La investigación se centró, en su origen, sobre un grupo de personas de origen albanés que, presuntamente, se dedicaban a cultivar esta sustancia estupefaciente en diferentes localidades alicantinas.

Los arrestados han sido puestos a disposición de distintos Juzgados de Instrucción en funciones de guardia de distintos municipios por delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal y defraudación de fluido eléctrico, según ha informado la Policía en un comunicado. Los juzgados han decretado el ingreso en prisión de tres de ellos.

Tras meses de investigación, los efectivos determinaron que se trataba de un grupo organizado perfectamente estructurado, que disponía de varias viviendas y naves industriales repartidas por la provincia de Alicante que usaban para el cultivo de los estupefacientes.

Los agentes practicaron entradas y registros en seis inmuebles donde se intervinieron más de 2.000 plantas de marihuana en avanzado estado de crecimiento y floración, gran cantidad de cogollos secos y preparados para su distribución, dinero en efectivo (4.330 euros) y diverso material relacionado con el cultivo.

Los cultivos indoor ubicados en el interior de estos inmuebles contaban con un sofisticado sistema eléctrico compuesto por varios transformadores y sistemas de luces que favorecían el crecimiento de las plantas, todo ello conectado ilegalmente al fluido eléctrico, lo que supone, además de un grave riesgo para la seguridad del edificio, un gasto económico para la comunidad de vecinos o contribuyentes.