La campaña en Castilla y León cierra con PP y PSOE tirando de presidentes para movilizar el voto ante un final incierto

  • Sánchez se unió por sorpresa a Zapatero y al candidato socialista Tudanca este jueves en un acto en Burgos.
  • Rajoy hizo lo propio y acompañó a Mañueco en un mitin con el PP intentando frenar su bajada en los sondeos.
El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, junto al candidato del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco
El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto al candidato del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
EP
El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, junto al candidato del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco
El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto al candidato del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
EUROPA PRESS

Los candidatos apuran las últimas horas de una campaña electoral que acaba en Castilla y León con mucha más incertidumbre de la que existía allá por el 20 de diciembre, cuando el presidente y candidato del PP, Alfonso Fernández Mañueco, convocó elecciones anticipadas. Quizá por ello, PSOE y PP están echando el resto para intentar captar los últimos votos: este jueves, el presidente Pedro Sánchez acudió por sorpresa a un mitin en Burgos junto al candidato socialista, Luis Tudanca, y al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, mientras otro expresidente, el 'popular' Mariano Rajoy, acompañó a Mañueco en León.

Los comicios autonómicos de este domingo llegan después de una precampaña exprés que comenzó con unas encuestas que auguraban un paseo para el PP -con opciones, incluso, de alcanzar la mayoría absoluta- y que termina con los 'populares' a la baja y con el PSOE con la vista puesta en que un magro resultado del PP les permita gobernar una comunidad que se les resiste desde 1987. El PP sigue siendo el partido favorito para ganar los comicios y para seguir comandando la Junta de Castilla y León, pero los socialistas están volcándose con sus principales figuras, incluido el leonés Zapatero, pero también el presidente Sánchez.

Aunque las elecciones son autonómicas, lo cierto es que su resultado tendrá una inevitable lectura a nivel nacional, y los líderes de todos los partidos son conscientes de ello. Ya ocurrió el pasado mayo con la incontestable victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones anticipadas en Madrid, un triunfo que dio un importante empujón al PP en las encuestas a nivel nacional. Castilla y León no tiene el mismo peso mediático que Madrid, pero, habiendo sobrepasado ya la legislatura nacional su ecuador, también podría ser un termómetro de la fortaleza del Gobierno y la oposición.

Los resultados que se produzcan no tienen por qué ser un reflejo de lo que podría pasar en unas generales, ya que Castilla y León tiene un ecosistema político propio muy influido por las características de la comunidad: poco poblada, con una importante tasa de población rural, un alto nivel de envejecimiento y tradicionalmente conservadora. Pero lo que ocurra el domingo sí podría marcar tendencias, definir estrategias y ofrecer una fotografía a escala nacional de en qué momento se encuentra cada partido y su liderazgo. Esto es lo que se juega cada formación.

PSOE: en busca de un Gobierno que se resiste desde hace 35 años

Sánchez, Zapatero y Tudanca juntos en un acto de campaña en Burgos. (EP)

La campaña electoral comenzó con muy malas perspectivas para un PSOE cuyo candidato, Luis Tudanca, consiguió en 2019 la victoria por primera vez para los socialistas castellanoleoneses desde 1983. Entonces, un pacto entre PP y Cs impidió a Tudanca llegar al Gobierno, y ahora, durante toda la precampaña y la campaña, el dirigente socialista ha ido por detrás en las encuestas del PP. No obstante, la bajada de los 'populares', más que una subida inesperada de los socialistas, hacen que el PSOE llegue al domingo con algunas esperanzas.

De conseguirlo, los socialistas podrían reivindicar la fortaleza del liderazgo de un Pedro Sánchez que se ha volcado en la campaña: este viernes participará en el acto de cierre en Valladolid en la que será su quinta intervención en 15 días. De hecho, el concurso del presidente en el mitin del jueves no estaba previsto y se cerró a última hora, buena muestra de que el PSOE está echando el resto para tratar de obtener un buen resultado en Castilla y León. Sánchez, además, cuenta con una ventaja: lo esperado y lo más probable es que el PP gobierne en la comunidad como lleva haciendo los últimos 35 años, así que no conseguir gobernar no supondría un varapalo para el presidente. Por el contrario, si el PSOE da la sorpresa, la imagen de Sánchez se vería muy reforzada.

PP: una campaña a la baja

Bajo el "me la juego yo y no Pablo Casado" de este miércoles en el último debate televisado asoman, quizás, las incertidumbres de Mañueco. Las primeras encuestas sustentaron su decisión de convocar elecciones en optar a una mayoría absoluta; sin embargo, un descenso paulatino en la intención de voto ha provocado que el 'popular' haya intensificado la llamada a las urnas de su electorado. La desvinculación -por primera vez- de las elecciones municipales y autonómicas puede perjudicar a un partido con un fuerte arraigo local, al igual que la irrupción de España Vaciada. 

El PP retuvo el poder en las últimas elecciones, pese a perderlas, gracias al pacto de gobierno con Cs. La posibilidad de que el nuevo socio tras el 13-F sea Vox representa, precisamente, el flanco más atacado por Tudanca y el candidato naranja, Francisco Igea. Mañueco rehúsa ofrecer una respuesta firme, pero Isabel Díaz Ayuso, una invitada recurrente en campaña, amparó una posibilidad que no seduce ni a unos ni a otros porque podrían ver lastimada su estrategia para próximas citas electorales.

