Entre jabalíes y ciervos, suman 447 piezas de caza. Este es el "botín" que se embolsaron 70 cazadores en Villaviciosa de Córdoba el último fin de semana de enero. Ecologistas en Acción han denunciado que, a pesar de que esta práctica "es legal", sin embargo, "no es "justa".

Los hechos ocurrieron en la finca Los Posteruelos, uno de los grandes cotos de caza que hay en la provincia de Córdoba. Ecologistas en Acción denuncia que este tipo de fincas estén cercadas, pues favorecen las grandes cacerías de este calado.

"En condiciones normales, sería imposible matar a 300 ejemplares, entre ciervos y jabalíes, en una sola jornada de caza en una finca abierta, salvo que se cebe previamente lo que se pretende cazar. ¿Dónde es posible este tipo de orgías de sangre y muerte?", reflexionan.

La asociación asegura que "solo en las fincas cercadas en todo su perímetro, donde la única defensa de las especies de caza mayor, la huida, está absolutamente mermada y condicionada por una barrera de alambre".

Así, denuncian que esto es fruto del "escaso y deficiente control técnico, en esta caso, por parte de la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía".

Sobre los cazadores, la asociación asegura que "suelen ser gente de fuera y de gran poder adquisitivo, porque este tipo de caza es muy cara". Añaden que en la zona de Hornachuelos han visto venir "gente de muy alto nivel económico", pues cada uno habría pagado en torno a 1.000€.