La concejala Isabel Lozano ha informado de estas cifras en la visita que ha realizado en el Centro de Día para Personas Sin Techo Rehoboth gestionado por la entidad Natania, que ha recibido los últimos cuatro años un importe de 250.000 euros por parte del consistorio, y que ahora verá aumentada esta aportación con un nuevo convenio, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

Rehoboth está situado en el barrio del Botánico y desde 2009 da respuesta a la necesidad de disponer de un centro de amplia acogida y baja exigencia, en horario de fin de semana, cuando están cerrados todos los recursos de este tipo para personas en situación de sin hogar (a excepción del centro Mussol).

"Desde el Ayuntamiento de València consideramos muy importante ofrecer servicios básicos de higiene y alimentación, consigna, lavandería, botiquín y peluquería, entre otros, pero también de escucha y asesoramiento a cualquier persona que lo necesite, en el momento que le haga falta; por eso renovaremos el convenio municipal con este centro y aumentaremos su cuantía, que pasará de 62.400 a 75.000 euros anuales", ha anunciado la edil.

Rehoboth cuenta con una capacidad de 35 personas y abre ininterrumpidamente de 8 a 20 horas durante los fines de semana. A lo largo del año, acuden al proyecto en torno a 1.000 personas diferentes, variando su continuidad y afluencia de unos meses a otros, pero en una media de 185 visitas por fin de semana (92 diarias).

El proyecto cuenta con cuatro profesionales (un trabajador social, un educador social, un integrador social y un técnico de animación sociocultural) y voluntariado.

VIVIENDAS SEMITUTELADAS

Por otro lado, la concejala ha visitado también el proyecto 'Bajo Techo"' que gestiona la entidad Natania igualmente, que se puso en marcha en 2013 y cuenta con dos viviendas municipales semitutelados para personas en situación de sin hogar, en estrecha coordinación con el Centro de Atención a Personas Sin Techo (CAST).

Una de las viviendas es para hombres y la otra para mujeres, con capacidad para tres personas cada una.

Con las personas acogidas se ha podido trabajar un plan individual personalizado que contempla hábitos de higiene, habilidades sociales, gestión económica y de organización, convivencia, actividades de ocio y tiempo libre y de inserción laboral, como herramientas para dar el paso en una vida independiente y autónoma. Todo en colaboración con las entidades públicas y privadas de la red de servicios para la inclusión social.

"Al salir de las viviendas, se mantiene el contacto y se hace seguimiento de su situación y adaptación a la nueva etapa apoyando en este periodo a todas las personas que han pasado por los pisos", ha detallado Isabel Lozano.