El exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, está rodeado de polémica y en uno de sus momentos de menor popularidad. El escándalo de la película Borat 2, en el que aparecía metiendo su mano en los pantalones ante una supuesta presentadora de televisión muy joven y que se grabó con cámara oculta, sus soflamas llamando a rebelarse contra la elección del presidente Biden, o el audio que revela cómo Giuliani "presionó sin descanso y convenció" a Ucrania para investigar a Biden, le han situado en el descrédito. 

Y cuando uno de los concursantes enmascarados de The Masked Singer se quitó el disfraz y resultó ser Giuliani, dos de los famosos investigadores del programa, Ken Jeong y Robin Thicke abandonaran el escenario como forma de protesta.

Poco después regresaron para reunirse con sus compañeros, Jenny McCarthy y Nicole Scherzinger, para continuar con la grabación, no sin antes cruzar unas tensas palabras con Giuliani, en un episodio que podría emitirse en marzo en la Fox. 

Tanto los miembros de los investigadores ofendidos como muchos espectadores han querido ver en la presencia de Giuliani en el concurso una forma de blanquear o lavar su imagen después de las muchas polémicas que ha protagonizado.