
María Pombo se sinceró este martes con sus seguidores para hablar de su reducción de pecho, una operación a la que se sometió hace tres semanas y que, afortunadamente, salió como esperaba.
La influencer madrileña respondió en sus stories de Instagram a las dudas de sus seguidores sobre la intervención y la posterior recuperación, un incómodo proceso por el que sabía que tendría que pasar, aunque valdría la pena.
"Tenía clarísimo que tarde o temprano iba a pasar. Me he decidido ahora, porque desde que me quedé embarazada el tamaño se fue de madre. Después, al volver a su tamaño original, se me quedaron muy vacías en la parte superior, cosa que estéticamente no me gustaba, y eran todavía más difíciles de controlar", dijo.
"Decidí ponerme implantes por prevención (los más pequeños que existen, 100 cc) y evitar que se me caiga o vacíe en un futuro. Por supuesto, la ley de la gravedad es la ley de la gravedad y contra eso no hay solución definitiva", añadió, aclarando que ya puede hacer "vida normal".
En cuanto al postoperatorio, Pombo ha hablado de la incomodidad que ha sentido últimamente: "Era una sensación que no llega a ser dolor…. un pinchazo de repente, no poder hacer vida normal aunque te encuentres bien, dormir boca arriba sin hacer ningún movimiento raro, no poder ducharte con normalidad, no hacer gestos que hacías con normalidad en el día a día y un largo, etc",
Por último, la creadora de contenido ha hablado de una cicatriz que tiene tras la operación: "No os voy a mentir, es grande. Pero si te la cuidas bien, me han dicho que acaba siendo muy muy llevadera y casi inexistente en algunas zonas".
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