El retraso de la píldora anticonceptiva para hombres: ¿una cuestión médica o una desigualdad de género?

Píldora anticonceptiva.
Píldora anticonceptiva.
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Píldora anticonceptiva.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge unos 20 métodos anticonceptivos existentes. De ellos, dos se dirigen a los varones. El resto, a las mujeres. "No sé si es machista pero patriarcal desde luego. La carga que soporta la mujer en cuanto a la responsabilidad de la planificación familiar es mayor, hay una asimetría absolutamente descompensada", reconoce Guillermo González Antón, presidente de la Federación de Planificación Familiar (SEDRA-FPFE). Las razones por las que los hombres siguen implicándose menos en este asunto son también los efectos secundarios observados en los ensayos de anticonceptivos hormonales masculinos y que la industria farmacéutica "no ve nicho de negocio para investigar". ¿Es esto una cuestión médica o una desigualdad de género?

El Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Común Podem-Galicia en Común, que ha presentado una Proposición no de Ley (PNL) en el Congreso de los Diputados para impulsar la investigación e implantación de los anticonceptivos hormonales masculinos en España, la citada descompensación supone otra "brecha de género". La propuesta ha salido recientemente adelante con el apoyo de todos los grupos excepto Vox, que votó en contra alegando que estos anticonceptivos pueden causar cáncer de próstata.

Según explica la diputada de UP Sofía Castañón, esta proposición "forma parte del acuerdo de Gobierno de coalición para este mandato y está dentro de la estrategia que va a suponer la ley de derechos sexuales y reproductivos", cuya reforma considera "necesaria para avanzar igualdad". La defensora de esta PNL señala a 20minutos que "las cuestiones que tienen que ver la planificación y la salud sexual acaban recayendo más sobre las mujeres, no solo la carga mental sino también la económica".

"Tenemos un amplio despliegue de anticonceptivos para las mujeres y tan solo dos para los hombres, que son el preservativo (que es sin duda el más asequible y sencillo) o la vasectomía, que es una operación. Es curioso que, aunque tienen la misma antigüedad la píldora femenina y masculina, esta no se desarrolló en absoluto", cuestiona la diputada de Unidas Podemos, que agrega que "los efectos que tiene para la salud integral de las mujeres la píldora hormonal anticonceptiva femenina frente a los que se han encontrado en varones nos hace preguntarnos por qué no se ha avanzado en la implementación de los anticonceptivos para hombres".

El médico y docente en el ámbito de la sexología Guillermo González Antón, esgrime que la investigación de la píldora, tanto femenina como masculina, "empezó más o menos en la misma época", allá por los años 60 del siglo pasado. Sin embargo, la masculina "se abandona porque las inyecciones que salieron antiespermatozoides molestaban" a los hombres, que, dice, tradicionalmente "tenemos una mayor intolerancia al dolor, aunque de esto no hay evidencia científica". 

Efectos secundarios

Otra razón que explica el escaso desarrollo de los anticonceptivos hormonales masculinos son los efectos secundarios observados durante los ensayos. Estos se han descrito como fatiga, acné, dolor de cabeza y, con menor frecuencia, una tenue disminución del deseo sexual o disfunción eréctil leve. En opinión del sexólogo, esta razón para rechazar la implantación de estos anticonceptivos es "superficial" porque si comparamos los efectos secundarios de la píldora femenina con los que se han observado en los ensayos de la masculina "son o muy parecidos, o iguales, por lo que no se podría aludir que los efectos secundarios sean la causa del rechazo a la investigación".

"Son o muy parecidos, o iguales, por lo que no se podría aludir que los efectos secundarios sean la causa del rechazo"

Según recoge la exposición de motivos de la iniciativa de UP, "existen diversos estudios recientes" que constatan una "baja incidencia de efectos adversos y se afirma la buena acogida de estos anticonceptivos tanto por parte de las mujeres como de los hombres".

