El ocio nocturno ha vuelto a abrir este viernes, esta vez sin restricciones de aforo ni Certificado Covid. Las discotecas han podido levantar la persiana en su horario habitual, hasta las seis de la madrugada, y la única diferencia respecto a antes de la pandemia ha sido la obligatoriedad de la mascarilla.
"Hoy es un día para estar contentos", ha celebrado el gerente de la sala Razzmatazz, Lluís Torrents. De hecho, diversas salas de Barcelona han agotado las entradas en la primera noche de reapertura y Razzmatazz ha sido una de ellas.
"Hace mucho tiempo que estamos encerrados, estamos en la edad en la que necesitamos salir un poco para desconectar", afirmaba anoche Foix, una joven de 19 años. En la capital catalana han abierto el 80% de las discotecas, según la patronal Fecasarm.
Las discotecas catalanas han vuelto a abrir cuando el reloj marcaba las 12 de la noche. Antes, en el exterior de la sala Razzmatazz ya había grupos de jóvenes, sobre todo universitarios, que esperaban con ganas poder volver a entrar a bailar a las salas y que han hecho cola tan buen punto se han abierto las puertas.
"Llevamos mucho tiempo sin salir de fiesta y teníamos muchas ganas, siempre con precaución y con mascarilla"
(Darío, 19 años)
"Hoy volvemos al templo", decían un grupo de chicos mientras pasaban por delante de Razzmatazz. Más de 2.000 personas se han reunido en la discoteca del Poblenou de Barcelona en la primera noche de reapertura del ocio nocturno.
Una de ellas era Foix, de 19 años, que hacía "muchos días" que tenía ganas de salir a "pasárselo bien". Acompañada de dos amigas, Maria y Laia, han explicado que ir de fiesta les gusta porque socializan más allá de sus amigos habituales. "Conoces a gente diferente, gente con pensamientos diferentes. No es lo mismo que juntarte solo con gente de tu grupo", ha dicho Foix.
También es el caso de Sara, de 18 años, que desde hacía dos semanas tenía "muy claro" que saldría de fiesta el primer día que abriesen las discotecas. "Ahora hacía bastantes semanas que no salíamos y lo echábamos de menos, la verdad", ha reconocido. Lo mismo ha opinado Darío, de 19 años, que no salía desde diciembre. "Llevamos mucho tiempo sin salir de fiesta y teníamos muchas ganas, siempre con precaución y con mascarilla", ha asegurado.
La mascarilla, imprescindible
De hecho, en la entrada de la sala Razzmatazz había carteles que alertaban de que para poder acceder era imprescindible el uso de la mascarilla. "Hemos de apelar a la responsabilidad personal de cada uno, porque es una evidencia que nosotros no podemos poner a una persona de seguridad detrás de todo el mundo", ha subrayado el gerente de Razzmatazz. "Cuando vamos a un restaurante lo primero que hacemos es quitarnos la mascarilla aunque no tengamos ni la bebida ni el plato en la mesa. Pues si en un restaurante es imposible de controlar, imagina en una sala de estas características", ha añadido.
"Ganas e ilusión" por la reapertura
Torrents ha asegurado que han afrontado la reapertura "con ganas e ilusión", aunque consideran que no se les tendría que haber obligado a cerrar durante el último mes y medio. "Nos lo podíamos haber ahorrado y se ha demostrado en muchos otros lugares donde no se ha cerrado y donde los datos epidemiológicos han sido incluso mejores que los de aquí", ha valorado el gerente de Razzmatazz.
"Los jóvenes pueden volver a salir, a disfrutar de la música y de la relación entre unos y otros. Es básico e imprescindible" (Lluís Torrents, gerente
de la sala Razzmatazz)
Ha celebrado que los jóvenes, a los que "más afecta" el cierre del ocio nocturno, hayan podido volver a las discotecas. "Pueden volver a salir, a disfrutar de la música y de la relación entre unos y otros. Es básico e imprescindible", ha apuntado.
Razzmatazz ha reabierto con las entradas agotadas para todo el fin de semana. "Quiere decir que la gente tiene ganas y la necesidad imperiosa de salir y relacionarse", ha valorado el gerente de la sala. De hecho, fuentes de la Federació Catalana d'Associacions d'Activitats de Restauració i Musicals (Fecasarm) han explicado que en Barcelona ciudad "prácticamente" todas las salas que habían puesto entradas anticipadas a la venta también han hecho 'sold out' tanto para la primera noche de reapertura como para el fin de semana.
En cuanto a las salas abiertas, según Fecasarm, en la demarcación de Barcelona esta pasada noche han abierto un 80% de los locales y el fin de semana lo harán un 98%. En las zonas turísticas de costa el porcentaje bajará hasta el 70%. El sector prevé que esté todo abierto a partir de Semana Santa.
Fecasarm ha cifrado en casi 6.500 millones de euros las pérdidas de las discotecas
Vuelven los conciertos de pie y sin distancias
Otra de las novedades de la reapertura del ocio nocturno es la posibilidad de celebrar conciertos en los locales de pie y sin distancia de seguridad. Torrents, que también es el presidente de la Associació de Sales de Concerts de Catalunya (ASACC), ha celebrado que pueda volver la música en directo. "El tipo de música que hacemos requiere que la gente pueda estar de pie, saltar, cantar, bailar y abrazarse. Es la normalidad que todos necesitamos que se recupere", ha dicho. Razzmatazz ya tiene programados conciertos este mismo viernes y también el sábado.
El Govern aprobó el 1 de febrero la reapertura del ocio nocturno sin restricciones de aforo, ni limitaciones horarias, ni Certificado Covid. La portavoz del ejecutivo, Patrícia Plaja, señaló que la "desaceleración" de contagios de coronavirus permitía que discotecas y bares musicales pudiesen volver a la actividad a partir
de este viernes. Los locales se encontraban cerrados desde el pasado 24 de diciembre, cuando el Govern les obligó a hacerlo a las puertas de Navidad por el ascenso de la variante ómicron.
De hecho, el ocio nocturno ha acumulado más de 600 días con la persiana bajada desde el inicio de la pandemia y es el sector que más meses ha estado cerrado, 20 de los últimos 23. Fecasarm ha cifrado en casi 6.500 millones de euros las pérdidas de las discotecas. Durante las últimas semanas de cierre las patronales han reiterado que los locales han sufrido daños "irreparables" y han pedido un plan de rescate. Confían en que esta vez no haya un repunte de casos y sea la reapertura "definitiva".
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