La Policía Municipal comenzó las inspecciones a locales de restauración el pasado fin de semana, en los días previos a que venciera la fecha límite para retirar las mesas ampliadas en las aceras. Según ha detallado este jueves la portavoz municipal, los agentes estuvieron muy presentes tanto en la zona de Retiro como en Gaztambide, dado que son "algunas de las zonas más saturadas" de terrazas en Madrid. 

A raíz de estas inspecciones, Inmaculada Sanz ha reconocido que "en algunos casos ha habido una oposición total y absoluta a retirar esas terrazas". Una realidad que comprobó 20minutos la tarde anterior en el barrio Ibiza. "Hasta que no vengan no quito las mesas", confesó un hostelero al que le había vencido la autorización para tener sus tres mesas en la acera de Menéndez Pelayo.

Los inspectores de terrazas tienen trabajo en Retiro: "Hasta que no vengan no quito mesas", confiesa un hostelero

Una mayoría aplastante de hosteleros aseguró a este medio no haber aumentado sus mesas con las autorizaciones Covid, así como, desconocer que la ordenanza de terrazas prohíbe adosar las mesas a la fachada o sacar mesas altas al exterior sin autorización y, de tenerla, solo pueden acompañarse con dos taburetes, alineados a mobiliario y nunca adosados a fachada. En todo caso, algunos camareros transmitieron que se mantendrían a la espera de las visitas municipales para poder aplicar la norma.

Lo que no sabían es que la policía ya había comenzado a intervenir de forma  "puntual" en su zona, como ha apuntado Sanz. El Ayuntamiento sostiene que, por el momento, "no son demasiados" los locales que incumplen. Sin embargo, ni Policía Municipal ni Coordinación Territorial -el área que diseñó la ordenanza- han facilitado los datos de terrazas ampliadas ni de las inspecciones realizadas. De lo que sí ha informado la portavoz es de que "en algunos casos se han levantado distintas actas".

Desde el Gobierno municipal advierten a los hosteleros de que si no cumplen con la nueva normativa aplicarán el reglamento sancionador. "Si no lo hacen tomaremos las decisiones pertinentes: o bien las levanta el Ayuntamiento y después, aplica una ejecución sustitutoria, o se ponen las sanciones oportunas". Las multas oscilan entre los 750 y los 3000 euros. Además, la comisión de tres infracciones graves o dos muy graves en dos años comportará la extinción de la autorización de la terraza.

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La ordenanza de terrazas, que entró en vigor el pasado martes, 1 de febrero, dicta el futuro de cada terraza en función de la zona en la que se encuentre. De forma inmediata, las terrazas que habían ampliado sus mesas en acera a raíz de la pandemia, deban haber vuelto ya a su estado original. También, han tenido que desaparecer todas las terrazas que se encuentran en zonas de protección acústica especial (ZPAE). Como en Centro nunca se concedieron licencias, solo afecta a las 23 que se encuentran en Gaztambide.

Para regular el resto de terrazas, el Ayuntamiento se da dos meses para cerrar el mapa de zonas saturadas -donde desaparecerán las de bandas de estacionamiento y se aplicarán otras restricciones- y calcular el espacio que ocupan en zonas ambientalmente protegidas, dado que se reducirán cuando ocupen más de un 40% de las bandas existentes en el tramo de calle. 

En este último supuesto, las autorizaciones serán revisadas y reducidas proporcionalmente a propuesta del distrito hasta el nivel previsto con el fin de que la ocupación no supere el 40% de ocupación de bandas de estacionamiento. De este modo, las terrazas que ocupan plazas de coche, que no estén en zonas saturadas ni ocupen más de un 40% de una calle protegida, se quedarán hasta 2024.