse de las costas españolas, cientos de barcos nacionales pescan a miles de kilómetros de casa. Según MAPA, la flota española está compuesta por 8.839 buques, de los que 8.544 faenan en el caladero nacional, 104 en aguas de la Unión Europea y 191 en otros caladeros internacionales

Las costas europeas donde más acuden los buques españoles son las de Portugal, Islas Feroe, Escocia, Irlanda, y algunas zonas de Gran Bretaña. Mientras tanto, las embarcaciones de la flota de España que acuden los caladeros internacionales lo hacen en regiones del océano Índico, Pacífico y, sobre todo, Atlántico

En la región del Atlántico noroeste, uno de los caladeros más utilizados, los buques españoles -la mayoría gallegos y tres censados en Canarias- extraen principalmente fletán negro, con un cupo de 4.300 toneladas para 2022, y gallineta; el bacalao que capturaron allí hace siglos ha pasado a ser una especie secundaria con la que comerciar.

Caladeros donde faenan los barcos españoles.
Caladeros donde faenan los barcos españoles.
Carlos Gámez

¿Cómo son los caladeros?

Pese a que el porcentaje de barcos que pescan en aguas internacionales es muy inferior al nacional, algunos de estos lugares entrañan ciertas condiciones que hacen complicado el trabajo. Unos 20 barcos españoles faenan en aguas de la 'NAFO', siglas en inglés de la organización que gestiona los caladeros del Atlántico noroeste, uno de los más peligrosos del mundo; sobre todo el de la zona de Terranova, fuera de la región económica exclusiva de Canadá.

Lo ocurrido este martes no es la primera vez que sucede. La catástrofe del Villa de Pitanxo ha devuelto un triste protagonismo, por la gravedad del suceso, a un segmento de flota española que acaparó la atención mediática y diplomática hace 27 años durante la llamada Guerra del Fletán.

En 1995, patrulleras canadienses apresaron al buque español Estai cuando navegaba en aguas internacionales bajo la acusación de faenar ilegalmente, en un contexto de discrepancias entre la Unión Europea (UE) y el país norteamericano por las cuotas de fletán negociadas en la NAFO. 

Además, las difíciles condiciones atmosféricas del caladero de Terranova, unido a unas aguas con temperaturas en torno a los dos grados, grandes oleajes y la presencia de icebergs, lo convierten en uno de los más peligrosos del mundo. Fue precisamente con uno de estos bloques de hielo con el que chocó en 1912 cerca de las aguas de Terranova el Titanic, convirtiéndose en una las catástrofes marítimas más famosas de la historia. En esa misma zona otros buques españoles como el Arcay, el Monte Galiñeiro o el Izarra I han perecido en las aguas del Atlántico noroeste en los últimos treinta años.

Imágenes de la búsqueda del naufragio del Villa de Pitanxo en el caladero de Terranova.

A miles de kilómetros de las aguas canadienses, otros caladeros internacionales con mejores condiciones marítimas no viven exentos de peligrosidad. La costa oriental del continente africano y la del golfo de Guinea son buenos ejemplos de ello, en el que los casos de secuestros por parte de piratas han obligado a acceder a ciertas rutas con escolta militar. Desde diciembre de 2008, unidades españolas participan en las operaciones contra la piratería en el Índico, donde han realizado decenas de acciones, desde la captura de embarcaciones hasta la liberación de rehenes. 

En el año 2020, el golfo de Guinea se convirtió en la región más afectada por la piratería, pues representó más del 95 % de los secuestros de embarcaciones, con 130 de los 135 tripulantes secuestrados en el mundo, según un informe anual sobre la piratería de la Oficina Marítima Internacional (OMI).

El trabajo en el mar, duro y agotador en cualquier lugar donde se desarrolle, adquiere tintes épicos cuando sus tripulantes viajan durante semanas para faenar a merced de las olas y el temporal. La industria pesquera española se sitúa entra las más importantes del mundo gracias, entre otras cosas, a la tarea de muchos buques que navegan por los caladeros nacionales e internacionales; aun con los peligros que entrañan algunos de ellos. La tragedia del Villa de Pitanxo da buen parte de esta labor, pese a dejar una cicatriz difícil de curar.

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