"No veo las ventajas para Francia o para España de que la señora Le Pen estuviera en el Gobierno". De esta manera, igualando a Vox con Reagrupación Nacional, José María Aznar ha tomado posiciones sobre un pacto del PP con los de Abascal para el Ejecutivo de Castilla y León. Eso sí, considera que es Alfonso Fernández Mañueco quien "debe encontrar la fórmula para gobernar".

"No le voy a decir lo que tiene que hacer porque ni puedo, ni debo, ni quiero", ha manifestado durante su participación en el coloquio Agendas Cruzadas Madrid-Barcelona, organizado por el Círculo Ecuestre en la capital catalana. Aznar ha subrayado que el PP es quien ha ganado las elecciones y que debe ser quien ejerza el liderazgo en las negociaciones para formar gobierno.

Aunque ha eludido opinar sobre una eventual presencia de Vox en el gobierno de Castilla y León, ha deslizado que los de Santiago Abascal deberán explicar por qué quieren la vicepresidencia autonómica si "se quieren cargar" este nivel administrativo. "Puedes decir 'menuda cara de vicepresidente que se le está poniendo a este señor'. Pero, ¿quieres que sea vicepresidente de una cosa que te quieres cargar?", ha expuesto en alusión de las declaraciones que hizo Abascal señalando a su candidato castellanoleonés, Juan García-Gallardo. 

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Y es que respecto a la formación de Abascal, Aznar no se anduvo con miramientos e insistió en esa tesis. El que fuera en su momento jefe del Ejecutivo castellano-leonés cree que Vox debe explicar por qué quiere estar en un gobierno autonómico cuando es un partido que "quiere eliminar las comunidades autónomas". De hecho, tuvo un mensaje para el posible socio de los populares: "Cuando estás en política, la política no es gratis, y tienes que dar explicaciones de las cosas".

Tuvo una posición, en todo caso, bastante crítica. Para él, los resultados de las elecciones en Castilla y León reflejan una "fragmentación política que es extremadamente preocupante" y ve perjudicado al bipartidismo en España. "Los partidos del bipartidismo han caído: la izquierda cada vez se radicaliza más, la izquierda radical aparece, el nacionalismo se convierte en separatismo y la derecha se fragmenta en lugar de estar unida. Esto va en contra de las metas compartidas tras la Transición", zanjó el expresidente.