Alerta por la falta de campesinos en el área de Barcelona: la agricultura es básica para "mantener una ciudad equilibrada"

  • Cerca del 65% de los campesinos de la región de Barcelona tiene más de 55 años y el relevo escasea.
  • La actividad agroalimentaria es necesaria para equilibrar los intercambios económicos entre los espacios urbanos e interurbanos.
Un campo de cultivo en Manresa
Un campo de cultivo en Manresa
Foto: Patxi Uriz | Diputació de Barcelona
Un campo de cultivo en Manresa

El área metropolitana de Barcelona corre el riesgo de quedarse sin campesinos, ya que el 65% de los productores agrarios tienen más de 55 años y no hay relevo profesional para estos puestos. Son datos del estudio realizado por la Fundación BCN Formació Professional en convenio con el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) y en colaboración con Mercabarna.

La principal conclusión del informe es que actualmente falta relevo para los trabajos agrarios en el área metropolitana de Barcelona y en consecuencia, aumenta progresivamente el abandono de los campos. A pesar de que en 2008 esta desatención se vio atenuada por la crisis económica, actualmente se ha vuelto a apreciar un incremento del abandono. En el 2001 la superficie cultivada representaba un 16% y ahora es inferior, un 15%. En cambio, en este período de tiempo la población ha crecido un 18%.

Sin embargo, los técnicos aseguran que hay demanda de estudios agrícolas por parte de la población metropolitana. Javier García, técnico del Observatorio del FP y uno de los autores del estudio, explica a 20minutos como el Insitut d'Estudis Oberts de Catalunya dispone de estudios de Formación Profesional sobre el sector agroalimentario. No obstante, Jose Luís Haro, responsable de Economías Locales Emergentes en la Agencia de Desarrollo Económico del AMB, ha insistido en que "se tienen que incidir en los grados de formación profesional. Se están impulsando actividades de formación específica alrededor de las características de la agricultura urbana y pre urbana para incorporar las enseñanzas a estas características extras".

¿Pero cuál es realmente el problema? El difícil acceso a las tierras. Muchos de los que estudian no tienen un vínculo directo con una explotación agrícola y una vez terminan de estudiar no tienen acceso a superficies de cultivo.

Es por eso que la Fundació BCN, la AMB y la Diputación de Barcelona están trabajando conjuntamente para intentar facilitar el proceso de iniciar esta actividad. Dentro del programa BCN Smart Rural existen proyectos como el "Banc de terres". Donde tienen un registro de personas que quieren alquilar sus tierras para que las personas que están interesadas en adquirir una, pueden ir a mirar que se ofrece ahí. 

Otra de las opciones son los "Espais Test", una red de espacios que dan la oportunidad al nuevo campesinado de probar el mundo agrario antes de incorporarse definitivamente al sector.

Jose Luís Haro ha asegurado que "en la formación de una ciudad resiliente, el papel de la agricultura se tiene que tener en cuenta, y el mantenimiento de estos espacios y actividades es básico para mantener una ciudad equilibrada y con calidad de vida"

Además, tras el aumento de espacio dedicado a urbanizaciones y debido a la lucha continua por mantener las superficies de cultivo ha finalizado diciendo que "no hace falta pensar solo en zonas de vivienda, en zonas de actividad económica. El espacio para la actividad agroalimentaria es esencial y necesario para equilibrar los intercambios económicos entre los espacios urbanos e interurbanos", ha asegurado Haro.

Digitalización y sostenibilidad

El informe también apunta que ha habido un cambio de actitud en los consumidores que ha transformado el sistema agroalimentario. Javier García señala este cambio como un punto clave para el producto local, ya que "hemos detectado la importancia de no solo dedicar la producción al mercado internacional". 

Jose Luís Haro indica que hay consumidores que sí valoran estos productos -los de proximidad- y que esto permite que haya un incremento de precios, sellos de calidad y de denominación de origen, que dejan que se pueda competir con productos de fuera. 

Asimismo, el estudio habla de que el sector agroalimentario tiene que adaptarse  y para ello es necesario incorporar innovaciones tecnológicas y de agricultura sostenible y de proximidad. En cuanto a estas innovaciones, García menciona que ya hay entidades que trabajan para dar estos servicios, y pone como ejemplos automatizar el goteo para que según un determinado factor -como el índice de humedad- lo active.  

Además, el técnico asegura que se tienen que modificar las explotaciones actuales para poder conseguir niveles óptimos de competitividad sin perder de vista la sostenibilidad medioambiental. 

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