Se trata, además, de la primera campaña en la región con consecuencias a nivel nacional, aunque también se han sentido sus réplicas. A la polémica de las macrogranjas suscitada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, hay que sumarle la polémica votación de la reforma laboral y una última: la revelación de los contactos entre el Ministerio del Interior y el entorno de ETA, lo que ha llevado a Casado a asegurar que este domingo también se vota "entre el PP y los socios de Bildu". 

Ciudadanos: la supervivencia como objetivo

El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Junta, Francisco Igea, ha asegurado que no pactarían ni con VOX ni con Podemos. (EP)

Francisco Igea, exvicepresidente de la Junta, se enteró por la radio, mientras era entrevistado, de que Mañueco había convocado elecciones. "Quien hace esto no es un hombre de bien", se lamentó quien hasta entonces había sido un socio de gobierno fiable para los 'populares': sus 11 procuradores votaron en contra de una moción de censura presentada por Tudanca el pasado marzo. Mañueco, por el contrario, asegura que fue Igea quien "torpedeó" la legislatura por sus contactos con PSOE y Por Ávila. 

En un contexto de decadencia electoral en todos los territorios, Cs se marca la supervivencia como objetivo. El CIS, que pronostica entre dos y cinco diputados para los naranjas, es la única encuesta que no les otorga entre uno o ninguno. Un trueque en situación y expectativa con Vox respecto a 2019. Igea se presenta como la alternativa más centrada frente a los que están dispuestos a "pactar con los extremos".

Podemos: a rentabilizar el pacto con IU pese a la poca presencia de Díaz

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, respalda a los candidatos de Unidas Podemos. (EFE)

La campaña de Unidas Podemos ha estado marcada por lo contrario que la del PSOE: mientras Pedro Sánchez se ha volcado en apoyar a su candidato e incluso el exlíder 'morado', Pablo Iglesias, ha participado en dos actos de campaña, Yolanda Díaz apenas ha acudido a un evento este jueves en Castronuño (Valladolid) junto al cabeza de lista, Pablo Fernández. Díaz busca así evitar quemar su imagen y asociarla al magro resultado que las encuestas pronostican a Unidas Podemos, que según los sondeos podría mantener sus dos actuales diputados o subir a tres en uno de los territorios que más complicados para los morados, según reconocen ellos mismos.

Habida cuenta de esta debilidad, cobra más importancia el pacto alcanzado entre Podemos e IU para presentarse juntos por primera vez a las elecciones autonómicas en Castilla y León. La federación liderada por Alberto Garzón no consiguió escaños en 2019, si bien la figura del ministro de Consumo ha sido capital en el inicio de la campaña de Unidas Podemos debido a la polémica que rodeó sus críticas a las macrogranjas. Los morados aprovecharon esa controversia para situar en el debate la defensa de la ganadería extensiva, y de hecho llegaron a retar a Mañueco a un debate sobre el modelo ganadero que nunca se celebró.

Vox: la posibilidad de marcar la agenda

El líder de Vox, Santiago Abascal, en un acto de campaña en León, (EP)

El discurso revisionista hacia el Estado de las autonomías parece no dañar las expectativas electorales de un partido más votado por la marca que por el candidato. Juan García-Gallardo, un desconocido abogado burgalés de 30 años, afiliado al partido hace pocos meses y cuya carta de presentación fueron unos polémicos tuits publicados hace una década. "Bromas hechas cuando no me había salido el bigote", dijo.

Vox puede pasar de un único diputado en 2019 a los 13 que le otorgan las encuestas más optimistas. Una situación de poder en caso de sumar con el PP los 41 procuradores necesarios para gobernar. Fuentes del partido, que prefiere no entrar en el gobierno, señalan los 15 diputados como una frontera de responsabilidad ineludible. En cualquier caso, avisó Santiago Abascal: "Cambiar el rumbo, no para que haya consejeros de Vox donde estaban los de Cs".

La España Vaciada quiere ser decisiva

Tras el éxito de Teruel Existe en las pasadas elecciones generales, en las que consiguió un escaño en el Congreso, diferentes plataformas de cinco de las nueve provincias de Castilla y León se han sumado para presentarse a los comicios del domingo bajo la marca España Vaciada. Será la primera vez que esta formación de carácter localista y centrada en la lucha contra la despoblación concurra a unas autonómicas, y su papeleta podrá encontrarse en los colegios electorales de Valladolid, Palencia, Salamanca, Burgos y Soria.

Esas dos últimas provincias son las únicas en la que la marca será diferente, ya que allí las candidaturas se llamarán Vía Burgalesa y Soria ¡Ya!, plataformas conocidas en sus territorios, especialmente la segunda, que es la más potente de las que componen España Vaciada. La formación ha hecho hincapié durante la campaña en diferenciarse de otras candidaturas que, pese a su carácter provincial, no forman parte del conglomerado localista, como Unión del Pueblo Leonés (que defiende la segregación de León, Salamanca y Zamora y la formación de una nueva comunidad autónoma) o Por Ávila (una escisión del PP abulense).

Aunque una de las señalas de identidad de España Vaciada es la de intentar no entrar en asuntos con fuerte carga ideológica para no perjudicar sus reivindicaciones, la formación podría llegar a tener la llave de la gobernabilidad en Castilla y León si los resultados del domingo están muy ajustados. Además, su éxito o su fracaso tendrá reverberaciones a nivel nacional, puesto que, tras la entrada de Teruel Existe en 2019, ha tomado fuerza la posibilidad de que otras plataformas provinciales o locales se presenten a las próximas elecciones generales, lo que podría suponer la formación de un nuevo bloque clave para la gobernabilidad.

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