El puente de Santander, un gris e inhóspito punto de Barcelona donde reinan los humos de los vehículos a motor y el espacio para caminar es escaso, cambiará de cara y será más amable para el peatón y los ciclistas. Tras una reivindicación vecinal histórica, el próximo septiembre empezará su reforma, que durará unos 17 meses. Lo han anunciado este viernes la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, y el concejal de Sant Martí, David Escudé, que han explicado que tras las obras, será más verde y contará con aceras más anchas y un carril bici.

La rehabilitación, que tiene entre sus objetivos acercar los barrios de la Verneda i la Pau y el Bon Pastor, y por lo tanto, los distritos de Sant Andreu y Sant Martí, tendrá un presupuesto de 9,92 millones de euros. 

AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Está previsto dotar al puente de aceras de entre 3,3 y 4,5 metros y así hacerlo accesible para las personas con movilidad reducida, de un carril bici unidireccional a cada lado, un nuevo paso de peatones y un carril por sentido para vehículos a motor. Para poder ubicar estos elementos, se construirán unas pasarelas adyacentes. 

Además, se reducirá la pendiente actual de la calle para hacerlo más accesible, con lo que esta será de un máximo del 6%. También se plantarán una cincuentena de árboles nuevos y parterres, se renovará la red de alumbrado y semáforos, la de riego y los servicios y se instalarán puntos wifi. 

La reforma, asimismo, contribuirá a abrir la ciudad al Besòs, un objetivo del gobierno municipal, y a revitalizar urbanísticamente la zona de polígonos de este entorno. Precisamente, en el área del puente de Santander se ubica el polígono de Montsolís, en el que se está trabajando para su reactivación y transformación.

El Plenario del Consejo Municipal aprobó por unanimidad en diciembre de 2019 una propuesta de iniciativa ciudadana para que el Ayuntamiento empezara los trámites para el proyecto de transformación del puente. Esta se pudo presentar gracias a las 4.458 firmas válidas que se habían recogido para pedir la rehabilitación. La comisión promotora estuvo formada por las asociaciones de vecinos de Sant Martí de Provençals, Trajana, La Palmera Centre, La Pau y Verneda Alta.

Sanz ha subrayado que se trata de "unas obras largamente esperadas" e "indispensables" para "mirar hacia el Besòs, un espacio importantísimo de transformación". También ha dicho que contribuirán a "mejorar la vida de los vecinos". 

Por su parte, Escudé ha afirmado que los trabajos se realizarán "en un barrio maravilloso para convertirlo en un barrio de primera".