La clave del juicio por acoso a los hijos de Iglesias y Montero: ¿considera el juez que hubo acercamiento a los menores?

Pablo Iglesias e Irene Montero comparecen ante los medios antes de entrar a declarar en el juicio por el acoso a sus hijos.
Pablo Iglesias e Irene Montero comparecen ante los medios antes de entrar a declarar en el juicio por el acoso a sus hijos.
Pablo Iglesias e Irene Montero comparecen ante los medios antes de entrar a declarar en el juicio por el acoso a sus hijos.
Pablo Iglesias e Irene Montero, ante los medios antes del juicio por el acoso a sus hijos.
A. L.

El Código Penal establece que el acoso a una persona debe llevarse a cabo de manera insistente y reiterada, tiene que afectar gravemente a su vida cotidiana y se considerará en su forma más agravada si las víctimas son menores de edad o vulnerables por su situación. 

La pareja formada por el exvicepresidente del Gobierno, y exlider de Podemos, Pablo Iglesias, y la actual ministra de Igualdad, Irene Montero, denunciaron al periodista de 'Okdiario' Alejandro Entrambasaguas por acosar a sus hijos mellizos, Manuel y Leo, en la escuela infantil a la que los llevaron entre septiembre y diciembre de 2019, centro del que tuvieron que sacarlos después de que la cuidadora se sintiera "angustiada" e incapaz de trabajar correctamente por las reiteradas visitas y las llamadas del periodista.

Este miércoles, 9 de febrero, la sala de lo penal número 30 de la Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado la vista oral del juicio contra Entrambasaguas. El Ministerio Público ha mantenido la petición de un año de prisión para el reportero por acoso a los menores.

La fiscal ha considerado probada la insistencia y reiteración del acoso, así como la afectación a la vida diaria de los menores. En el juicio, la cuidadora, Bárbara de la Cueva (que se ocupaba de cuatro niños en su domicilio), Pablo Iglesias e Irene Montero y los encargados del dispositivo de seguridad (Policías y Guardia Civil) han explicado al juez que hubo cambios en la rutina de la familia a raíz de la presencia del periodista junto a la guardería: cambios de horario de entrada y salida al centro de los menores, días sin recreo para no poner en riesgo su seguridad e integridad, investigación policial del reportero de 'okdiario' y labores de contra vigilancia en la zona.

La abogada del matrimonio Iglesias-Montero ha reclamado al juez un agravamiento de la condena, hasta dos años de prisión, por considerar que los testigos han constatado que la situación generó "temor", "miedo" y "ansiedad" a sus defendidos y a la cuidadora y que el acoso afectó a la vida de unos menores, niños que entonces tenían 17 meses de edad.

La versión del acusado

El juicio ha comenzado y terminado con la declaración del acusado. El periodista Alejandro Entrambasaguas ha defendido su versión de que lo único que hizo en sucesivas visitas al bloque que albergaba la casa de niños fue "contrastar" una información anónima recibida que denunciaba que Iglesias y Montero llevaban a sus hijos a una guardería "ilegal" en un bloque de viviendas de Galapagar. Ha reconocido que el chivatazo se lo dio el presidente de la comunidad vecinal.

En su defensa, Entrambasaguas ha insistido en que "jamás" se acercó ni a los menores ni a Pablo Iglesias. Ha explicado que la primera vez acudió a comprobar que allí había una guardería, la segunda a ver si Iglesias llevaba a los hijos, la tercera para grabar un vídeo informativo y la cuarta para recabar al versión de la cuidadora. También ha reconocido haber llamado por teléfono a la cuidadora en varias ocasiones, así como al telefonillo. Su abogado lo ha enmarcado todo en una secuencia de hechos ceñidos a una investigación periodística, ha pedido la libre absolución y ha alegado que no hubo acoso sino libertad de información.

La pareja Iglesias Montero ha llegado a los juzgados abrazada y ha asistido a toda la vista en la sala. En sus declaraciones ante los medios a la llegada a los Juzgados han enmarcado su denuncia en su condición de padres y no en calidad de autoridades públicas. "Estamos aquí como haría cualquier familia para proteger a los hijos. Asumimos cosas que se puedan hacer contra nosotros, pero contra los hijos no todo vale. Confiamos en que se haga justicia", ha dicho Montero.

Ante el juez, la ministra ha subrayado que el periodista se coló en el interior del edificio, en las zonas comunes que se usan como recreo, y llegó hasta la puerta del piso de la cuidadora. Que las rutinas de sus hijos se vieron alteradas por un mes de acoso, que temieron por su seguridad y que finalmente tuvieron que renunciar a esa escuela, que eligieron para combinar socialización y salud de los mellizos prematuros. Finalmente tuvieron que inscribirlos en la guardería del Congreso de los Diputados, después de que la cuidadora renunciara a cuidarlos por sentirse "angustiada" por la persecución mediática.

Alejandro Entrambasaguas, el periodista, ha hecho uso de su derecho a la última palabra antes de que el caso quedara visto para sentencia. Ante el juez ha destacado que el objeto de su investigación "jamás" fueron los menores, sino la supuesta guardería ilegal y que "jamás" intentó acercarse a los niños.

¿Hubo acercamiento suficiente del periodista para que se pueda considerar acoso a los menores o entran las actuaciones del reportero dentro de las acciones de la investigación periodística? Eso es lo que determinará en los próximos días el juez encargado del caso, el magistrado David yehiel Maman. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento