Al menos dos bebés han fallecido debido a las bajas temperaturas en sendos campamentos para refugiados en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, en medio de las condiciones meteorológicas adversas que azotan a varios países de Oriente Medio desde hace dos semanas.

Las víctimas son una bebé nacida hace una semana que sufrió lesiones derivadas del frío y una hemorragia pulmonar, y otra de dos meses fallecida a causa del mismo problema alveolar, además de hipoglucemia severa, informó este martes en un comunicado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. 

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La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, no precisó en qué fecha se produjeron los decesos de las niñas, residentes en los campos de Al Laith y Hor al Eis, respectivamente.  

Un problema con pocas soluciones

Save the Children consideró en una nota que estas muertes "evitables y trágicas" ponen de relieve "cómo los niños necesitan urgentemente más ayuda humanitaria", además de una solución "duradera" al conflicto armado iniciado hace más de una década en el país árabe.

"Cada invierno, los menores desplazados en esta área y sus familias se ven obligados a aguantar temperaturas inimaginablemente frías sin ropa de abrigo, comida ni calefacción que les proteja", denunció la directora de la Oficina para la Respuesta en Siria de la ONG, Sonia Khush. 

Según datos del Observatorio, hace diez días, al inicio de la oleada de frío en la región, otro menor de un mes perdió la vida por causas derivadas de las bajas temperaturas cuando se encontraba en el interior de una tienda de campaña en la vecina provincia de Alepo. 

Más de la mitad de la población de Idlib, el último bastión opositor del país, son personas desplazadas por la guerra.