Los Mossos d'Esquadra han desmantelado un domicilio convertido en un punto de compra de móviles robados en el barrio del Raval de Barcelona. Los agentes detuvieron el pasado domingo a un joven de 20 años como presunto autor de un delito de hurto y otro de 38 años y a un menor por delitos de receptación. 

Los hechos tuvieron lugar el mismo domingo, hacia las 19.30 horas, cuando agentes de paisano fueron requeridos para acudir al portal de un edificio del Raval en el que se encontraban tres jóvenes que no se conocían entre ellos, y que habían sido víctimas de tres hurtos de sus teléfonos. Mediante el localizador de los dispositivos, a los tres les aparecía la misma ubicación. Este acabó siendo un domicilio en el que la policía encontró más de 120 terminales de alta gama.

Los mossos detectaron a un hombre que llegaba al mismo portal y que al recibir una llamada entró en el edificio. Lo identificaron y registraron, y le encontraron cinco móviles de alta gama, tres envueltos en papel de aluminio en el interior de los calzoncillos. El hombre dijo que los había robado la noche anterior y que se dirigía a un piso en el que acostumbraba a venderlos.

Los agentes accedieron al piso con el permiso de la propietaria e identificaron a diversas personas en su interior. En concreto, a un hombre que al ver la presencia de los agentes escondió rápidamente debajo de un sofá más de 3.800 euros en efectivo.

Los agentes se encontraron frente al edificio a tres jóvenes a los que les habían sustraído los teléfonos y a los que el localizador de sus dispositivos les indicaba la misma dirección

En la habitación de este hombre hallaron un ordenador portátil y unos 70 móviles presuntamente sustraídos, una veintena de ellos ya habían sido previamente denunciados. Los que no constaban como sustraídos no tenían tarjetas SIM o tenían imágenes de fondo de pantalla de personas presuntamente extranjeras que muy posiblemente eran turistas.

Ante los indicios recogidos, los agentes detuvieron a un hombre y a un menor de edad que habitaban en el inmueble como presuntos autores de un delito de receptación. Según el Código Penal, "comete delito de receptación, el que, con ánimo de lucro y con conocimiento de la comisión de un delito previo contra el patrimonio o el orden socioeconómico, sin haber intervenido ni como autor ni como cómplice en dicho delito, ayude a los responsables del mismo a lucrarse con sus efectos, o bien reciba, adquiera u oculte tales efectos".

Los mossos pidieron a la autoridad judicial una orden de entrada ante la sospecha de que pudiesen encontrar más dispositivos y tras diversas informaciones por parte de vecinos de la finca que apuntaban a que era habitual que se dirigiesen personas a aquella dirección, ya fuese para vender los teléfonos sustraídos como para corroborar que la ubicación del localizador de su teléfono robado les marcaba aquel punto exacto. El pasado lunes, los agentes  entraron en el domicilio y encontraron 50 teléfonos móviles más, elevando la cifra de terminales presuntamente sustraídos a más de 120.

La policía ha devuelto una decena de los terminales y continúa haciendo gestiones para retornar el resto a sus legítimos propietarios.

Los dos detenidos por un delito de receptación pasaron a disposición judicial el 2 de febrero y el juez decretó su puesta en libertad. El tercer detenido investigado por un delito de hurto quedó en libertad en dependencias policiales para declarar posteriormente ante la autoridad judicial.