Todos los tratamientos, incluidos los más inocuos, tienen sus efectos secundarios. La mayoría de anticonceptivos hormonales masculinos utilizan testosterona pura, "que producía algunos efectos secundarios mayores y se está investigando la combinación con progestágenos para que sea necesaria menos cantidad de testosterona para minimizar los riesgos, por lo que estaríamos hablando de situaciones muy parejas a la que pueda tener una mujer con la anticoncepción hormonal", abunda el presidente de la SEDRA-FPFE.

Sobre la posible causa de cáncer de próstata, González afirma que "hay tumores prostáticos que son hormonodependientes [es decir, dependen de las hormonas para su crecimiento] que hay que vigilar. Pero igual que la píldora femenina tiene unas características muy positivas en los cánceres de ovario, también la testosterona tiene ventajas en los hombres. Hay que vigilar el desajuste que se produce, pero si comparamos los millones de mujeres que están consumiendo anticonceptivos hormonales sin grandes efectos secundarios, no se sostiene como coartada que los efectos secundarios en varones son más graves", sentencia.

No opina igual la ginecóloga e investigadora de la Universidad de Granada, Enriqueta Barranco, que se muestra tajante al advertir de los efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales, tanto femeninos como masculinos. "No se puede despreciar a nadie por padecer efectos secundarios, por leves que sean". La especialista lamenta que "muchas mujeres pagaron con su salud los efectos de los anticonceptivos hormonales" desarrollados para ellas en el siglo XX y afirma que, "cuando se ha intentado poner en marcha una iniciativa para los hombres, se han interrumpido por los efectos secundarios".

El efecto secundario por el que más mujeres abandonan los anticonceptivos hormonales es la disminución de la libido, seguido del aumento de peso y la tendencia a la depresión, aunque esto depende de cada mujer, señala Barranco.

Preservativo

Barranco, que critica que los procesos de salud sean tratados con medicamentos como si fueran enfermedades, defiende la educación e implicación de los hombres y mujeres en el conocimiento del ciclo de fecundidad de las mujeres para que estas puedan "discernir por sí solas y con conocimiento" qué método anticonceptivo tomar, porque de lo contrario, "usarán anticonceptivos de cualquier tipo, con mayor o menor beneficio". 

La también obstetra defiende la implicación de los hombres en la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, cuya incidencia actual es "elevadísima, sobre todo por clamidia trachomatis y por gonococo, que en algunas ocasiones son resistentes a los tratamientos actuales". Barranco recuerda asimismo el virus del papiloma, el VIH y la sífilis, del que "vuelve a haber casos cuando hacía años que no se veían". 

"La protección de ellos es nuestra protección y el único método hasta el momento disponible para proteger nuestra delicadísima fecundidad es la protección frente a las enfermedades de transmisión sexual y el preservativo, tanto el masculino como el femenino, es el único método disponible" para ello. 

La visión de la vasectomía  

Guillermo González Antón confiesa que no es optimista respecto a los avances en igualdad reproductiva y apunta otras razones. Por un lado, considera que en relaciones ocasionales "es complicado que la mujer se fíe" del hombre puesto que es ella la que asume la gestación y el parto, "y la crianza, si me apuras". Esto, continúa, ha sido percibido como un "hándicap" por la industria, que "ha visto que no son un producto que le vaya a reportar beneficios importantes".

A ello suma la visión inicial de la vasectomía, a la que se referían coloquialmente como una forma de castrar, capar o perder de la virilidad. "Los hombres preguntaban cómo afectaría a su respuesta sexual y si iba a perder la erección cuando lo que estamos haciendo simplemente es cortar la comunicación con la producción espermática. Hoy por hoy la vasectomía es una técnica muy amable y ambulatoria que no tiene nada que ver con la ligadura de trompas, que es con la intervención con la que se compara".

González aboga por la educación sexual para desterrar todos estos prejuicios e ideas relacionadas con la pérdida del poder y status masculino. "Seamos corresponsables y busquemos la coherencia y la conciliación para alcanzar la igualdad real", zanja.

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