El diputado de Junts en el Parlament Jaume Alonso-Cuevillas ha asegurado que ni la CUP ni ERC dieron "garantías" a la presidenta de la Cámara catalana, Laura Borràs, de que la secundarían si desobedecía la orden de la Junta Electoral Central (JEC) de retirar el acta al entonces diputado de la CUP Pau Juvillà.

En una entrevista en Ràdio4 y La2 este miércoles recogida por Europa Press, ha sostenido que Borràs estaba dispuesta a desobedecer y que los negociadores de ambas formaciones expresaron su voluntad de acompañarla, si bien Cuevillas tuvo "miedo" de que luego no la siguieran y así se lo transmitió a la presidenta.

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Por ello, aconsejó a Borràs "no inmolarse" sin motivo, teniendo en cuenta que es, en sus palabras, el principal activo electoral de Junts y que los otros partidos también estaban haciendo sus cálculos electorales, según él.

Cuevillas, que es el presidente de la comisión del Estatuto de los Diputados, ha explicado que la propuesta de Borràs a la CUP y ERC publicada en los medios de comunicación no contiene todo lo que se planteó: "Se ha filtrado una parte del documento. Iba en esa línea, pero era una cosa más compleja. Lo que se ha filtrado es casi un SMS", ha ironizado.

Según el diputado de Junts, ante la propuesta de Borràs la CUP expresó su voluntad de reunir a su Secretariado Nacional, a través de un proceso que ralentizaba las negociaciones, mientras que ERC se puso "de perfil, ya veía que eso no tendría recorrido".

También ha defendido que Borràs ha intentado mantener el consenso en el independentismo ante la orden de la JEC, a diferencia de lo que en su opinión ocurrió con la inhabilitación del expresidente Quim Torra, aunque ha admitido que "no se ha conseguido". 

"Escenas de pánico" 

Para Cuevillas, lo ocurrido en el Parlament a lo largo de la última semana es un fracaso colectivo, en sus palabras, y demuestra que hay que librar solo las "batallas que den algún rédito político", para no generar frustración. También ha subrayado que, más allá de la voluntad política, hay actuaciones que dependen de los funcionarios del Parlament: "Sin la colaboración de los funcionarios, no se puede desobedecer".

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En ese sentido, ha asegurado que en el Parlament se vivieron "escenas de pánico" por parte de funcionarios y, en concreto, de letrados de la Cámara que temían ser procesados por desobediencia. 

No habrá un nuevo referéndum sobre la independencia

El diputado de Junts ha rechazado volver a convocar un referéndum sobre la independencia, como pidió la CUP, porque cree que sería "descafeinar el 1-O con el riesgo de tener un resultado peor".

Para él, el independentismo debe abordar la confrontación con el Estado al margen de la mesa de diálogo: "El único plan que hay desde Madrid, la corte, hacia Cataluña es aniquilarnos completamente y convertirnos en una nueva provincia, en una nueva Soria -con todos respetos para Soria- de la gran Castilla".